lunes, 14 de septiembre de 2009

Exaltación de la Santa Cruz


+ Oficio de lectura


Celebra la Iglesia la fiesta de la exaltación de la Cruz en este 14 de septiembre, en el que recordamos la recuperación de la Verdadera Cruz, la cual fue robada por los partos y posteriormente recuperada e introducida con gran alegría en la ciudad santa de Jerusalén.

Ya el Viernes Santo exalta la Iglesia la Cruz. Poco después de recordar la muerte del Divino Redentor la Iglesia celebra compungida ese oficio de Pasión, en el cual adoramos la Cruz, mostrando que lo que acaba de pasar no es fracaso total sino plena victoria.

Pero puesto que en ese día vive la Iglesia tantas emociones, celebra hoy esta fiesta para meditar en el misterio glorioso de la Cruz y sobre todo en el Amor que llega hasta la muerte, ymuerte de cruz.

Así pues, toda la Iglesia exalta hoy la Santa Cruz y frente a los herejes proclama estas palabras de la Sagrada Escritura: "Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios." -I Corintios 1,23-24


Meditemos hoy pues en el misterio de la Cruz, ayudados por ese precioso himno que canta la Iglesia el Viernes Santo:

Después de cada estrofa, se van diciendo alternados los versos R1 y R2.

Canta, oh lengua jubilosa, el combate singular en que el Salvador del mundo, inmolado en una cruz, con su sangre redentora a los hombres rescató.
R.1. Cruz amable y redentora, árbol noble, espléndido. Ningún árbol fue tan rico, ni en sus frutos ni en su flor.
Cuando Adán, movido a engaño, el fruto del Edén, el Creador, compadecido, entonces decretó que un árbol nos devolviera lo que un árbol nos quitó.
R.2. Dulce leño, dulces clavos, dulce el fruto que nos dio. Quiso, con sus propias armas, vencer Dios al seductor, la sabiduría a la astucia fiero duelo le aceptó, para hacer surgir la vida donde la muerte brotó, R.1.
Cuando el tiempo hubo llegado, el Eterno nos envió a su Hijo desde el cielo, Dios eterno como él, que en el seno de una Virgen carne humana revistió. R.2.
Hecho un niño está llorando, de un pesebre en la estrechez. En Belén, la Virgen madre en pañales lo envolvió. He allí al Dios potente, pobre, débil, párvulo. R.1.
Cuando el cuerpo del Dios-Hombre alcanzó su plenitud, al tormento, libremente, cual cordero, se entregó pues a ello vino al mundo a morir en una cruz. R.2.
Ya se enfrenta a las injurias, a los golpes y al rencor, ya la sangre está brotando de la fuente de salud. En qué río tan divino se ha lavado la creación. R.1.
Árbol santo, cruz excelsa, tu dureza ablanda ya, que tus ramas se dobleguen al morir el Redentor y en tu tronco, suavizado, lo sostengas con piedad. R.2.
Feliz puerto preparaste para el mundo náufrago y el rescate presentaste para nuestra redención, pues la Sangre del Cordero en tus brazos se ofrendó. R.1.


IN HOC SIGNO VINCES

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