tag:blogger.com,1999:blog-38266583525357530392024-02-26T18:34:58.284+01:00ITTE MISSA ESTITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.comBlogger220125tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-50027108422198717432009-09-29T07:55:00.001+02:002009-09-29T07:55:00.274+02:00Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.laanunciacion.com.ar/anunciacion.gif"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 329px; height: 508px;" src="http://www.laanunciacion.com.ar/anunciacion.gif" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-size:100%;">Desde la reforma litúrgica celebramos hoy de manera conjunta a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.<br /><br />El de los arcángeles es uno de los nueve coros angélicos, constituídos todos ellos por espíritus puros.<br /><br />Según nos revela la Sagrada Escritura, los arcángeles son siete y a ellos están encomendadas las más importantes labores a favor de los hombres (especialmente de la Iglesia y sus ministros) y contra el Enemigo:</span><br /><br /><p><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"><i>"Yo soy Rafael, uno de los <b>siete ángeles </b>que tiene entrada a la gloria del Señor" </i>(<span style="color: rgb(0, 0, 153);">Tb 12:15</span>)</span></p><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"><i>"<span style="font-weight: bold;">Reciban gracia y paz</span> de Aquel que Es, que era y que viene de parte de los <span style="font-weight: bold;">Siete Espíritus que están delante de Su Trono</span>"</i> (<span style="color: rgb(0, 0, 153);">Ap 1:4</span>)<br /><br /><br />De esos siete arcángeles, la Sagrada Escritura nos revela solamente el nombre de tres de ellos:<br /><br /></span><span style="font-style: italic;font-family:Verdana;" ><span style="font-size:85%;"><strong>Miguel:</strong></span> </span><span style="font-style: italic;font-family:Verdana;font-size:85%;" >(Ap 12:7-9)<span lang="es"> </span>"quien como Dios". <span lang="es">V</span>enció y expulsó <span lang="es">a Satanás </span>del cielo.<br /></span><span style="font-style: italic;font-family:Verdana;" ><br /><span style="font-size:85%;"><strong>Gabriel:</strong></span> </span><span style="font-style: italic;font-family:Verdana;font-size:85%;" >(Lc 1:11-20; 26-38)<span lang="es"> </span>"el que gobierna o mensajero de Dios".<br /></span><span style="font-style: italic;font-family:Verdana;" ><br /><span style="font-size:85%;"><strong>Rafael:</strong></span></span><span style="font-style: italic;font-family:Verdana;font-size:85%;" > (Tobit 12:6, 15)<span lang="es"> </span>"el que cura o sana". El arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su dolor y sufrimiento.</span><br /><br /><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">Los nombres de los otros cuatro arcángeles<span lang="es"> (<b>San Uriel, San Barachiel ó Baraquiel, San Jehudiel, Saeltiel</b>)</span> <span lang="es">no aparecen en la la Biblia. Se encuentran en algunos apócrifos y en la tradición rabínica. La Iglesia los toma como referencia más no los usa en sus oraciones.<br /><br /></span>Debemos tener mucho cuidado con nombres y supersticiones sobre los arcángeles muy perniciosas para nuestra fe, muchas de ellas provenientes de la Nueva Era.<br /><br /><span style="font-style: italic;">¡Santos arcángeles <span style="font-weight: bold;">Miguel, Gabriel y Rafael</span>, rogad por nosotros!</span><br /></span><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"><br /></span><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-61266777358380369002009-09-28T07:23:00.002+02:002009-09-28T21:05:53.562+02:00Coronilla de San Miguel<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.corazones.org/z_imagenes/personas/gf_saomiguel.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 190px; height: 319px;" src="http://www.corazones.org/z_imagenes/personas/gf_saomiguel.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><br /><div>Puesto que mañana celebraremos la fiesta de los santos Arcángeles <strong>Miguel, Gabriel y Rafael</strong>, hablaré hoy de una preciosa y muy provechosa oración a <strong>San Miguel Arcángel</strong>.</div><br /><div></div><br /><div>La <strong>coronilla de San Miguel</strong>:</div><br /><div></div><br /><div>Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota Sierva de Dios Antonia De Astónac. El arcángel le dijo a la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones. Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.</div><br /><div><br />Promesas: A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones: <strong>Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión</strong>. Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su <strong>asistencia continua</strong>. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aun mas, serán acompañados de todos los ángeles y <em>con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.</em></div><br /><div><em></em></div><br /><div><br /><strong>CORONILLA A SAN MIGUEL ARCÁNGEL</strong></div><strong><br /></strong><div><strong><br /></strong></div>Se comienza la Corona rezando en la medalla, la siguiente invocación:<br /><div><br /><em>En el Nombre del Padre....</em></div><br /><div><br /><em>Dios mío, ven en mi auxilio.</em></div><br /><div><em>Señor, date prisa en socorrerme. </em></div><br /><div><br /><em>Gloria al Padre, etc.</em></div><em><br /></em><div><em><br /></em></div><strong>I</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego de la Caridad Perfecta. Amén.<br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>II</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén.</div><br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>III</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.</div><br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>IV</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.</div><br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>V</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.</div><br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>VI</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.<br /></div><br /><div>1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>VII</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.</div><br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>VIII</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.<br /></div><br /><div>1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>IX</strong>. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.</div><br /><div><br />1 Padre Nuestro 3 Avemarías</div><br /><div><br /><strong>Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles</strong>:</div><br /><div><br />*En honor a San Miguel ...... 1 Padre Nuestro</div><br /><div>*En honor a San Gabriel...... 1Padre Nuestro</div><br /><div>*En honor a San Rafael........ 1 Padre Nuestro</div><br /><div>*En honor a nuestro ángel de la Guarda..... 1 Padre Nuestro</div><br /><div><br />O Glorioso Príncipe San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, Guardián fidelísimo de las almas, Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino,...Sois nuestro admirable Guía y Conductor.<br />Vos brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección para que seamos mas y mas fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.<br />V. Rogad por nosotros, O Glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo....<br />R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor.</div><br /><div><br /><strong>Oración</strong><br />Omnipotente y Eterno Dios, os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de Vuestra Iglesia.<br />Humildemente os suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor Nuestro, guiadnos por medio de este mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la Presencia de Vuestra Excelsa y divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.</div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-87857164979386231732009-09-26T22:08:00.003+02:002009-09-26T22:26:52.737+02:00Domingo 27 de septiembre de 2009<a href="http://img523.imageshack.us/img523/4953/zcruzverdedv2.gif"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 64px; DISPLAY: block; HEIGHT: 64px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://img523.imageshack.us/img523/4953/zcruzverdedv2.gif" /></a><br /><div align="center"><span style="color:#ff0000;">DOMINGO 27 DE SEPTIEMBRE</span></div><br /><div align="center"><span style="color:#ff0000;"></span></div><br /><div align="center"><span style="color:#ff0000;">26º DOMINGO ORDINARIO</span></div><br /><div align="center"><span style="color:#ff0000;"></span></div><br /><div align="center"><span style="color:#ff0000;">-Día del Señor-</span></div><br /><div align="center"><span style="color:#ff0000;"></span></div><br /><div align="center"><strong>ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Dn 3, 31.29.30.43.42)</strong></div><br /><div align="center">Podrías hacer recaer sobre nosotros, Señor, todo el rigor de tu justicia, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>Se dice Gloria</strong> </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>ORACIÓN COLECTA</strong> </div><br /><div align="center">Dios nuestro, que con tu perdón y tu misericordia nos das la prueba más delicada de tu omnipotencia, apiádate de nosotros, pecadores, para que no desfallezcamos en la lucha por obtener el cielo que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo... </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>Lectura del libro de los Números: 11, 25-29</strong> </div><br /><div align="center">En aquellos días, el Señor descendió de la nube y habló con Moisés. Tomó del espíritu que reposaba sobre Moisés y se lo dio a los setenta ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar. Se habían quedado en el campamento dos hombres: uno llamado Eldad y otro, Medad. También sobre ellos se posó el espíritu, pues aunque no habían ido a la reunión, eran de los elegidos y ambos comenzaron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contarle a Moisés que Eldad y Medad estaban profetizando en el campamento. Entonces Josué, hijo de Nun, que desde muy joven era ayudante de Moisés, le dijo: "Señor mío, prohíbeselo". Pero Moisés le respondió: "¿Crees que voy a ponerme celoso? Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta y descendiera sobre todos ellos el espíritu del Señor". <strong>Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. </strong></div><br /><div align="center"><strong></strong></div><br /><div align="center"><strong>Del salmo 18</strong> R/. Los mandamientos del Señor alegran el corazón. </div><br /><div align="center">La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.</div><br /><div align="center">La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/. </div><br /><div align="center">Aunque tu servidor se esmera en cumplir tus preceptos con cuidado, ¿quién no falta, Señor, sin advertirlo? Perdona mis errores ignorados. R/.</div><br /><div align="center">Presérvame, Señor, de la soberbia, no dejes que el orgullo me domine; así, del gran pecado tu servidor podrá encontrarse libre. R/.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>Lectura de la carta del apóstol Santiago: 5, 1-6</strong></div><br /><div align="center">Lloren y laméntense, ustedes, los ricos, por las desgracias que les esperan. Sus riquezas se han corrompido; la polilla se ha comido sus vestidos; enmohecidos están su oro y su plata, y ese moho será una prueba contra ustedes y consumirá sus carnes, como el fuego. Con esto ustedes han atesorado un castigo para los últimos días. El salario que ustedes han defraudado a los trabajadores que segaron sus campos está clamando contra ustedes; sus gritos han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Han vivido ustedes en este mundo entregados al lujo y al placer, engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado a los inocentes y los han matado, porque no podían defenderse. <strong>Palabra de Dios. Te alabamos, Señor</strong>.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 17, 17)</strong> R/. Aleluya, aleluya.</div><br /><div align="center">Tu palabra, Señor es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 38-43.45.47-48</strong></div><br /><div align="center">En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, le aseguro que no se quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para esa gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga". <strong>Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.</strong> </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>Se dice Credo</strong> </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>Oremos, hermanos y hermanas, por todos los seres humanos y sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad.</strong> </div><br /><div align="center">(Respondemos a cada petición: R/. Te rogamos, Señor, óyenos). </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center">Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor. R/.</div><br /><div align="center">Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de unidad de la familia humana, roguemos al señor. R/.</div><br /><div align="center">Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor. R/.</div><br /><div align="center">Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor. R/.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center">Dios nuestro, que no privas nunca a tu pueblo de profetas que anuncien el Evangelio, derrama el Espíritu sobre la Iglesia, tu nuevo Israel, para que todos los fieles, enriquecidos con tus dones, proclamen ante el mundo tus maravillas. Por Jesucristo, nuestro Señor.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS</strong> </div><br /><div align="center">Acepta, Padre misericordioso, nuestros dones y conviértelos en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fuente de toda bendición para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>PREFACIO DOMINICAL III</strong> </div><br /><div align="center">En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque manifestaste admirablemente tu poder no sólo al socorrer nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino al prever el remedio en la misma debilidad humana, y así de lo que fue causa de nuestra ruina hiciste el principio de nuestra salvación, por Cristo, nuestro Señor. Por él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo… </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 49-50)</strong> </div><br /><div align="center">Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo; en ella he puesto toda mi esperanza y ha sido ella mi consuelo en la aflicción. </div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong>ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN</strong> </div><br /><div align="center">Que esta Eucaristía renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, a fin de que podamos participar de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte hemos anunciado y compartido. Por Jesucristo, nuestro Señor.</div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center"><strong><em>¡Feliz domingo!</em></strong></div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-3058623674279289602009-09-26T07:34:00.001+02:002009-09-26T22:08:15.653+02:00Carta de León XIII sobre octubre y el Santísimo RosarioOctobri mense<br /><br />De LEÓN XIII<br /><br />Sobre el Rosario<br /><br />De 22 de septiembre de 1891<br /><br />Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica<br /><br />I. Exhortaciones anteriores a esta devoción:<br />motivo de la presente exhortación<br />Al llegar el mes de Octubre, que está consagrado y dedicado a la Santísima VIRGEN DEL ROSARIO, gratísimamente recordamos con cuánto empeño os hemos encomendado, Venerables Hermanos, en años anteriores, que excitaseis en todas partes con vuestra autoridad y prudencia al rebaño de los fieles para que ejercitasen y aumentasen su piedad hacia la gran Madre de Dios, poderosa auxiliadora del pueblo cristiano, acudiesen a ella suplicantes y la invocasen por medio de la devoción del Santísimo Rosario, que la Iglesia acostumbró a practicar y celebrar, especialmente en las circunstancias dudosas y difíciles, y siempre con el éxito deseado. Y tenemos cuidado en manifestaros de nuevo este año ese mismo deseo nuestro, v enviaros y repetiros las mismas exhortaciones, lo cual aconseja y necesita la caridad de la Iglesia, cuyos trabajos, lejos de haber recibido algún alivio, crecen de día en día en acerbidad y en número. Deploramos males conocidos por todos; los dog mas sacrosantos que la Iglesia custodia y enseña, combatidos son y menospreciados; objeto de burla la integridad de las virtudes cristianas que protege; de muchas maneras se maquina por medio de la envidia el ataque al sagrado orden de los Obispos, y principalmente al Romano Pontífice, y hasta contra el mismo Cristo Dios se ha hecho violencia con desvergonzadísima audacia y maldad abominable, cual si intentasen borrar y destruir completamente la obra divina de su redención que jamás borrará ni destruirá fuerza alguna. Es tas cosas que no son ciertamente nuevas, ocurren a la Iglesia militante la cual según profetizó Jesús a sus apóstoles, ha de estar siempre en lucha y pelea continua para enseñar a los hombres la verdad y conducirlos a la salud sempiterna, y la cual realmente combate valerosa hasta el martirio por todas las vicisitudes de los siglos sin que alegre ni gloríe nada más que de poder consagrar el suyo con la sangre de su autor, en la que se contiene la conocidísima esperanza de la victoria que se le ha prometido.<br /><br />II. La realidad presente: los enemigos y los indiferentes<br />No se puede negar, sin embargo, cuan grande tristeza acarrea a todo lo mejor esta continua actitud de pelea. Porque es, en verdad, causa de no pequeña tristeza el ver que hay por una parte muchos a quienes la perversidad de sus errores y su rebeldía contra Dios los extravían muy lejos y los conducen al precipicio, y por otra muchos que, llamándose indiferentes hacia cualquier forma de religión, parece que se han despojado de la fe divina, y, finalmente, no pocos católicos que apenas conservan la religión en el nombre, pero no la guardan en realidad ni cumplen con las obligaciones debidas. Y además, lo que angustia y atormenta con más gravedad Nuestra alma, es pensar que tan lamentable perversidad de los malos ha nacido principalmente de que en el gobierno de los estados, o no se le concede lugar alguno a la Iglesia, o se le rechaza el auxilio debido a su virtud salvadora, en lo cual aparece grande y justa la ira de Dios vengador, que permite que caigan en una miserable ceguera de entendimiento las naciones que se aparten de Él.<br /><br />III. Necesidad de la oración<br />Por lo cual las mismas cosas piden a veces y piden con más vehemencia cada día, que es enteramente necesario que los católicos dirijan a Dios fervorosas, perseverantes (sin intermisión)<a style="mso-endnote-id: edn1" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn1" name="_ednref1">[i]</a> súplicas y oraciones, y esto no solamente cada uno en particular, sino que conviene que lo hagan con la mayor publicidad, congregados en los sagrados templos, para que Dios providentísimo libre a la Iglesia de los hombres malos y perversos<a style="mso-endnote-id: edn2" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn2" name="_ednref2">[ii]</a>, y traiga a las naciones pervertidas a la salud y sabiduría por medio de la luz de la caridad de JESUCRISTO.<br />¡Cosa en verdad tan admirable que sobrepasa la fe de los hombres! El siglo sigue su camino de trabajo, confiado en sus riquezas, fuerza, armas e ingenio; la Iglesia recorre los tiempos con paso firme y seguro, confiada únicamente en Dios, hacia quien levanta noche y día sus ojos y las manos suplicantes. Porque ella, aun cuando prudentemente no desprecia los demás auxilios humanos que con la providencia de Dios le depara el tiempo, no pone su principal esperanza en ellos, sino más bien en sus oraciones, súplicas y plegarias a Dios. De aquí alcanza el medio de alimentar y robustecer su espíritu vital porque felizmente, por su constancia en orar consigue que, libre de las vicisitudes humanas y en perpetua unión con la divina Majestad, que asimile la misma vida de Cristo Nuestro Señor y la manifieste tranquila y pacíficamente, casi a semejanza del mismo Cristo, al cual en manera alguna, disminuye y quita un ápice de su beatísima luz y propia bienaventuranza la crueldad de los suplicios que padeció para nuestro bien común.<br />Estos grandes documentos de la sabiduría cristiana los conservaron y veneraron siempre religiosamente cuantos profesaron con digno valor el nombre cristiano, y las súplicas de éstos a Dios eran mayores y más frecuentes cuando, por virtud de los fraudes y violencia de hombres perversísimos, sobrevenía alguna calamidad a la Iglesia o a su supremo Jerarca. Ejemplo insigne de esto dieron los fieles de la primitiva Iglesia, y muy digno de que se proponga para ser imitado por todos los que habían de sucederles en adelante. Pedro, Vicario de Cristo Nuestro Señor, Soberano Pontífice de la Iglesia, hallábase, por orden del malvado HERODES, en la cárcel y destinado a una muerte cierta, y en ninguna parte tenía socorro ni auxilio para escapar. Pero no le faltaba aquel género de auxilio que de Dios alcanza la santa oración puesto que, según se refiere en la divina Historia, la Iglesia hacía por él fervientes súplicas: "En la Iglesia se hacía incesantemente oración por él a Dios"<a style="mso-endnote-id: edn3" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn3" name="_ednref3">[iii]</a>, y con tanto más ardor se dedicaban todos a la oración, cuanto más duramente les angustiaba la preocupación de tanto mal. Sabido es el éxito que tuvieron los votos de los que oraban, y el pueblo cristiano celebra siempre con alegre re cuerdo la milagrosa libertad de PEDRO.<br /><br />IV. La oración de Jesucristo.<br />Cristo, pues, dio un ejemplo más insigne y di vino a su Iglesia para instruirla y formarla en la santidad, no solamente por sus preceptos, sino también por su conducta. Porque Él mismo, que toda su vida había orado tan repetida y larga mente, al llegar a sus últimas horas, cuando llena su alma de inmensa amargura en el huerto de Getsemaní, desfalleció ante la muerte, entonces no sola mente oraba a su Padre, sino que orabat prolixius<a style="mso-endnote-id: edn4" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn4" name="_ednref4">[iv]</a>. y no lo hizo eso para sí, que siendo Dios nada temía ni necesitaba nada, sino que lo hizo para nosotros, lo hizo para su Iglesia, cuyas futuras preces y lágrimas ya desde entonces las hacía fecundas en gracia, recibiéndolas en sí con agrado y benevolencia.<br />Y cuando por el Misterio de la Cruz se consumó la redención de nuestro linaje, y fue fundada y constituida formalmente en la tierra la Iglesia después del triunfo de Cristo, desde ese tiempo, comenzó y prevaleció para el nuevo pueblo un nuevo orden de providencia.<br /><br />V. Por medio de María.<br />Conveniente es escrutar los designios divinos con gran piedad. Queriendo el Hijo de Dios eterno tomar la naturaleza humana para redención y gloria del hombre, y habiendo de establecer cierto lazo místico con todo el género humano, no hizo esto sin haber explorado antes el libérrimo consentimiento de la designada para Madre suya, la cual representaba en cierto modo la personalidad del mismo género humano, según aquella ilustre y verdadera sentencia de Santo Tomás de Aquino: "En la Anunciación se esperaba el consentimiento de la Virgen en lugar del de toda la humana naturaleza"<a style="mso-endnote-id: edn5" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn5" name="_ednref5">[v]</a>. De lo cual verdadera y propiamente se puede afirmar que de aquel grandísimo tesoro de todas gracias que trajo el Señor, puesto que la gracia y la verdad por Jesucristo fue hecha<a style="mso-endnote-id: edn6" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn6" name="_ednref6">[vi]</a>, nada se absolutamente nada se nos concede, según la voluntad de Dios, sino por María; de suerte que a la manera que nadie puede llegar al Padre sino por el Hijo, casi del mismo modo nadie puede llegar a Cristo sino por la Madre. ¡Cuán grande sabiduría y misericordia resplandece en este consejo de Dios! ¡Cuánta conveniencia para la flaqueza y debilidad del hombre! Porque creemos y veneramos la justicia de Aquel cuya bondad conocemos y alabamos como infinita; y tememos como juez inexorable a Aquel a quien amamos como conservador amantísimo, pródigo de su sangre y de su vida; por lo cual de estos hechos se desprende que es enteramente necesario para los afligidos un intercesor y patrono que disfrute de tanto favor para con Dios y sea de tanta bondad de ánimo que no rechace el patrocinio de nadie por desesperado que estuviera, y que levante a los afligidos y caídos con la esperanza de la clemencia divina. Y esta misma es la esclarecidísima María, poderosa en verdad como Madre de Dios Omnipotente; pero lo que es todavía más preferible, ella es afable, benigna y muy compasiva. Tal nos la ha dado Dios, pues por lo mismo que la eligió para Madre de su Hijo unigénito, la dotó completamente de sentimientos maternales, que no respiran sino amor y perdón: tal la anunció desde la Cruz cuando en la persona de Juan, se discípulo, le encomendó el cuidad y el amparo de todo el género humano: tal finalmente, se ofreció ella misma, que habiendo recibido con gran valor aquella herencia de inmenso trabajo, legada por el Hijo moribundo, inmediatamente comenzó a ejercitar todos sus deberes maternales.<br /><br />VI. María y la primitiva Iglesia<br />Ya desde el principio conocieron con gran alegría los Santos Apóstoles y los primitivos fieles este consejo de la misericordia tan querida, instituido divinamente en María y ratificado en el testamento de Cristo, conociéronlo también y lo enseñaron los Venerables Padres de la Iglesia, y todos los miembros de la grey cristiana lo confirmaron unánimes en todo tiempo, y esto aun cuando faltasen acerca de ellos toda clase de recuerdos y escritos, puesto que habla con mucha perfección cierta voz que nace del pecho de todos los hombres cristianos. Porque no de otra parte que de la fe divina, nace el que nosotros seamos conducidos y arrebatados placidísimamente por cierto muy potente impulso hacia María; que nada sea más antiguo ni más deseado, que el cobijarnos bajo la tutela y el amparo de Aquella a quien confiamos plenamente Nuestros pensamientos y obras, Nuestra integridad y penitencia, Nuestras angustias y gozos, Nuestras súplicas y votos y todas Nuestras cosas; que todos tengan una consoladora esperanza y confianza en que cuantas cosas sean ofrecidas por nosotros indignas o como menos gratas a Dios, esas mismas se tornarán sumamente agradables y bien acogidas, encomendándolas a su Santísima Madre, Y así como recibe el alma gran consuelo con la verdad y suavidad de estas cosas, motivo de tristeza son para ella, los que careciendo de la fe divina, no reconocen ni tienen a María por su Madre, y aun más de lamentar es la miseria de aquellos que, siendo partícipes de la santa fe, se atreven a vituperar a los buenos por el repetido y prolijo culto que tributan a María, con lo cual ofenden en gran manera la piedad que es propia de los hijos.<br /><br />VII. Siguiendo su ejemplo<br />Por esta tempestad de males con que la Iglesia es tan cruelmente combatida, todos sus piadosos hijos sienten el santo deber en que se hallan de suplicar con más vehemencia a Dios y la razón por la que principalmente se han de esforzar en que las mismas súplicas obtengan la mayor eficacia. Siguiendo el ejemplo de Nuestros religiosísimos padres y antepasados, acojámonos a María, Nuestra Santa Soberana, a María Madre de Jesucristo y Nuestra, y todos juntos supliquemos: "Muéstrate Madre, y llegue por ti nuestra esperanza a quien, por darnos vida nació de tus entrañas"<a style="mso-endnote-id: edn7" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn7" name="_ednref7">[vii]</a>. Ahora bien: como entre las varias fórmulas y medios de honrar a la Divina Madre han de ser elegidas aquellas que conociéremos ser más poderosas por sí mismas y más agradables a la misma Señora, Nos place indicar el Rosario e inculcarlo con especial cuidado. Comúnmente se ha dado a esta fórmula de rezar corona, por lo mismo que presenta entretejidos con felices lazos los grandes misterios de Jesús y de su Madre, los gozos, dolores y triunfos. Estos misterios tan augustos, si los fieles los meditan y contemp0lan ordenadamente con piadosa consideración, ¡cuántos maravillosos auxilios pueden obtener, ora para fomentar la fe y defenderla de la ignorancia o de la peste de los errores, ora también para relevar y sostener la fortaleza de ánimo! De este modo el pensamiento y la memoria del que ora, brillando la luz de la fe, son arrebatados con gratísimo anhelo a aquellos misterios, y fijos y contemplativos en los mismos no se cansan de admirar la obra inenarrable de la salvación humana restituida, consumada a tan grande precio y por una serie de cosas tan excelentes; luego el ánimo se enciende en amor y gracia acerca de estas señales de la caridad divina, con firma y aumenta la esperanza, ávido y excitado de los premios celestiales, preparados por JESUCRISTO para aquellos que se unan al mismo, siguiendo su ejemplo y participando de sus dolores. Esta oración trasmitida por la Iglesia, consta de palabras dictadas por el mismo Dios al Arcángel Gabriel, la cual, llena de alabanzas y de saludables votos continuada y repetida con determinado y variado orden, impetra también nuevos y dulces frutos de piedad.<br /><br />VIII. El Santo Rosario arma poderosísima<br />Y hay que creer que la misma Reina celestial añadió gran virtud a esta oración fundada y propagada por el ínclito Patriarca Domingo, por inspiración e impulso de la Señora, como bélico instrumento y muy poderoso para dominar a los enemigos de la fe en un período muy contrario al nombre católico y muy semejante a éste que estamos atravesando. Pues la secta de los herejes Albigénses, ya clandestina, ya manifiesta, había invadido muchas regiones; la infecta generación de los Maniqueos, cuyos crueles errores reproducía, dirigía contra la Iglesia sus violencias y un odio extremado. Apenas podía ya confiarse en el apoyo de los hombres contra tal perniciosa e insolente turba, hasta que vino Dios con el auxilio oportuno, con la ayuda del Rosario de María. De este modo, con el favor de la Virgen, vencedora gloriosa de todas las herejías, las fuerzas de los impíos quedaron extenuadas y aniquiladas, y la fe salva e incólume. La historia antigua, lo mismo que la moderna, conmemora con clarísimos documentos, muchos hechos semejantes perpetrados en todas las naciones y bien divulgados, ora sobre peligros ahuyentados, ora sobre beneficios obtenidos. Hay que añadir también a esto el claro argumento de que, tan luego fue instituida la oración del Rosario, la costumbre de recitarla fue adoptada y frecuentada por todos los cristianos indistinta mente. Efectivamente, la religión del pueblo cristiano honra con insignes títulos, y de varias maneras por cierto, a la Madre de Dios, que aunque saluda con tantas y tan augustas alabanzas, brilla una que aventaja a todas; siempre tuvo cariño singular a este titulo del Rosario, a este modo de orar, en el que parece que está el símbolo de la fe y el compendio del culto debido a la Señora; y con preferencia lo ha practicado privada y públicamente en el hogar y en la familia, instituyendo congregaciones, dedicando altares y cele brando magníficas procesiones, juzgan do que es el mejor medio de celebrar sus solemnidades sagradas o de merecer su patrocinio y sus gracias.<br /><br />IX. La práctica del Rosario.<br />Ni hay que pasar en silencio aquello que en este asunto pone en claro cierta providencia singular de Nuestra Señora. A saber: que cuando por larga duración de tiempo el amor a la piedad se ha entibiado en algún pueblo y se ha vuelto algún tanto remiso en esta misma costumbre de orar, se ha visto después con admiración que, ya al sobrevenir un peligro formidable a las naciones, ya al apremiar alguna necesidad, la práctica del Rosario, con preferencia a los demás auxilios de la religión, ha sido renovado por los votos de todos y restituida a su honroso lugar, y que, saludable, se ha extendido con nuevo vigor. No hay necesidad de buscar ejemplos de ello en las edades pasadas, teniendo a mano en la presente uno muy excelente. Porque en esta época en que, como al principio advertimos, en tanto grado es amarga para la Iglesia, y amarguísima para Nos que por disposición divina estamos dirigiendo su timón, se puede mirar y admirar con qué valerosas y ardientes voluntades es reverenciado y celebrado el Rosario de Maria en todos los lugares y pueblos católicos; y como esto hay que atribuir lo rectamente a Dios, que modera y dirige a los hombres, más bien que a la prudencia y ayuda de ningún hombre. Nuestro ánimo se conforta y se repara extraordinariamente y se llena de gran confianza en que se han de repetir y amplificar los triunfos de la Iglesia en favor de María.<br /><br />X. Más fe y confianza en la oración<br />Mas hay algunos que estas mismas cosas que Nos hemos expresado, las sienten verdaderamente; pero porque nada de lo esperado se ha conseguido, especialmente la paz y tranquilidad de la Iglesia, antes al contrario, ven quizás que los tiempos han empeorado, interrumpen o abandonan fatigados y desconfiados, la solicitud e inclinación a orar. Tales hombres adviertan ante todo y esfuércense para que las preces que dirijan a Dios sean adornadas de convenientes virtudes, según el mandato de Nuestro Señor Jesucristo; y aunque así fueren estas preces, consideren, por último, que es cosa indigna e ilícita fijar tiempo y modo en que ha de ayudarnos Dios, que nada absolutamente nos debe; de suerte que cuando oye a los que oran y cuando corona nuestros méritos, no corona sino sus propias mercedes<a style="mso-endnote-id: edn8" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn8" name="_ednref8">[viii]</a>, y que cuando menos condesciende a Nuestros votos, obra como buen padre con sus hijos, compadeciéndose de su ignorancia y mirando por su utilidad. Pero las oraciones que ofrecemos humildemente a Dios en unión con los sufragios de los santos del cielo para hacerlos propicios a la Iglesia, el mismo Dios nunca deja de admitirlas y cumplirlas benignísimamente, ora se refieran a los bienes máximos e inmortales de la Iglesia, ora a los menores y temporales. Porque a estas preces, con verdad, añade valor y abundancia de gracia con sus preces y sus méritos Jesucristo Señor Nuestro, que Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla... y para presentársela a sí mismo gloriosa<a style="mso-endnote-id: edn9" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn9" name="_ednref9">[ix]</a>. Él que es el Pontífice Soberano de ella, santo inocente, viviendo siempre para interceder por nosotros<a style="mso-endnote-id: edn10" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn10" name="_ednref10">[x]</a>, cuyos ruegos y súplicas creemos por la fe divina que han de tener cumplimiento.<br />En lo que concierne a los bienes exteriores y temporales de la Iglesia, ésta tiene que habérselas muchas veces, como es sabido, con terribles adversarios por su malevolencia y poder que le usurpan sus bienes, restringen y oprimen su libertad, atacan y desprecian su autoridad, le causan, en una palabra, toda clase de daños y malos tratamientos. Pero si se investiga por qué su maldad no va hasta el límite de las inquietudes que intentan y se esfuerzan en procurar, fácil es conocerlo; pero al contrario la Iglesia, en medio de tantas vicisitudes, se muestra siempre con la misma grandeza y la misma gloria, siempre de una manera distinta, y no cesa de aumentar. La verdadera y principal razón de este contraste es ciertamente la intervención de Dios solicitada por la Iglesia. Y no comprende bien la razón humana cómo la maldad imperante se circunscribe a límites tan estrechos, mientras que la Iglesia, a pesar de su opresión, alcanza tan magnífico triunfo. Y lo mismo se ve, aún con más claridad, en aquella especie de bienes con los que la Iglesia conduce próximamente a los hombres a la consecución del bien último. Pues habiendo nacido para este ministerio, por fuerza debe poder mucho con sus plegarias para que tenga eficacia perfecta en ellos el orden de la Providencia y misericordia divinas; y de esta manera los hombres que oran con la Iglesia y por la Iglesia, alcanzan, por fin, y obtienen las gracias que Dios omnipotente dispuso conceder desde la eternidad<a style="mso-endnote-id: edn11" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn11" name="_ednref11">[xi]</a>. La mente humana se turba ante los altos designios de Dios providente, pero llegará algún día en que se verá claramente, cuando Dios por su benignidad quiera manifestar las causas y consecuencias de las cosas a Él conocidas, cuánta fuerza y utilidad tenía para conseguir este género de cosas la práctica de orar.<br />Se verá también que de allí procede el que tantos hombres, en medio de la corrupción de un mundo depravado, se hayan mostrado puros e intactos de todas las manchas de la carne y del espíritu trabajando por su santificación en el temor de Dios<a style="mso-endnote-id: edn12" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn12" name="_ednref12">[xii]</a>; que otros que estaban a punto de dejarse arrastrar por el mal, se han detenido inmediatamente y han recibido del peligro mismo y de la tentación un feliz aumento de virtud; que otros, en fin, que habían caído, han sentido en sí el impulso que los ha levantado y les ha echado en los brazos de la misericordia de Dios.<br />Habida cuenta de estas consideraciones, conjuramos, pues, solícitamente a los cristianos a que no se dejen sorprender por las astucias del antiguo enemigo y a que no desistan por ningún motivo del celo de la oración; antes bien que perseveren y persistan sin intermisión, Que su primera solicitud sea la del supremo bien y la de pedir por la salud eterna de todos y la conservación de la Iglesia. Pueden, después, pedir a Dios los demás bienes, necesarios o útiles para la vida, con tal que se sometan de antemano a su voluntad, siempre justa, y le den asimismo gracias como a Padre benifentísimo, ya conceda o ya niegue lo que le pidan; que tengan, finalmente, aquélla religión y piedad para con Dios, que tan necesaria es y que los Santos tuvieron, y el mismo Redentor y Maestro con gran clamor y lágrimas<a style="mso-endnote-id: edn13" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn13" name="_ednref13">[xiii]</a>.<br /><br />XI. Oración y penitencia<br />Y ahora Nuestro ministerio y Nuestra pastoral caridad desean que Nos imploremos de Dios soberano dispensador de bienes para todos los hijos de la Iglesia, no sólo el espíritu de la oración, sino también el de la penitencia. Haciéndolo con todo Nuestro corazón, Nos exhortamos igualmente a todos y cada uno para que practiquen ambas virtudes, estrechamente unidas entre sí. La oración tiene por efecto sostener el alma, darle valor, elevarla hacia las cosas divinas; la penitencia tiene por resultado darnos el imperio sobre nosotros mismos, especialmente sobre nuestro cuerpo, lleno de peso de la antigua falta y enemigo de la razón y de la ley evangélica. Esas virtudes, como es fácil ver, se sostienen mutuamente la una a la otra, y concurren igualmente a substraer y arrancar de las cosas perecederas al hombre nacido para el cielo, y a elevarlo a una especie de comercio celestial con Dios. Sucede, por el contrario, que aquel en cuya alma bullen las pasiones, cae en la malicia por las ambiciones, halla insípidas las dulzuras de las cosas celestiales, y no tiene por toda oración más que una palabra fría y lánguida, indigna de ser escuchada por Dios.<br />Tenemos ante los ojos los ejemplos de penitencia de los Santos cuyas oraciones y súplicas, como sabemos por los anales sagrados, han sido, por esta causa, extremadamente agradables a Dios y han obrado prodigios. Ellos arreglaban y domaban incesantemente su espíritu y su corazón; se aplicaban a sujetarse con plena aquiescencia y completa sumisión a la doctrina de JESUCRISTO y a las enseñanzas y preceptos de su Iglesia; a no tener voluntad propia en cosa alguna, sino después de haber consultado a Dios; a no encaminar todas sus acciones más que al aumento de la gloria del Señor; a reprimir y quebrar enérgicamente sus pasiones; a tratar con implacable dureza su cuerpo; a abstenerse por virtud de todo placer, por inocente que fuera. De esa manera podrán, con toda verdad, aplicarse a sí mismos estas palabras de SAN PABLO: Nuestra conversación está en los cielos<a style="mso-endnote-id: edn14" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn14" name="_ednref14">[xiv]</a>; y por lo mismo, sus oraciones eran tan eficaces para tener a Dios propicio y amoroso. Claro es que no todos pueden ni deben llegar ahí; pero las razones de la justicia divina, para la que se ha de hacer estrictamente una penitencia proporcionada a las culpas cometidas, exigen que cada uno, en espíritu de voluntaria mortificación, castigue su vida y sus costumbres; y conviene mucho imponerse penas voluntarias en vida para merecer mayor recompensa de la virtud.<br /><br />XII. Caridad.<br />Por otra parte, como en el cuerpo místico de Jesucristo, que es la Iglesia, estamos todos unidos y vivimos como miembros suyos, resulta según la palabra de San Pablo, que a la manera que todos los miembros se regocijan de lo que acontece dichosamente a uno de ellos, y se entristecen con el sufre, así también los fieles cristianos deben sentir los sufrimientos espirituales o corporales, los unos de los otros y ayudarse entre sí todo lo posible: Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que todos los miembros se interesen los unos por los otros, de manera que si un miembro padece, todos los demás sufren; y si un miembro recibe honor, todos los demás gozan con él. Vosotros sois el cuerpo de Jesucristo, y miembros los unos de los otros<a style="mso-endnote-id: edn15" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn15" name="_ednref15">[xv]</a>.<br />En este modo de caridad para el que quiere imitar el ejemplo de JESUCRISTO, que h a derramado con inmenso amor su sangre para la satisfacción por nuestros pecados, hay una exhortación de tomar cada uno sobre sí las faltas de los demás, hay también un gran lazo de perfección que permite a los fieles estar unidos entre sí, y muy estrechamente también con los ciudadanos del cielo y con Dios. En una palabra: la acción de la santa penitencia es tan variada e ingeniosa y se extiende tanto, que cada uno, según su piadosa manera y con buena voluntad, puede hacer de ella uso frecuente y poco difícil.<br /><br />XIII. Una esperanza y un deseo<br />En conclusión, Venerables Hermanos, Nos nos prometemos con vuestra ayuda un feliz resultado de Nuestras advertencias y exhortaciones, tanto en razón de vuestra insigne y particular piedad hacia la Madre de Dios, como por vuestra caridad y celo por la grey cristiana; y estos frutos que la devoción, tantas veces manifestada con esplendor de los católicos a María, ha producido, se goza Nuestra alma en recogerlos ya anticipadamente en gran abundancia.<br />Llamados por vosotros, en virtud de vuestras exhortaciones y siguiéndoos, deseamos que los fieles principalmente en el próximo mes de Octubre se congreguen en derredor de los solemnes altares de la augusta Reina, y de la Madre llena de bondad, y a fin de tejerle y ofrecerle como buenos hijos con la oración del Rosario, que tanto le agrada, una corona mística. Además, Nos mantenemos y Nos confirmamos las prescripciones y los favores de la santa indulgencia acordad, precedentemente con este motivo<a style="mso-endnote-id: edn16" title="" href="http://www.mercaba.org/LEON%20XIII/octobri_mense.htm#_edn16" name="_ednref16">[xvi]</a>.<br />¡Qué hermoso e imponente espectáculo será en las ciudades, en los pueblos, en las aldeas, en tierra y en el mar, en todas partes por donde se extiende el mundo católico, que esos centenares de millares de fieles asociando sus alabanzas y juntando sus oraciones, con un solo corazón, con una voz unánime, se reúnan para saludar a MARÍA e implorar a María y a esperarlo todo de María!<br /><br />XIV. Conclusión<br />Que por su mediación pidan confiadamente todos los fieles después de haber rogado a su divino Hijo, que vuelvan las naciones extraviadas a los preceptos e instituciones cristianas en las que consiste el fundamento de la salud pública, y de donde dimana la abundancia de la deseada paz y felicidad verdadera. Que por su mediación se esfuercen en obtener, tanto más cuanto que éste es el mayor de todos los bienes, que nuestra Madre la Iglesia recobre la posesión de su libertad y pueda disfrutarla en paz; Libertad que, como es sabido, no tiene otro objeto para la Iglesia que el de poder procurar a los hombres los supremos bienes. Lejos de haber causado jamás hasta ahora el menor perjuicio a los particulares ni a los pueblos, la Iglesia, en todo tiempo, les ha procurado numerosos e insignes beneficios.<br />Que por la intercesión de la Reina del Santísimo Rosario, os conceda Dios, Venerables Hermanos, los bienes celestiales, con los cuales aumenta y acrecienta de día en día las fuerzas y los auxilios que necesitáis para llenar las obligaciones de vuestro ministerio pastoral; que os sirva de augurio y prenda la bendición apostólica que Nos os damos amantísimamente a vosotros, al clero y a los pueblos confiados a vuestro cuidado.<br /><br />Dado en Roma, junto a San Pedro, el 22 de Septiembre de 1891, año 14 de Nuestro Pontificado.<br />LEÓN XIIIITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-63510485236996064032009-09-25T07:55:00.000+02:002009-09-25T07:55:00.455+02:00Reliquias de la Pasión: el Santo Rostro<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.voltosanto.it/imag/rostro1-di.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 117px; height: 159px;" src="http://www.voltosanto.it/imag/rostro1-di.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><table id="table1" border="0" width="100%"><tbody><tr><td width="50%"><p style="line-height: 150%; text-align: left; font-weight: bold;"><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;font-size:85%;" >Continúo con los artículos sobre las reliquias de la Pasión un viernes más. Nos toca hoy el Santo Rostro de Manoppello. Más adelante trataré la Santa Síndone (Sábana Santa), en una fecha más cercana al año 2010 (en que esta será expuesta y visitada por el Santo Padre).</span></p><p style="line-height: 150%; text-align: left;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: bold;font-family:Verdana, sans-serif;font-size:85%;" >Este artículo esta tomado de: <a href="http://www.voltosanto.it/Spagnolo/paginadx1.php?c=1">http://www.voltosanto.it/Spagnolo/paginadx1.php?c=1</a></span><span style="font-size: 10pt; font-weight: 700;font-family:Verdana, sans-serif;font-size:85%;" ><br /></span></p><p style="line-height: 150%;" align="center"><span style="font-size: 10pt; font-weight: 700;font-family:Verdana, sans-serif;font-size:100%;" >EL VELO</span></p> <p style="line-height: 150%;" align="center"> <span style="font-family:Verdana, sans-serif;font-size:100%;">"...et sudarium, quod fuerat super caput eius..."<br />(Evangelium sec. Ioannem 20:7) </span></p> <p> </p></td> </tr> </tbody></table> <p style="line-height: 150%;" align="justify"> <span style="font-family:Verdana, sans-serif;font-size:100%;">El Santo Rostro es un Velo que mide cm. 17x24, desplegado y protegido en un marco entre dos hojas de vidrio y es tan sutil que no se puede extraerlo del relicario sin correr el riesgo de dañar la Imagen <span lang="it"> impresa</span> misteriosamente. Por lo tanto todavía no ha sido averiguado científicamente el tipo de fibra que <span lang="it">a primera vista parece ser</span> <span lang="it"></span>un antiguo biso marino, una muy preciosa "seda del mar" también hallada dentro de unos sarcófagos de las pirámides egipcias, el "lino fino" mencionado cuarenta y seis veces, ni más ni menos, en la <a target="_blank" style="color: rgb(0, 0, 255); font-size: 10pt; text-decoration: none;" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM">Biblia</a>.</span></p><span class="Stile1" style="font-size:100%;"><span style="font-family:Verdana, sans-serif;">Los hilos horizontales son bastante ondeantes, el tejido es de estructura ordinaria, de modo que urdimbre y trama se cruzan en la forma más sencilla como en una normal tejedura y es tan tenue que la <span lang="it">I</span>magen es visible sea desde la parte anterior que desde la parte posterior del sagrario.<br />Si detrás del Velo diáfano se pone un periódico, se puede leerlo fácilmente incluso desde <span lang="it">lejos</span>.<br />Hay la efigie de un hombre de cabello largo, con la cara tumefacta, la frente ensangrentada, la nariz contusa (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PUW.HTM">Mr 15:17</a> - <a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PUG.HTM">Mt 27:29</a>) y una mejilla hinchada (<a style="color: rgb(0, 0, 255);" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PW3.HTM">Jn 18:22</a>). El tono de color es marrón<span lang="it"> y</span> el rojo claro de los labios anula cualquier aspecto material.<br /><br /></span></span><span class="Stile1" style="font-size:100%;"><span style="font-family:Verdana, sans-serif;">La luz floja de una vela, aplastando la matización, puede evidenciar las manchas lívidas del rostro golpeado (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PW4.HTM">Jn 19:1-3</a>).<br />Los ojos miran muy intensamente hacia arriba de modo que se puede ver el blanco del globo del ojo bajo el iris y las pupilas totalmente abiertas, pero en una manera irregular.<br />La boca semi-abierta parece estar a punto de proferir la palabra AMOR (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__P107.HTM">1Jn 4:8</a> "Dios es amor") y la mirada atónita y a la vez muy benévola y consoladora<span lang="it">, pues en verdad el Amor del Redentor hacia nosotros es tan grande que incluso después de su Pasión dijo a sus discipulos "yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PUH.HTM">Mateo 28:20</a>).</span></span><span style="font-family:Verdana, sans-serif;"><br /><br /></span></span><span class="Stile1"><span style="font-family:Verdana, sans-serif;font-size:100%;">No sólo las ampliadas fotografías digitales, <span lang="it">realizadas por el prof. D. Vittore de Bari y por el prof. G. Fanti de Padua, </span>sino también las observaciones bajo luz ultravioleta confirman que no hay pintura sobre el Velo.<br /><span lang="it"> </span><br />La experta i<span lang="it">c</span>onógrafa <span lang="it">B. Paschalis Schlömer</span></span><span lang="it" style="font-size:100%;"></span><span style="font-family:Verdana, sans-serif;font-size:100%;"> <span lang="it">demuestra que el Santo Rostro de Manoppello se sobrepone perfectamente </span>a la Imagen de la Sábana Santa de Turín (con más de diez puntos d</span><span style="font-family:Verdana, sans-serif;font-size:100%;"><span style="font-size: 10pt;">e referencia) y el Prof. Andreas Resch aclara que la admirable identidad, enternecedora hasta las lágrimas, confirma la autenticidad de las dos Reliquias visto que sin lugar a dudas no puede ser una mera casualidad: resulta evidente el mismo Rostro de Jesucristo, su Resurrección al tercer <span style="font-size: 10pt;">día </span>de su <span style="font-size: 10pt;">Deposición de </span>la Cruz<span lang="it"> <a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PV6.HTM"> (Lu 9:22</a>)</span>.<br /><br /></span></span></span><span class="Stile1" style="font-size:100%;"><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" >P. Heinrich Pfeiffer, catedrático de icononografía e historia de arte</span><span style="font-family:Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 10pt;"> Cristiano en la Universidad pontificia Gregoriana, explica que el Velo fue considerado también en los tiempos antiguos "ảχειροποίητος", es decir no humana obra de arte y que esta sagrada Imagen sirvió de modelo a las representaciones posteriores del Santo Rostro, incluidos los retratos en las catacumbas romanas del siglo IV.<br />Afirma además que Nuestro Señor no nos ha dejado sólo su Palabra en la Sagrada Escritura, sino también su Imagen que se produjo en la tumba cuando una radiante energ</span></span><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" >í</span><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" >a sobrenatural quizá alumbró (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__P104.HTM">1Jn 1:5</a> "Dios es Luz") el "lino fino" empapado en áloe y mirra, fotosensibles 'aromas' (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PW4.HTM">Juan 19:39,40</a>) dejando la impresión del inmenso evento, la evidencia divina de la Pasión, Resurrección y Gloria sempiterna de </span><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" ><span lang="it">Jesús </span> (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PUH.HTM">Mt 28:7</a> - <a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PVL.HTM"> Lu 24:51</a> - <a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PW7.HTM"> Hch 1:9</a>). </span> <i> <span style="font-family:Verdana, sans-serif;"><br /><span lang="it"> </span><br /><span lang="it"> </span><br />“… <span lang="it">y </span>el sudario (*) que cubrió su cabeza, no junto a las vendas (**), sino plegado en un lugar aparte."</span><span style="font-family:Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: 10pt;"> (<a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PW5.HTM">Juan 20:</a></span></span><span style="font-family:Verdana, sans-serif;"><a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none;" target="_blank" href="http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PW5.HTM">7</a></span><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" >)</span><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" ><br /><span lang="it"> </span><br />(*)<span lang="it"> </span>”Soudarion” – el Santo Rostro de Manoppello, venerado antaño en Roma y llamado <a style="color: rgb(0, 0, 255); text-decoration: none; font-size: 10pt; font-family: Verdana;" target="_blank" href="http://www.voltosanto.it/Spagnolo/dettaglio500.php?x1=1">Verónica</a><span lang="it"> - "</span>vera icona<span lang="it">"</span> <span lang="it">=</span> verdadero icón. (H. Pfeiffer).<br /><span lang="it"> </span><br />(**)<span lang="it"> </span>”Othonia” – la Sábana Santa de Turín<span lang="it">:</span> superpuesta, esta <a style="color: rgb(0, 0, 255); font-size: 10pt;" target="_blank" href="http://www.voltosanto.it/Spagnolo/dettaglio500.php?x1=1">Imagen</a> coincide perfectamente con el Velo de Manoppello. (B. P. Schlömer)<br /><br /><br /></span></i></span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:100%;" class="Stile1" ><span class="Stile1"><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana, sans-serif;" >Benedicat tibi Dominus et custodiat te!<span lang="it"> </span>Illuminet Dominus faciem suam super te et misereatur tui!<br />Convertat Dominus vultum suum ad te et det tibi pacem!<span lang="it"> </span>Nm 6, 24-26</span></span></span>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-54704711299492441342009-09-24T21:13:00.000+02:002009-09-24T21:14:34.575+02:00Catequesis del Papa, San Anselmo, teólogo, maestro y pastor valienteQueridos hermanos y hermanas:<br /><br />En Roma, en la colina del Aventino, se encuentra la abadía benedictina de San Anselmo. Como sede de un Instituto de estudios superiores y del abad primado de los Benedictinos Confederados, es un lugar que une la oración, el estudio y el gobierno, precisamente las tres actividades que caracterizaron la vida del santo al que está dedicada: Anselmo de Aosta, de cuya muerte se celebra este año el IX centenario. Las múltiples iniciativas, promovidas especialmente por la diócesis de Aosta por este feliz aniversario, han manifestado el interés que sigue suscitando este pensador medieval. Es conocido también como Anselmo de Bec y Anselmo de Canterbury con motivo de las ciudades con las que ha tenido relación. ¿Quién es este personaje al que tres localidades, lejanas entre sí y colocadas en tres naciones distintas - Italia, Francia e Inglaterra - se sienten particularmente vinculadas? Monje de intensa vida espiritual, excelente educador de jóvenes, teólogo con una extraordinaria capacidad especulativa, sabio hombre de gobierno e intransigente defensor de la libertas Ecclesiae, de la libertad de de la Iglesia, Anselmo en una de las personalidades eminentes de la Edad Media, que supo armonizar todas estas cualidades gracias a una profunda experiencia mística que guió siempre su pensamiento y su acción.<br /><br />San Anselmo nació en el 1033 (o a principios del 1034) en Aosta, primogénito de una familia noble. El padre era un hombre rudo, dedicado a los placeres de la vida y disipador de sus bienes; la madre, en cambio, era mujer de elevadas costumbres y de profunda religiosidad (Cf. Eadmero, Vita s. Anselmi, PL 159, col 49). Fue ella, la madre, quien cuidó de la primera formación humana y religiosa de su hijo, que confió después a los Benedictinos de un priorato de Aosta. Anselmo, que desde niño - como narra su biógrafo - imaginaba la morada del buen Dios entre las altas y nevadas cumbres de los Alpes, soñó una noche que era invitado en este palacio espléndido por el mismo Dios, que se entretuvo mucho rato y afablemente con él y al final le ofreció de comer "un pan blanquísimo" (ibid., col 51). Este sueño le dejó la convicción de ser llamado a cumplir una alta misión. A la edad de quince años, pidió ser admitido en la Orden benedictina, pero el padre se opuso con toda su autoridad y no cedió siquiera cuando el hijo, gravemente enfermo, sintiéndose cerca de la muerte, imploró el hábito religioso como último consuelo. Después de la curación y la desaparición prematura de su madre, Anselmo atravesó un periodo de disipación moral: descuidó los estudios y, abrumado por las pasiones terrenales, se hizo sordo a la llamada de Dios. Volvió a casa y empezó a viajar por Francia, buscando nuevas experiencias. Después de tres años, llegado a Normandía, se dirigió a la abadía benedictina de Bec, atraído por la fama de Lanfranco de Pavía, prior del monasterio. Para él fue un encuentro providencial y decisivo para el resto de su vida. Bajo la guía de Lanfranco, Anselmo retomó con vigor sus estudios y en poco tiempo se convirtió no sólo en el alumno predilecto, sino también en el confidente de su maestro. Su vocación monástica se volvió a encender y, tras una atenta valoración, a la edad de 27 años entró en la Orden monástica y fue ordenado sacerdote. La ascética y el estudio le abrieron nuevos horizontes, haciéndole volver a encontrar, a un nivel mucho más alto, esa familiaridad con Dios que había tenido de niño.<br /><br />Cuando en el 1063 Lanfranco se convirtió en abad de Caen, Anselmo, con apenas tres años de vida monástica, fue nombrado prior del monasterio de Bec y maestro de la escuela claustral, revelando dotes de refinado educador. No le gustaban los métodos autoritarios; comparaba a los jóvenes con las pequeñas plantas que se desarrollan mejor si no se las encierra en un invernadero, y les concedía una "sana" libertad. Era muy exigente consigo mismo y con los demás en la observancia monástica, pero en lugar de imponer la disciplina se empeñaba en hacerla seguir con la persuasión. A la muerte del abad Erluino, fundador de la abadía de Bec, Anselmo fue elegido por unanimidad a sucederle: era en febrero de 1079. Entretanto numerosos monjes habían sido llamados a Canterbury para llevar a los hermanos del otro lado del Canal de la Mancha la renovación que se estaba produciendo en el continente. Su obra fue bien aceptada, hasta el punto de que Lanfranco de Pavía, abad de Caen, se convirtió en el nuevo arzobispo de Canterbury y pidió a Anselmo que transcurriera un cierto tiempo con él para instruir a los monjes y ayudarle en la difícil situación en que se encontraba su comunidad eclesial tras la invasión de los normandos. La permanencia de Anselmo se reveló muy fecunda; ganó simpatía y estima, hasta tal punto que a la muerte de Lanfranco, fue elegido para sustituirle en la sede arzobispal de Canterbury. Recibió la solemne consagración episcopal en diciembre de 1093.<br /><br />Anselmo se empeñó inmediatamente en una enérgica lucha por la libertad de la Iglesia, manteniendo con valor la independencia del poder espiritual respecto del temporal. Defendió a la Iglesia de las indebidas injerencias de las autoridades políticas, sobre todo de los reyes Guillermo el Rojo y Enrique I, encontrando ánimo y apoyo en el Romano Pontífice, al que Anselmo demostró siempre una valiente y cordial adhesión. Esta fidelidad le costó, en el 1103, también la amargura del exilio de su sede de Canterbury. Y sólo cuando, en 1106, el rey Enrique I renunció a la pretensión de conferir las investiduras eclesiásticas, como también a la acumulación de los impuestos y a la confiscación de los bienes de la Iglesia, Anselmo pudo volver a Inglaterra, donde fue acogido festivamente por el clero y por el pueblo. Se había concluido así felizmente la larga lucha combatida por él con las armas de la perseverancia, del orgullo y de la bondad. Este santo arzobispo que tanta admiración suscitaba en torno a sí, allí donde se dirigiera, dedicó los últimos años de su vida sobre todo a la formación moral del clero y a la búsqueda espiritual sobre argumentos teológicos. Murió el 21 de abril de 1109, acompañado por las palabras del Evangelio proclamado en la Santa Misa de aquel día: "Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas; yo, por mi parte, dispongo un Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino..." (Lucas 22,28-30). El sueño de aquel misterioso banquete, que había tenido desde pequeño, precisamente al principio de su camino espiritual, encontraba así su realización. Jesús, que le había invitado a sentarse a su mesa, acogió a san Anselmo, a su muerte, en el reino eterno del Padre.<br /><br />"Dios, te lo ruego, quiero conocerte, quiero amarte y poder gozar de ti. Y si en esta vida no soy capaz de ello plenamente, que al menos cada día pueda progresar hasta cuando llegue a la plenitud" (Proslogion, cap.14). Esta oración nos permite comprender el alma mística de este gran santo de la época medieval, fundador de la teología escolástica, al que la tradición cristiana ha dado el título de "doctor magnífico", porque cultivó un intenso deseo de profundizar en los misterios divinos, en la plena conciencia sin embargo de que el camino de búsqueda de Dios nunca se concluye, al menos en esta tierra. La claridad y el rigor lógico de su pensamiento han tenido siempre como objetivo "alzar la mente a la contemplación de Dios" (Ivi, Proemium). Afirma claramente que quien pretende hacer teología no puede contar sólo con su inteligencia, sino que debe cultivar al mismo tiempo una profunda experiencia de fe. La actividad del teólogo, según san Anselmo, se desarrolla así en tres estadios: la fe, don gratuito de Dios que hay que acoger con humildad; la experiencia, que consiste en la encarnación de la palabra de Dios en la propia existencia cotidiana; y por último el verdadero conocimiento, que nunca es fruto de razonamientos asépticos, sino de una intuición contemplativa. Siguen siendo, por tanto, muy útiles también hoy, para una investigación teológica sana y para quien quiera profundizar en las verdades de la fe, sus célebres palabras: "No pretendo, Señor, penetrar en tu profundidad, porque no puedo siquiera desde lejos confrontar con ella mi intelecto; pero deseo entender, al menos hasta cierto punto, tu verdad, que mi corazón cree y ama. No busco entender para creer, sino que creo para entender" (Ivi, 1).<br /><br />Queridos hermanos y hermanas, que el amor por la verdad y la sed constante de Dios, que han marcado toda la existencia de san Ambrosio, sean un estímulo para todo cristiano para buscar sin cansarse nunca una unión cada vez más íntima con Cristo, Camino, Verdad y Vida. Además, que el celo lleno de valentía que distinguió su acción pastoral, y que le procuró entonces incomprensiones, amargura y finalmente el exilio, sea un ánimo para los pastores, para las personas consagradas y para todos los fieles a amar a la Iglesia de Cristo, a rezar, a trabajar y a sufrir por ella, sin abandonarla nunca o traicionarla. Que nos obtenga esta gracia la Virgen Madre de Dios, hacia la cual Anselmo nutrió una tierna devoción filial. "María, a ti quiere amar mi corazón - escribe san Anselmo - a ti mi lengua desea alabar ardientemente".<br /><br /><br /><br />[Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]<br /><br /><br /><br />Queridos hermanos y hermanas:<br /><br />San Anselmo nació en Aosta en el seno de una familia noble. De su madre recibió una profunda formación humana y cristiana. Guiado por Lanfranco de Pavía, prior de la abadía benedictina de Bec, estudió con diligencia las disciplinas eclesiásticas. Allí abrazó la vida monástica y fue ordenado sacerdote, siendo posteriormente elegido abad de esa comunidad. Cuando Lanfranco de Pavía fue designado Arzobispo de Canterbury, pidió a Anselmo que lo ayudara en su tarea pastoral, ya que esa comunidad pasaba una difícil situación tras la invasión de los normandos. San Anselmo trabajó en esa diócesis fructuosamente y se ganó la estima de todos. Fue nombrado sucesor de Lanfranco al frente de esa Sede episcopal, a la que se dedicó con todas sus fuerzas, defendiendo valientemente la independencia de la Iglesia del poder temporal, lo cual le costó el exilio. Cuando pudo regresar a Canterbury, se consagró a formar a su clero y al cultivo de la teología. Murió en el año mil ciento nueve.<br /><br />Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular, al grupo de sacerdotes de Valencia que celebran el cuarenta aniversario de su ordenación presbiteral, acompañados por el Señor Cardenal Antonio Cañizares Llovera y Monseñor Jesús Murgui Soriano, Obispo de Mallorca; a los miembros de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España, a los alumnos del Colegio Sacerdotal Argentino y del Pontificio Colegio Mexicano de Roma. Que el amor a la verdad y la constante sed de Dios, que distinguieron la vida de san Anselmo de Aosta, nos impulsen a buscar infatigablemente una unión cada vez más profunda con Cristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Muchas gracias.<br /><br /><br /><br />[Traducción del italiano por Inma Álvarez<br /><br />© Libreria Editrice Vaticana]ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-10640508397279175432009-09-23T16:37:00.004+02:002009-09-23T16:41:26.255+02:00La estrategia de la tensión y un nuevo ataque al Papa<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.analisisdigital.com/ImagenesNoticias/1214515810681_benedicto_xvi%282%29.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 200px; height: 171px;" src="http://www.analisisdigital.com/ImagenesNoticias/1214515810681_benedicto_xvi%282%29.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Pongo hoy este interesantísimo artículo preparado por el blog <span style="font-style: italic;">Fides et Forma</span> y tomado del blog <span style="font-style: italic;">La Buhardilla de Jerónimo</span>. Pienso que debería ser un toque de atención para todos y una llamada a defender al Santo Padre haciéndonos eco de sus palabras y siguiendo paso a paso todos sus actos.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-size:100%;">***</span></div><p align="justify"><i><span style="font-size:100%;">Ofrecemos un análisis del blog <span style="font-size:85%;"><a href="http://fidesetforma.blogspot.com/" target="_blank">Fides et Forma</a></span> sobre la “estrategia de la tensión”, nombre que designa los múltiples ataques, ciertamente planificados, a la persona y a las directivas del Papa Benedicto XVI. Si bien en algunos aspectos nuestros puntos de vista difieren de los del autor, nos parece importante para tomar conciencia de esta triste realidad en vísperas de un nuevo ataque que, transmitido por la televisión sueca y con la colaboración de algunos obispos, intentará despertar nuevamente la polémica del “caso Williamson”. </span></i></p> <p align="center"><span style="font-size:100%;">***</span></p> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Somos testigos desde hace meses, por no decir desde hace al menos tres años, de una verdadera <i>estrategia de la tensión</i> por la cual grupúsculos de poderosos <i>frondistas</i> se oponen a las acciones y a las directivas de Su Santidad Benedicto XVI. Esta estrategia merece ser desvelada de una vez por todas y analizada en su más secreta fenomenología.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">En el 2005, el Colegio Cardenalicio eligió como Papa al Cardenal Ratzinger. Del Cardenal se conocían sus posiciones medidas y prudentes respecto a las revoluciones realizadas en abierto contraste con las decisiones conciliares, pero siempre motivadas por el así llamado “espíritu del Concilio”. Ratzinger era considerado no sólo un hombre de confianza de Juan Pablo II, capaz de asegurar una continuidad indiscutida con el gran pontífice polaco, sino también el Prefecto del ex Santo Oficio, aquel que había sido capaz de sostener la ortodoxia católica en un período de gran tempestad ética y doctrinal.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Esa elección fue, para muchos, el signo de una profunda continuidad con el pontificado de Juan Pablo II. Esa elección ha sido, ciertamente, obra del Espíritu Santo. Sin embargo, es inútil negar que desde abril de 2005 el nuevo Papa se ha encontrado frente a un denso grupo de cardenales y obispos dispuestos a obstaculizar de todas las maneras su obra.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Ellos han elegido una estrategia sutil, fluida, flexible. Han decidido “exponer” al Papa para hundir definitivamente todo lo que él, con gran valentía e infinita bondad, ha decidido ofrecer al catolicismo, y para mostrarlo desde el abismo en que parecía definitivamente destinado a caer. Han comprendido, de manera muy evidente, que el único modo para derrotar al “enemigo” ideológico (en resumen, todo aquello que se opone a la mundanización de la Iglesia y al dogma intangible del Vaticano II entendido como ruptura con el pasado y como adhesión de la Iglesia al mundo) no era simplemente oponerse a ello sino, mas bien, facilitar su choque con el mundo.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Si el Santo Padre es atacado por los medios y por la “sociedad civil” (o mejor dicho, “incivil”) debido a sus posiciones “de trinchera” (como diría el neocatólico Tony Blair) sobre aborto, contracepción, eutanasia, etc., el deber de estos innovadores eclesiales resulta extremadamente facilitado. Su sutil habilidad para maniobrar aquellos pocos sistemas capaces de asegurar su victoria es, de este modo, cotidianamente premiada.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Y será claro para los lectores que tales sistemas pueden contarse con los dedos de una mano: allí se los encontrará fácilmente dando una vuelta entre la oficina de prensa y la oficina de los redactores de los discursos papales, pasando por el sotobosque curial de la Secretaría de Estado. A estos tres bastiones, prácticamente inatacables pero omnipotentes ya que todo lo filtran y todo lo controlan, aún sin ser lugares de prestigio visible e inmediato, deben ser agregadas algunas congregaciones y pontificios consejos, en pie de guerra desde sus vértices. A estas estructuras, deben añadirse las relaciones interpersonales y el carisma de los individuos, y se tendrá un panorama completo de las fuerzas en campo.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Ahora, sin embargo, es tiempo de recapitular, en forma breve y deteniéndonos sólo en las cuestiones más evidentes, lo que ha ocurrido en el curso de los últimos cuatro años:</span></p> <br /> <p align="justify"><b><span style="font-size:100%;">2005</span></b></p> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">A pesar del íncipit del Pontificado en concomitancia con el referéndum sobre la ley 40, es necesario decir que este año, en general, va bien en todo. El Papa suscita el fervor de los jóvenes en Colonia, asombra con la apertura a Hans Kung que es recibido en el Vaticano, se pone en clara continuidad con Juan Pablo II, aún manifestando un estilo nuevo. En diciembre, sin embargo, comienzan las notas dolorosas. El </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2005/december/documents/hf_ben_xvi_spe_20051222_roman-curia_sp.html" target="_blank">discurso</a></span><span style="font-size:100%;"> a la Curia Romana del 22 de diciembre de 2005 hace comprender que hay algo nuevo en el aire. El Papa introduce la hermenéutica de la continuidad y son muchos los que sienten temblar sus piernas solamente ante la idea de una “reinterpretación” del concilio. Sin embargo, aún es pronto para ponerse en acción.</span></p> <br /> <p align="justify"><b><span style="font-size:100%;">2006</span></b></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Sandro Magister, en enero, publica un </span><a href="http://panoramacatolico.info/articulo/intrigas-vaticanas-los-que-resisten-a-benedicto-xvi" target="_blank"><span style="font-size:85%;">artículo</span></a><span style="font-size:100%;"> extremadamente detallado en el que identifica a los “adversarios” del nuevo Papa: 1) Neocatecumenales; 2) <i>Fronda<b>*</b></i> interna cardenalicia; 3) Oficina encargada de las traducciones de las homilías, discursos y catequesis papales. Este análisis se mostrará muy fundamentado.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Es publicada la primera encíclica papal, “Deus Caritas est” y se redescubren afinidades entre el pensamiento de Ratzinger y el del gran teólogo Romano Amerio. Pero se trata todavía de cuestiones culturales. Debe llegar aún la primera exposición mediática mundial del Santo Padre: el caso Ratisbona.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">El caso Ratisbona nace de un conjunto de ignorancia periodística, prejuicio antipapal, y profunda y continuada acción de la <i>fronda</i> interna del Vaticano. El discurso es publicado en árabe en el sitio de la Santa Sede sólo después de algunos meses. La Oficina de Prensa se muestra incapaz de encauzar las polémicas, presentando comunicados tardíos y poco incisivos. Comienzan a surgir voces intraeclesiales que parecen tomar distancia de las palabras del Papa, mostrando estupor ante lo afirmado. El discurso de Ratisbona, himno al logos y a la cultura clásica que está fundada sobre el logos, es indicado como el primer “incidente diplomático” del Papa Benedicto XVI. Personalmente, creo haber dado una pequeña contribución al análisis de la cuestión Ratisbona </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.ibs.it/code/9788849818499/manuele-ii-paleologo/dialoghi-con-un-persiano.html" target="_blank">publicando</a></span><span style="font-size:100%;"> la primera traducción completa de los diálogos de Manuel Paleólogo citados por el Santo Padre.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">En noviembre, el caso del </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/99381?sp=y" target="_blank">discurso fantasma</a></span><span style="font-size:100%;"> a los obispos suizos. A fin de año, estalla el “</span><span style="font-size:85%;"><a href="http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/110361?sp=y" target="_blank">caso Wielgus</a></span><span style="font-size:100%;">”. La responsabilidad del caso recae casi totalmente sobre la Congregación para los Obispos. El nuevo arzobispo de Varsovia es, en realidad, un colaboracionista del ex régimen comunista. Al Papa se le asegura que se trata de ilaciones. El 21 de diciembre, la Oficina de Prensa afirma que el Papa ha sido informado de manera exhaustiva y tiene plena confianza en el nuevo arzobispo. Luego salen a la luz los documentos de archivo. Wielgus es obligado a renunciar el 7 de enero de 2007.</span></p> <br /> <p align="justify"><b><span style="font-size:100%;">2007</span></b></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Continúa la acción de <i>exposición</i> del Pontífice y el lento trabajo de la <i>fronda</i>. En enero, el Cardenal Martini comienza a hacer sus potentes exteriorizaciones de antipapa filo-laicista y abierto a una revisión de las cuestiones relativas a la sacralidad de la vida. En marzo, fuerte llamado a los Neocatecumenales por parte del Papa y de los Ordinarios de Tierra Santa. Luego se publica “Jesús de Nazareth” y es una vez más Martini quien </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.corriere.it/Primo_Piano/Cronache/2007/05_Maggio/24/ammiro_gesu_di_ratzinger.shtml" target="_blank">dispara</a></span><span style="font-size:100%;"> contra el Papa teólogo, en las páginas del Corriere della Sera. </span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Pero el culmen llega en julio: ¡Motu Proprio Summorum Pontificum! Crecen así las voces del disenso, hospedadas en periódicos italianos y extranjeros. La <i>fronda</i> comprende que es el momento justo para salir al descubierto. Sus posiciones <i>anti-“Misa en latín”</i> serán leídas por la “sociedad civil” como un reclamo obligado al Papa “retro” que quiere llevar a la Iglesia un siglo atrás. El bombo comienza a sonar. Es guerra abierta. A fin de año, sale Mons. Piero Marini, después de haberse dado el gusto de hacer aparecer al Papa, en Viena, con </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.webalice.it/stefanospaziani/Pope_Benedict_XVI_%20Mariazell_53.jpg" target="_blank">ridículos ornamentos</a></span><span style="font-size:100%;"> de color "pitufo".</span></p> <br /> <p align="justify"><b><span style="font-size:100%;">2008</span></b></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Golpes de ajuste en la Curia parecen poder garantizar mayor tranquilidad al Pontífice. Al mismo tiempo, el frente laicista instigado por la <i>fronda,</i> gracias a la exposición a la que el Papa es sometido desde hace al menos un año y medio, comienza a dar sus buenos frutos: en enero, el Papa no puede ir a la Universidad La Sapienza. Comienza, contemporáneamente, la polémica con el mundo judío. La liberación del Misal del 1962 hace surgir la </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.ilgiornale.it/a.pic1?ID=239309" target="_blank">cuestión</a></span><span style="font-size:100%;"> de la oración por la conversión de los judíos. Hasta mayo de 2009, la tensión está en fase de crecimiento constante, pasando por la causa de beatificación de Pío XII y la apertura a los lefebvristas para que reingresen obedientes al seno de la Iglesia. El doble registro del ataque al Papa por parte de laicistas y <i>frondistas</i> se desarrolla gracias a las </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/209045?sp=y" target="_blank">declaraciones</a></span><span style="font-size:100%;"> cada vez más <i>borderline</i> del Cardenal Martini. </span></p> <br /> <p align="justify"><b><span style="font-size:100%;">2009</span></b></p> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Llega el <i>annus horribilis</i>. Todo nace por el denominado<i> caso</i> <i>Williamson</i>. Como fue </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/2009/02/williamson-un-complot-contra-el-papa.html" target="_blank">revelado</a></span><span style="font-size:100%;"> en febrero por <i>Il</i> <i>Giornale</i> y el <i>Riformista</i>, de acuerdo a un expediente que circuló en el Vaticano tras la explosión del caso, la dirección de esta enésima exposición papal estaría en Francia, pasando por algunos “topos” vaticanos. Ciertamente, algunos funcionarios en el Vaticano habrían señalado a la televisión sueca que transmitió la entrevista shock al obispo lefebvrista, en primer lugar que, en octubre de 2008 (fecha en que es grabada la entrevista a Williamson), el decreto de levantamiento de las excomuniones estaba sobre el escritorio del Papa. Y luego, pocos días antes del 21 de enero de 2009 (fecha en la que se transmitió la entrevista), que el 24 de enero sería publicado el decreto firmado por el Pontífice. La Secretaría de Estado subestima la situación </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/2009/02/nota-de-la-secretaria-de-estado.html" target="_blank">respondiendo</a></span><span style="font-size:100%;"> con un gravísimo retraso a la críticas y, además, con un terrible comunicado que parece poner el “reconocimiento del holocausto” entre los nuevos dogmas del catolicismo. El Papa está ya en el centro de la atención mediática. Una atención negativa y despiadada, instigada por numerosos obispos y cardenales prontos a lanzar entrevistas y comunicados capaces de aislar al Papa y de oscurecer su acción. Benedicto XVI, también a causa de las potentes injerencias judías que pretenden de él numerosas y reiteradas condenas al holocausto (con detalles concretos como los “seis millones de judíos asesinados”), decide aclarar la cuestión del levantamiento de la excomunión con una </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2009/documents/hf_ben-xvi_let_20090310_remissione-scomunica_sp.html" target="_blank">carta</a></span><span style="font-size:100%;">. Los medios le darán poquísima importancia.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Mientras tanto, en marzo llega el viaje a Camerún y Angola. Un pasaje mal entendido de la </span><a href="http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2009/march/documents/hf_ben-xvi_spe_20090317_africa-interview_sp.html" target="_blank"><span style="font-size:85%;">conferencia de prensa</span></a><span style="font-size:100%;"> improvisada en el avión que lleva al Papa a África vuelve a encender la exposición papal en los medios mundiales. Llueven condenas, incluso de exponentes institucionales de algunos gobiernos europeos. Es el punto de no retorno. De ahora en más, todo lo que el Papa afirme será usado en su contra. En mayo, es el momento del viaje a Tierra Santa. Cada gesto del Papa es observado con especial atención: ya no se hace más que esperar alguna palabra para instrumentalizar o alguna acción para poder retomar. El Santo Padre, en el memorial del Yad Vashem, afirma que los judíos durante el genocidio fueron “killed” Se desencadena una </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.haaretz.com/hasen/spages/1084827.html" target="_blank">protesta</a></span><span style="font-size:100%;"> por parte judía: el Papa debía decir “murdered” y debía añadir que los asesinos eran alemanes y que las víctimas eran seis millones…</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">En julio, la publicación de “Caritas in Veritate” restablece una tregua momentánea. El Papa es apreciado por varias partes, el poder laicista lo felicita por las indicaciones contenidas en la encíclica. Todos hablan bien del Papa, e incluso Barack Obama </span><a href="http://www.europaquotidiano.it/dettaglio/112947/la_conversione_cattolica_di_barack_obama" target="_blank"><span style="font-size:85%;">estaría</span></a><span style="font-size:100%;"> por convertirse al catolicismo después del positivo encuentro con Benedicto XVI. Pero, a la sombra del Palacio Apostólico, la estrategia de la tensión no parece cesar.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">El miércoles 23 de septiembre, la televisión sueca se prepara para lanzar un segundo y descarado ataque antipapal, concebido como secuela de la infausta transmisión de enero. Los protagonistas son, esta vez, explícitamente del interior de la Iglesia Católica [el autor se refiere especialmente al cardenal Walter Kasper]. El ataque está dirigido, en última instancia, al Papa.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:100%;">Este año no ha terminado aún. No creo pretender ser profeta preanunciando nuevas exposiciones mediáticas del Pontífice en el 2010. Sin embargo, para quien aún no hubiese entendido, no se trata de ataques dirigidos simplemente a la persona de Joseph Ratzinger sino de un ataque a la Iglesia Católica, un ataque que nace en su interior y tal vez intenta preparar el camino para pontificados posteriores que pongan finalmente una piedra lapidaria sobre la Tradición milenaria de la Iglesia con la consecuente adhesión completa al mundo y probable absorción en él.</span></p> <br /> <p align="justify"><span style="font-size:85%;"><b><i>* </i></b><i>Con el término “fronda”, el autor del artículo se refiere a la conspiración por la cual se intenta socavar las bases del actual Pontificado y, de este modo, adquirir un cierto poder en la Iglesia, tal como desarrolla en el último párrafo. </i></span></p> <br /> <p align="center"><span style="font-size:85%;">***</span></p> <p align="center"><span style="font-size:85%;">Fuente: </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://fidesetforma.blogspot.com/2009/09/la-strategia-della-tensione.html" target="_blank">Fides et Forma</a></span></p> <br /> <p align="center"><span style="font-size:85%;">Traducción: </span><span style="font-size:85%;"><a href="http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/" target="_blank">La Buhardilla de Jerónimo</a></span></p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-25780777043014699052009-09-22T21:09:00.002+02:002009-09-22T21:15:03.625+02:00Ejercicios IVEComo todos sabemos la práctica de los ejercicios espirituales nos llega desde el patrón de los mismos, San Ignacio de Loyola. Desde el texto inicial escrito por San Ignacio se han ido haciendo diferentes adaptaciones para tiempos, lugares, modos y personas.<br /><br />El Instituto del Verbo Encarnado permite realizar por Internter los ejercicios espirituales mediante audio, texto e imágenes adaptados a la vida diaria de nuestros tiempos y- sobre todo- al tan frecuente uso de Internet.<br /><br />Para realizarlos basta con introducir unos datos (nombre, país y e-mail) y elegir la modalidad que se va usar (3 días, 5 días o 30 días. Esta última serían los llamados "Ejercicios en la vida corriente" y son los más recomendados para hacer por este método).<br /><br />Toda la información detallada y el formulario de inscripción se están en <a href="http://www.ejerciciosive.com.ar/pag_res2.asp?id=149">esta web</a>.<br /><br />Espero que sean de gran utilidad para todos.<br /><br />San Ignacio de Loyola, ¡ruega por nosotros!ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-77541914798464736092009-09-21T08:23:00.002+02:002009-09-21T08:23:00.687+02:00Actividades del Papa durante el fín de semana<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.elpais.com/recorte/20070708elpepisoc_2/LCO340/Ies/Benedicto_XVI.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 340px; height: 462px;" src="http://www.elpais.com/recorte/20070708elpepisoc_2/LCO340/Ies/Benedicto_XVI.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Trataré ahora sobre las actividades más importantes realizadas por el Santo Padre durante este fín de semana.<br /><br />Brevemente podemos hablar de dos actos:<br /><br />1- El sábado día 19 el Papa se reunió por vez primera con todos los patriarcas y arzobispos mayores católicos de rito oriental. Durante esta reunión histórica se anunció un sínodo de obispos de Oriente Medio para el año 2010, cuyo tema será "La Iglesia católica en Oriente Medio: comunión y testimonio: 'La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma' (Hechos 4, 32)".<br /><a href="http://www.zenit.org/article-32540?l=spanish"><span style="font-weight: bold;">Fuente.</span></a><br /><br />2- El domingo día 20 el Santo Padre rezó la oración del Ángelus en Castel Gandolfo junto a los peregrinos llegados hasta allí. Como es costumbre Benedicto XVI <a href="http://www.zenit.org/article-32536?l=spanish">dirigió unas palabras</a> a los peregrinos. En esas palabras habló sobre su próximo viaje a la República Checa, mostró su rechazo y desconcierto ante la violencia en Afganistán y habló brevemente sobre la liturgia del día.<br /><br />Por otra parte, en la página web de ZENIT podemos leer <a href="http://www.zenit.org/article-32535?l=spanish">unas palabras</a> sobre Benedicto XVI como "Papa verde".ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-69028221240861445882009-09-20T07:55:00.000+02:002009-09-20T07:55:00.110+02:00Misa del domingo 20 de septiembre de 2009<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://img523.imageshack.us/img523/4953/zcruzverdedv2.gif"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 64px; height: 64px;" src="http://img523.imageshack.us/img523/4953/zcruzverdedv2.gif" alt="" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE</span></span><br /><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);"></span></span><br /><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">25º DOMINGO ORDINARIO</span></span><br /><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);"></span></span><br /><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);">-Día del Señor-<br /><br /></span></span><span style="font-weight: bold;">ANTÍFONA DE ENTRADA </span><br /><br />Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.<br /><span style="font-weight: bold;"><span style="color: rgb(255, 0, 0);"></span><br /></span><span style="font-weight: bold;">Se dice Gloria<br /><br />ORACIÓN COLECTA<br /></span><br />Dios nuestro, que en el amor a ti y a nuestro prójimo has querido resumir toda tu ley, concédenos descubrirte y amarte en nuestros hermanos para que podamos alcanzar la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo... <span style="font-weight: bold;"><br /><br /></span><span style="font-weight: bold;">Lectura del libro de la Sabiduría: 2, 12.17-20 </span><br /><br />Los malvados dijeron entre sí: "Tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados. Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte. Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él". <span style="font-weight: bold;">Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.<br /><br />Del salmo 53</span> R/. El Señor es quien me ayuda.<br /><br />Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. R/.<br /><br />Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme. ¡Dios los tiene sin cuidado! R/.<br /><br />Pero el Señor Dios es mi ayuda, él, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. R/.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Lectura de la carta del apóstol Santiago: 3, 16--4, 3 </span><br /><br />Hermanos míos: Donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, y dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia. ¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. Si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres. <span style="font-weight: bold;">Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.<br /><br />ACLAMACIÓN (Cfr. 2Tes 2, 14)</span> R/. Aleluya, aleluya.<br /><br />Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37 </span><br /><br />En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará". Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: ¿De qué discutían por el camino?" Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos". Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado". <span style="font-weight: bold;">Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.<br /><br /></span><span style="font-weight: bold;">Se dice Credo<br /><br /></span><span style="font-weight: bold;">ORACIÓN DE LOS FIELES<br /><br />Reunidos en nombre de Jesús y confiando en su promesa, pidamos, hermanos y hermanas por las necesidades de todos los seres humanos. (Respondemos a cada petición: R/. Te rogamos, Señor, óyenos). </span><br /><br />Por el Papa Benedicto XVI, los obispos y sacerdotes, por todo el pueblo santo de Dios: para que anunciemos sin cesar la buena nueva del Evangelio, roguemos al Señor. R/.<br /><br />Por todas las naciones y sus gobernantes, por todos los que de distintos modos trabajan por la justicia, la libertad y la paz, roguemos al Señor. R/.<br /><br />Por los pobres, los enfermos, los moribundos y por todos los que necesitan nuestra ayuda y nuestro amor, roguemos al Señor. R/.<br /><br />Por los que celebramos esta Eucaristía: para que aumenten los lazos de unión y nos sintamos responsables los unos de la suerte de los otros, roguemos al Señor. R/.<br /><br />Dios nuestro, Padre de todos, que quieres que el último sea el primero y propusiste a un niño como ejemplo para los discípulos; danos la sabiduría que viene de arriba para que acojamos la palabra de tu Hijo y entendamos que, ante tus ojos, el primero ha de ser el servidor de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS<br /><br /></span>Acepta, Señor, los dones que te presentamos a fin de que, por medio de esta Eucaristía, podamos obtener las gracias de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. <span style="font-weight: bold;"><br /><br />PREFACIO DOMINICAL II</span><br /><br />En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. El cual compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen, sufriendo la cruz, nos libró de eterna muerte y resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)</span><br /><br />Tú promulgas, Señor, tus preceptos para que se observen con exactitud. Que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN<br /><br /></span>Concede siempre tu ayuda, Señor, a quienes has alimentado con la Eucaristía, a fin de que la gracia recibida en este sacramento, transforme continuamente nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br /><br /><br />¡Feliz domingo!<br /><br /></div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-43737129082986976942009-09-19T11:38:00.002+02:002009-09-19T11:41:35.999+02:00De los devotos ejercicios que se aconsejan al cristiano para todos los días<p class="MsoNormal" style="page-break-after: avoid; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: rgb(0, 0, 127);" lang="ES-TRAD">DE LOS DEVOTOS EJERCICIOS QUE SE ACONSEJAN AL CRISTIANO <o:p> </o:p> </span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: rgb(0, 0, 127);" lang="ES-TRAD">PARA TODOS LOS DÍAS</span></b></p><p class="MsoNormal" style="page-break-after: avoid; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: rgb(0, 0, 127);" lang="ES-TRAD">Tomado del Catecismo Mayor de San Pío X<br /><o:p> </o:p> </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">973. <i>¿Qué ha de hacer el buen cristiano al despertar por la mariana?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - El buen cristiano, al despertar, ha de hacer la señal de la Cruz y ofrecer su' corazón a Dios con estas o semejantes palabras: Dios mío, os doy el corazón y el alma mía.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">974. <i>¿Qué hemos de pensar mientras nos levantamos y vestimos?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Mientras nos levantamos y vestimos hemos de pensar que Dios está presente, que aquel día puede ser el último de nuestra vida, y levantarnos y vestirnos con toda la modestia posible.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">975. <i>Levantado y vestido, ¿qué ha de hacer el buen cristiano?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - El buen cristiano, acabado de vestir, ha de ponerse en la presencia de Dios y arrodillarse, si puede, ante una devota imagen, diciendo con devoción: "Os adoro, Dios mío, y os amo con todo mi corazón; os doy gracias por haberme criado, hecho cristiano y conservado esta noche; os ofrezco todas mis acciones, y os pido que este día me preservéis de pecado y me libréis de todo mal. Así sea." Reza luego el Padrenuestro, Avemaría, Credo, y los actos de Fe, Esperanza y Caridad, acompañándolos con vivo afecto del corazón.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">976. <i>¿Qué prácticas de piedad habría de ejercitar el cristiano todos los días?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Todos los días que pudiese debería el cristiano: 1.°, oír con devoción la santa Misa: 2.°, visitar el Santísimo Sacramento, por corta que fuese la visita; 3.°, rezar la tercera parte del Rosario.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">977. <i>¿Qué ha de hacer al ponerse a trabajar?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Al ponerse a trabajar ha de ofrecer a Dios aquel trabajo, diciendo de corazón: "Señor, yo os ofrezco este trabajo, dadme vuestra bendición."<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">978. <i>¿Por qué fin ha de trabajar?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Ha de trabajar por la gloria de Dios y por cumplir la divina voluntad.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">979. <i>¿Qué hará el cristiano antes de sentarse a la mesa?</i> </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">- Antes de sentarse a la mesa, estando en pie, hará la señal de la Santa Cruz y luego dirá con devoción: “Señor Dios, echad vuestra bendición sobre nosotros y sobre el manjar que vamos a tomar para mantenernos en vuestro servicio.”<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">980. <i>¿Qué hará después de comer?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Después de comer hará la señal de la Cruz y dirá: “Os doy gracias, Señor, por el manjar que me habéis dado: hacedme digno de participar en la mesa celestial.”<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">981. <i>¿Qué pernos de hacer al advertir que somos tentados?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Al advertir que somos tentados hemos de invocar con fe los santísimos nombre de Jesús y de María, o decir con fervor alguna jaculatoria, por ejemplo: "Dadme gracia, Señor, de no ofenderos jamás"; o bien hacer la señal de la Cruz, evitando con todo que por las señales exteriores echen de ver los demás nuestra tentación.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">982. <i>¿Qué Iza de hacer el que tiene conciencia cierta, o dudosa, de haber cometido algún pecado?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - El que tiene conciencia cierta, o dudosa, de haber cometido algún pecado debe hacer inmediatamente un acto de contrición y procurar confesarse cuanto antes.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">983. <i>¿Qué se hará cuando fuera de la Iglesia se oye la señal de alzar a Dios en la Misa solemne o en la bendición del Santísimo Sacramento?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Se hará, por lo menos con el corazón, un acto de adoración diciendo, por ejemplo: "Bendito y alabado sea en todo momento el santísimo y divinísimo Sacramento."<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">984. <i>¿Qué reza el buena cristiano al toque del ANGELUS O AVEMARÍA, al alba, al mediodía y a la tarde?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Al toque de Avemaría, el buen cristiano reza el Angelus Dómini, con tres Avemarías.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">985. <i>¿Qué haréis a la noche antes de acostaron?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - A la noche, antes de acostarme, puesto en la presencia de Dios, rezaré devotamente las mismas oraciones que a la mañana, haré un breve examen de conciencia y pediré perdón a Dios de los pecados cometidos aquel día.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">986. <i>¿Qué haréis antes de dormiros?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Antes de dormirme haré la señal de la santa Cruz, pensaré que puedo morir aquella noche y le entregaré a Dios el corazón, diciéndole: "Señor y Dios mío, yo te entrego todo mi corazón; Santísima Trinidad, dadme gracia para bien vivir y para bien morir; Jesús, José y María, en vuestras manos encomiendo el alma mía."<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">987. <i>Fuera de las oraciones de la mañana y de la noche, ¿de qué otra manera puede rogarse a Dios frecuentemente durante el día?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Durante el día, puede rogarse a Dios frecuentemente con otras breves oraciones que se llaman jaculatorias.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">988. <i>Decid alguna jaculatoria.</i></span></b><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> </span></i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">- Señor, ayudadme - Señor, hágase vuestra santísima voluntad - Jesús mío, quiero ser todo vuestro - Jesús mío, misericordia - Corazón de mi amable Salvador, haz que arda y crezca siempre en mí tu amor.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">989. <i>¿Es útil durante el día decir muchas jaculatorias?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Es utilísimo decir durante el día muchas jaculatorias, las cuales pueden decirse con el corazón, sin pronunciar palabra, andando, trabajando, etc.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">990. <i>¿En qué otra cosa debería ejercitarse el cristiano además de las oraciones jaculatorias?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Además de las oraciones jaculatorias, el cristiano debería ejercitarse en la mortificación cristiana.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">991. <i>¿Qué quiere decir mortificarse?</i></span></b><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> </span></i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">- Mortificarse quiere decir dejar por amor de Dios algo que gusta y aceptar algo que desagrada a los sentidos o al amor propio.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">992. <i>¿Qué haréis cuando lleven el Santísimo Sacramento a un enfermo?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Cuando lleven el Santísimo Sacramento a un enfermo lo acompañaré con modestia y recogimiento si puedo: y si no puedo, haré un acto de adoración en cualquier sitio donde me halle, y diré: "Consolad, Señor, a ese enfermo y dadle gracia para que se conforme con vuestra santísima voluntad y consiga su salvación.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">993. <i>¿Qué haréis al toque de agonía?</i></span></b><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> </span></i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">- Al oír el toque de agonía iré, si puedo, a la iglesia a rogar por el moribundo, y si no puedo, encomendaré su alma al Señor, pensando que dentro de poco me hallaré yo también en ese estado.<o:p> </o:p> </span></p> <b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">994. <i>¿Qué haréis al oír doblar a muerto?</i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> - Al oír doblar a muerto, diré un De profundis o un Réquiem o de otro modo rogaré por el alma de aquel difunto. y renovaré el pensamiento de la muerte.</span>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-75673478705118034732009-09-18T10:18:00.001+02:002009-09-18T10:18:00.874+02:00Test de estima sacerdotal<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://parroquiadelbuenpastor.files.wordpress.com/2009/07/z_orden.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 291px; height: 350px;" src="http://parroquiadelbuenpastor.files.wordpress.com/2009/07/z_orden.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Pongo aquí por su gran interés dentro de este Año Sacerdotal el "test de estima sacerdotal" preparado el obispo de Palencia, monseñor José Ignacio Munilla.<br /><br /><p align="center">* * *</p> <p><b>1.- ¿Has rezado últimamente por tu párroco, por tu obispo o por el Papa?</b></p> <p>a. Ni siquiera sé cómo se llaman. </p><p>b. En la Misa ya se suele pedir por ellos, y yo me sumo a esa petición. </p><p>c. Lo hago todos los días en mi oración personal. </p> <p><b>2.- ¿Has abierto tu conciencia a un sacerdote, confiando en que pueda ayudarte en tus problemas?</b></p> <p>a. Cada uno tiene que solucionar sus problemas. </p><p>b. "Cuatro ojos ven más que dos"... Siempre es conveniente escuchar y acoger los consejos de quien pueda ayudarnos. </p><p>c. La mayor ayuda que he recibido de un sacerdote ha sido cuando sus consejos venían unidos al perdón de Dios en el sacramento de la Confesión. </p> <p><b>3.- Cuando entre tus amistades escuchas comentarios anticlericales...</b></p> <p>a. He seguido la corriente, para no quedar mal. </p><p>b. Me he hecho el sordo, como si estuviese a otra cosa. </p><p>c. He dicho lo que pensaba, dando testimonio de mi fe. </p> <p><b>4.- En un sacerdote veo...</b></p> <p>a. Una "reliquia" del pasado. </p><p>b. Un "profesional" de la religión. </p><p>c. Un ministro de Dios; "otro Cristo" entre nosotros. </p> <p><b>5.- ¿Cuántas veces has invitado al párroco a tu casa? </b></p> <p>a. Al cura se le llama sólo cuando ha muerto alguien. </p> <p>b. Cuando está la abuela con nosotros, suele traer la Comunión. </p> <p>c. Varias veces... Me encantó cuando nos relató en una sobremesa la historia de su vocación.</p> <p><b>6.- Cuando oyes a un sacerdote predicar...</b></p> <p>a. Le atiendo dependiendo de sus cualidades oratorias. </p><p>b. Le escucho si el tema del que habla me resulta interesante. </p><p>c. Veo en él un instrumento por el que Dios me habla. </p> <p><b>7.- Cuando se hace una colecta en favor de los seminarios...</b></p> <p>a. "Los curas" están siempre pidiendo. </p><p>b. ¡Se pide para tantas cosas! ¡Una más! </p><p>c. Colaboro gustosamente, porque pienso que ninguna vocación debería frustrarse por falta de medios económicos. </p> <p><b>8.- Cuando veo un sacerdote anciano en la Iglesia o por la calle...</b></p> <p>a. Me viene a la cabeza que la Iglesia está de capa caída. </p><p>b. Lo importante es que diga la Misa rapidito. </p><p>c. Doy gracias a Dios por su fidelidad y por todo el bien que haya podido hacer. </p> <p><b>9.- Cuando veo un sacerdote joven en el altar...</b></p> <p>a. Desconfío de su inexperiencia. ¿Qué me va a decir a mí? </p><p>b. Le observo a ver cómo lo hace, y le "califico". </p><p>c. Doy gloria a Dios por su vocación y le encomiendo intensamente. </p> <p><b>10.- ¿Cómo reaccionarías si tu hijo te dijese que quiere ser sacerdote?</b></p> <p>a. Le preguntaría a ver si se ha vuelto loco, y le recordaría que tenemos que conservar el apellido. </p><p>b. Le pediría que se lo pensase bien y que primero haga una carrera universitaria. </p><p>c. Me llevaría una de las alegrías más grandes de mi vida, y le apoyaría plenamente. </p> <p><b>11.- ¿Le has planteado a algún niño, adolescente, o joven, la posibilidad de ser sacerdote el día de mañana?</b></p> <p>a. Yo no me meto en líos. Allá cada uno con su vida. </p> <p>b. Soy de la opinión de que hay que valorar todas las vocaciones, aunque sean diferentes a la nuestra. </p> <p>c. Sí que me he fijado en alguien concreto, y rezo por él... Un día de estos se lo "dejaré caer". </p> <p><b>12.- ¿Qué piensas de la expresión del Santo Cura de Ars: "<i>El sacerdote es el amor del Corazón de Jesús</i>"?</b></p> <p>a. Me parece un espiritualismo desencarnado. </p><p>b. Pienso que eso sólo se podría decir de algún cura santo. </p><p>c. Creo que es exactamente así, aunque "<i>lleven este tesoro en vasijas de barro</i>" (2 Co 4, 7). </p> <p><br /></p><p>Evaluemos qué tal te ha ido: </p> <p> Si la letra "a" aparece en la mayoría de tus respuestas..., me sorprende que este test haya llegado a tus manos; pero le doy gracias a Dios de que así haya sido, para poder decirte como sacerdote que soy, que Dios te quiere con locura y que espera de ti una respuesta de amor.</p> <p> Si a la mayoría de las preguntas has respondido con la "b", me gustaría decirte que no estás disfrutando de los tesoros que Dios te ofrece por medio del sacerdocio.</p> <p> Pero, si la letra "c" es la tuya... entonces te digo que no dejes de rogar a Dios por la santificación de los sacerdotes y por el aumento de vocaciones sacerdotales, porque estoy segurísimo, de que, a ti, Dios te va a escuchar.</p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-62155945437094352122009-09-18T09:12:00.001+02:002009-09-18T09:12:00.453+02:00Reliquias de la Pasión: la Vera Cruz<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.rutavadiniense.org/images/02_calameno/limoncrucis.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 271px; height: 412px;" src="http://www.rutavadiniense.org/images/02_calameno/limoncrucis.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Hablaré hoy brevemente sobre una de las reliquias de la Pasión (y de la cristiandad toda) más veneradas: la Vera Cruz.<br /><br />Vera Cruz significa en latín "Verdadera Cruz", puesto que dichas reliquias son pequeñas astillas de la verdadera cruz en la que murió por amor nuestro Redentor Jesucristo.<br /><br />Después de la muerte de Jesús las tres cruces (junto al INRI, los clavos, etc) fueron depositadas en una cueva existente en la parte baja del Calvario (no era extraño que los romanos hiciesen esto con los instrumentos con los que habían dado muerte a un reo).<br /><br />Sobre el año 135 después de Cristo, los romanos levantaron sobre el Calvario y el Sepulcro el foro y el templo de Afrodita. En el año 326 la emperatriz Santa Elena llegó a Jerusalén y destruyó el templo de Venus. Posteriormente encontró (bajo este) el Sepulcro y el Calvario. Se encontró también la cueva en la que se habían guardado los intrumentos de la Pasión y la Verdadera Cruz fue colocada sobre el Calvario (el cual quedaba dentro de la basílica dedicada en el año 335).<br /><br />En el 614 los persas entraron en Jerusalén y después de incencidar la basílica sacaron la Cruz de la ciudad. En el año 630 el emperador Heraclio derrotó a los persas y entró triunfante en Jerusalén con la Cruz.<br /><br />Después de esto se mandaron hacer diferentes astillitas para repartir por toda la Cristiandad.<br /><br />Estas astillas se repartieron por todo el mundo. Algunos trozos grandes se conservan e<span class="destacado">n Santo Toribio de Liebana (me parece que es el más grande); en las basílicas de San Pedro y santa Cruz de Jerusalén, en Roma; en la catedral de Anagni se venera también un pedazo muy notable, y en la cual se ve aun uno de los agujeros que se hicieron al crucificar a nuestro divino Salvador.</span><br /><br />La veneración de esta reliquia es muy común durante todo el año, especialmente en el tiempo de Cuaresma y el Viernes Santo (a veces en el momento de la adoración de la Cruz).<br /><br /><span style="font-style: italic;">Ecce lignum Crucis in quo salus mundi pependit, ¡venite, adoremus!</span>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-89157045110114919582009-09-17T16:29:00.001+02:002009-09-17T16:32:58.977+02:00Catequesis del Papa, 1Simeón el Nuevo Teólogo<p style="font-style: italic;">Catequesis del Santo Padre Benedicto XVI<br /></p><p style="font-style: italic;">16-9-09</p><span style="font-style: italic;">Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022)</span><br /><br /><p>Queridos hermanos y hermanas:</p> <p>hoy nos detenemos a reflexionar sobre la figura del monje oriental Simeón el Nuevo Teólogo, cuyos escritos han ejercido un notable influjo sobre la teología y la espiritualidad de Oriente, en particular en lo que respecta a la experiencia de la unión mística con Dios. Simeón el Nuevo Teólogo nació en el 949 en Galacia, en Paflagonia (Asia Menor), de una familia noble de la provincia. Aún joven, se transfirió a Constantinopla para emprender los estudios y entrar al servicio del emperador. Pero se sintió poco atraído por la carrera civil que se le sugería y, bajo la influencia de iluminaciones interiores que iba experimentando, se puso a la búsqueda de una persona que le orientara en el momento lleno de dudas y perplejidades que estaba viviendo, y que le ayudase a progresar en el camino de la unión con Dios. Encontró esta guía espiritual en Simeón el Pío (<i>Eulabes</i>), un simple monje del monasterio de <i>Studion</i>, en Constantinopla, que le dio a leer el tratado <i>La ley espiritual </i>de Marcos el Monje. En este texto, Simeón el Nuevo Teólogo encontró una enseñanza que le impresionó mucho: "Si buscas la curación espiritual - leyó en él - estate atento a tu conciencia. Todo lo que ella te diga hazlo y encontrarás lo que te es útil". Desde aquel momento - refiere él mismo - nunca se acostó sin preguntarse si la conciencia no tuviese algo que reprocharle.</p> <p>Simeón entró en el monasterio de los Estuditas, donde, sin embargo, sus experiencias místicas y su extraordinaria devoción hacia el Padre espiritual le causaron dificultades. Se transfirió al pequeño convento de <i>San Mamés</i>, también en Constantinopla, del cual, tres años después, llegó a ser cabeza, el <i>higumeno</i>. Allí condujo una intensa búsqueda de unión espiritual con Cristo, que le confirió gran autoridad. Es interesante notar que se le dio el apelativo de "Nuevo Teólogo", a pesar de que la tradición reservara el título de "Teólogo" a dos personalidades: al evangelista Juan y a Gregorio Nacianceno. Sufrió incomprensiones y el exilio, pero fue rehabilitado por el patriarca de Constantinopla, Sergio II.</p> <p>Simeón el Nuevo Teólogo pasó la última fase de su existencia en el monasterio de <i>Santa Macrina</i>, donde escribió gran parte de sus obras, convirtiéndose en cada vez más célebre por sus enseñanzas y por sus milagros. Murió el 12 de marzo de 1022.</p> <p>El más conocido de sus discípulos, Niceta Stetatos, que recopiló y volvió a copiar los escritos de Simeón, preparó una edición póstuma, redactando seguidamente la biografía. La obra de Simeón comprende nueve volúmenes, que se dividen en <i>Capítulos teológicos, gnósticos</i> y <i>prácticos</i>, tres volúmenes de <i>Catequesis </i>dirigidas a los monjes, dos volúmenes de <i>Tratados teológicos y éticos </i>y un volumen de <i>Himnos.</i> No hay que olvidar tampoco sus numerosas <i>Cartas. </i>Todas estas obras han encontrado un lugar relevante en la tradición monástica oriental hasta nuestros días.</p> <p>Simeón concentra su reflexión sobre la presencia del Espíritu Santo en los bautizados y sobre la conciencia que deben tener de esta realidad espiritual. La vida cristiana - subraya - es comunión íntima y personal con Dios, la gracia divina ilumina el corazón del creyente y le conduce a la visión mística del Señor. En esta línea, Simeón el Nuevo Teólogo insiste en el hecho de que el verdadero conocimiento de Dios no viene de los libros, sino de la experiencia espiritual, de la vida espiritual. El conocimiento de Dios nace de un camino de purificación interior, que comienza con la conversión del corazón, gracias a la fuerza de la fe y del amor; pasa a través de un profundo arrepentimiento y dolor sincero por los propios pecados, para llegar a la unión con Cristo, fuente de alegría y de paz, invadidos por la luz de su presencia en nosotros. Para Simeón semejante experiencia de la gracia divina no constituye un don excepcional para algunos místicos, sino que es fruto del Bautismo en la existencia de todo fiel seriamente comprometido.</p> <p>¡Un punto sobre el que reflexionar, queridos hermanos y hermanas! Este santo monje oriental nos reclama a todos una atención a la vida espiritual, a la presencia escondida de Dios en nosotros, a la sinceridad de la conciencia y a la purificación, a la conversión del corazón, para que el Espíritu Santo se haga presente en nosotros y nos guíe. Si de hecho nos preocupamos justamente por cuidar nuestro crecimiento físico, es aún más importante no descuidar el crecimiento interior, que consiste en el conocimiento de Dios, en el verdadero conocimiento, no sólo tomado de los libros, sino interior, y en la comunión con Dios, para experimentar su ayuda en todo momento y en cada circunstancia. En el fondo, esto es lo que Simeón describe cuando narra su propia experiencia mística. Ya de joven, antes de entrar en el monasterio, mientras una noche en casa prolongaba sus oraciones, invocando la ayuda de Dios para luchar contra las tentaciones, había visto la habitación llena de luz. Cuando después entró en el monasterio, se le ofrecieron libros espirituales para instruirse, pero su lectura no le procuraba la paz que buscaba. Se sentía - cuenta él - como un pobre pajarito sin alas. Aceptó con humildad esta situación, sin rebelarse, y de entonces empezaron a multiplicarse de nuevo las visiones de luz. Queriendo asegurarse de su autenticidad, Simeón le preguntó directamente a Cristo: "Señor, ¿estas verdaderamente tu mismo aquí?". Sintió resonar en el corazón la respuesta afirmativa y fue sumamente consolado. Fue aquella, Señor - escribirá seguidamente - la primera vez que me juzgaste a mí, hijo pródigo, digno de escuchar tu voz". Sin embargo, tampoco esta revelación le dejó totalmente tranquilo.- Se preguntaba más bien si incluso aquella experiencia no debería considerarse una ilusión. Un día, finalmente, sucedió un hecho fundamental para su experiencia mística. Comenzó a sentirse como "un pobre que ama a sus hermanos" (<i>ptochós philádelphos</i>). Veía en torno a sí muchos enemigos que querían tenderle insidias y hacerle el mal, pero a pesar de ello advirtió en sí mismo un intenso trasnporte de amor hacia ellos. ¿Cómo explicarlo? Evidentemente no podía venir de él mismo semejante amor, sino que debía brotar de otra fuente. Simeón entendió que procedía de Cristo presente en él y todo se le aclaró: tuvo la prueba segura de que la fuente del amor en él era la presencia de Cristo y que tener en sí un amor que va más allá de mis intenciones personales indica que la fuente del amor está en mí. Así, por una parte, podemos decir que sin una cierta apertura al amor Cristo no entra en nosotros, pero por otra, Cristo se convierte en fuente de amor y nos transforma. Queridos amigos, esta experiencia es muy importante para nosotros, hoy, para encontrar los criterios que nos indiques si estamos realmente cerca de Dios, si Dios existe y vive en nosotros. El amor de Dios crece en nosotros si permanecemos unidos a Él con la oración y con la escucha de su palabra, con la apertura del corazón. Solamente el amor divino nos hace abrir el corazón a los demás y nos hace sensibles a sus necesidades, haciéndonos considerar a todos como hermanos y hermanas e invitándonos a responder con amor al odio y con el perdón a la ofensa.</p> <p>Reflexionando sobre esta figura de Simeón el Nuevo Teólogo, podemos encontrar aún un elemento ulterior de su espiritualidad. En el camino de vida ascética propuesto y recorrido por él, la fuerte atención y concentración del monje sobre la experiencia interior confiere al Padre espiritual del monasterio una importancia esencial. El mismo joven Simeón, como se ha dicho, había encontrado un director espiritual, que le ayudó mucho y del que conservó una grandísima estima, tanto que le reservó, tras su muerte, una veneración también pública. Y quisiera decir que sigue siendo válido para todos - sacerdotes, personas consagradas y laicos, y especialmente para los jóvenes - la invitación a recurrir a los consejos de un buen padre espiritual, capaz de acompañar a cada uno en el profundo conocimiento de sí mismo, y conducirlo a la unión con el Señor, para que su existencia se conforme cada vez más al Evangelio. Para ir hacia el Señor necesitamos siempre una guía, un diálogo. No podemos hacerlo solamente con nuestras reflexiones. Y éste es también el sentido de la eclesialidad de nuestra fe, de encontrar esta guía.</p> <p>Concluyendo, podemos sintetizar así la enseñanza y la experiencia mística de Simeón el Nuevo Teólogo: en su incesante búsqueda de Dios, aún en las dificultades que encontró y en las críticas de que fue objeto, él, a fin de cuentas, se dejó guiar por el amor. Supo vivir él mismo y enseñar a sus monjes que lo esencial para todo discípulo de Jesús es crecer en el amor y así crecemos en el conocimiento de Cristo mismo, para poder afirmar con san Pablo: "Ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí" (<i>Gal</i> 2,20).</p> <p><i>[Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]</i></p> <p><br /><br /></p> <p>Queridos hermanos y hermanas:</p> <p>Hoy hablamos de Simeón el Nuevo Teólogo, un monje oriental de Asia Menor nacido en el año novecientos cuarenta y nueve, que abandonó su carrera civil al servicio del Emperador para emprender el camino de la unión con Dios, bajo la guía espiritual de Simeón el Piadoso, en un monasterio de Constantinopla. Murió en mil veintidós, y sus escritos han tenido un notable influjo en la teología y la espiritualidad de Oriente. Su reflexión se centra en la presencia del Espíritu Santo en los bautizados, que han de ser conscientes de esta realidad espiritual, que todos ellos han recibido y que los lleva a la unión íntima y personal con el Señor. Éste es el cometido de la vida cristiana, en la que la comunión con Dios lleva a sentir su ayuda en todo momento. A su vez, el amor al prójimo, incluso a los enemigos, hizo ver aún mejor a Simeón que este amor no podía salir de él mismo, sino de Cristo que habitaba en él, mostrando así que la verdadera fuente del amor es la presencia divina en el alma.</p> <p>Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a las Carmelitas Misioneras, en su Asamblea Intercapitular, al grupo del Bachillerato Humanista Moderno de la Arquidiócesis de Salta, así como a los demás grupos procedentes de España, El Salvador, Chile, Argentina y otros países latinoamericanos. Que la vida y enseñanza de Simeón nos ayude a descubrir cada día más la inefable belleza del Amor de Dios en nosotros.</p> <p>Muchas gracias por vuestra atención.</p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-72165485723421381502009-09-17T16:27:00.000+02:002009-09-17T16:29:34.448+02:00Historia Sagrada según el Catecismo Mayor de San Pío X, II<p class="MsoHeading9" style="text-align: center; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size:130%;color:#800000;"><b>PARTE TERCERA</b></span></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: navy;" lang="ES-TRAD">BREVE NOTICIA DE LA HISTORIA ECLESIÁSTICA<o:p> </o:p> </span></b><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Las persecuciones y los mártires</span></b></i></span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: green;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">121.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Pero la fe cristiana tenía que pasar por durísimas pruebas para que se viese manifiestamente que venía de Dios y que sólo Dios la sustentaba. En los tres primeros siglos de su existencia, a saber, en el transcurso de trescientos años, <i>muchas y terribles </i>persecuciones se levantaron contra los discípulos de Jesucristo por orden de los emperadores romanos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">No era continua la guerra suscitada contra los cristianos, pero tras cortos intervalos recrudecía, y entonces los requerían para que diesen razón de su fe; constreñíanlos a ofrecer incienso a los ídolos, y si se negaban a ello, los sujetaban a todo linaje de infamias, penas y tormentos que la humana malicia podía inventar, y hasta a la misma muerte.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">122.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Ellos no daban motivo de enojo a sus enemigos; juntábanse para sus devociones y para asistir al divino Sacrificio comúnmente en lugares subterráneos; oscuros y solitarios que aun subsisten en Roma y en otras partes, y se llaman <i>cementerios o catacumbas. </i>Mas no por esto evitaban los peligros de muerte. Innumerable muchedumbre de ellos dieron <i>testimonio, </i>con el derramamiento de su sangre, de la fe de Jesucristo, por cuya confirmación habían muerto los Apóstoles y sus imitadores. Por esto se llaman <i>mártires, </i>que quiere decir <i>testigos. </i>La Iglesia reconocía estas preciosas víctimas de la fe, recogía sus cadáveres, dábales honrosa sepultura en los santos lugares de dormición o dormitorios, y los admitía al honor de los altares.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">123.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> La Iglesia no gozó de sólida paz hasta el emperador Constantino, quien vencedor de sus enemigos y favorecido y alentado por una visión del cielo, publico edictos dando a todos libertad de abrazar la religión cristiana; los cristianos volvían a entrar en posesión de los bienes que les hablan confiscado; nadie podía inquietarlos por razón de su fe; no debían en adelante ser excluidos de los cargos y empleos del Estado; podían levantar iglesias; y el mismo emperador costeó a veces la fábrica de ellas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Los confesores de la fe que estaban en las cárceles salieron libres, los cristianos empezaron a celebrar sus reuniones con público esplendor y los mismos gentiles sentíanse atraídos a glorificar al verdadero Dios.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">124.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Constantino, vencido su postrer competidor, quedó dueño del mundo romano, y vióse la cruz de Jesucristo ondear resplandeciente en las banderas del imperio.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Dividió después el imperio en <i>oriental y occidental, </i>haciendo de <i>Bizancio, </i>sobre el <i>Bósforo, </i>una nueva capital, que hermoseó y llamó Constantinopla (a. d. C. 330). Esta metrópoli vino a ser presto una nueva Roma, por la autoridad imperial que en ella residía.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Entonces el espíritu de orgullo y novelería se apoderó de algunos eclesiásticos constituidos allí en alta dignidad, los cuales ambicionaban el primado del Papa y de toda la Iglesia de Jesucristo. De allí surgieron gravísimos conflictos durante muchos siglos, y finalmente el desastroso <i>Cisma, </i>con que el Oriente se separó del Occidente (siglo IX) sustrayéndose en gran parte de la divina autoridad del Pontífice Romano, que es el sucesor de San Pedro. Vicario de Jesucristo.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Las herejías y los concilios</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">125. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Cuando salía victoriosa de la guerra exterior del paganismo y vencía la prueba de feroces persecuciones, la Iglesia de Jesucristo, salteada por enemigos interiores, entraba en la guerra intestina, mucho más terrible. Guerra prolija y dolorosa, que empeñada y atizada por malos cristianos, hijos suyos degenerados, no ha llegado aún a su termino, pero de la cual saldrá la Iglesia triunfadora, conforme a la palabra infalible de su divino Fundador a su primer Vicario en la tierra, el apóstol San Pedro: <i>Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. </i>(Mateo XVI, 18.)<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">126.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Ya en los tiempos apostólicos había habido hombres perversos que, por interés y ambición, turbaban y corrompían en el pueblo la pureza de la fe con abominables errores. Opusiéronse a ellos los Apóstoles con la predicación, con los escritos y con las infalibles sentencias del primer Concilio que celebraron en Jerusalén.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">127.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Desde entonces acá, no ha cesado el espíritu de las tinieblas en sus ponzoñosos ataques contra la Iglesia y las divinas verdades de que es depositaria indefectible; y suscitando constantemente nuevas herejías, ha ido atentando uno tras otro contra todos los dogmas de la cristiana religión.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">128.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Entre otras, han sido tristemente famosas las herejías de <i>Sabelio, </i>que impugnó el dogma de la Santísima Trinidad; de <i>Manes, </i>que negó la Unidad de Dios y admitió en el hombre dos almas; de <i>Arrio, </i>que no quiso reconocer la divinidad de nuestro Señor Jesucristo; de <i>Nestorio, </i>que rehusó a la Santísima Virgen la excelsa dignidad de Madre de Dios y distinguió en Jesucristo dos personas; de <i>Eutiques, </i>que en Jesucristo no admitió más que una naturaleza; de <i>Macedonio, </i>que combatió la divinidad del Espíritu Santo; de <i>Pelagio </i>que atacó el dogma del pecado original y de la necesidad de la gracia; de los <i>Iconoclastas, </i>que rechazaron el culto de las Sagradas Imágenes y de las Reliquias de los Santos; de <i>Berengario, </i>que se opuso a la presencia real de nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento; de <i>Juan Hus, </i>que negó el primado de San Pedro y del Romano Pontífice, y finalmente la gran herejía del <i>Protestantismo </i>(siglo XVI), forjada y propagada principalmente por Lutero y Calvino. Estos novadores, con rechazar la Tradición divina, reduciendo toda la revelación a la Sagrada Escritura, y con sustraer la misma Sagrada Escritura al legítimo magisterio de la Iglesia para entregarla insensatamente á la libre interpretación del espíritu privado, demolieron todos los fundamentos de la fe, expusieron los Libros Santos a las profanaciones de la presunción y de la ignorancia y abrieron la puerta a todos los errores.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">129.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> El <i>Protestantismo o religión reformada, </i>como orgullosamente la llaman sus fundadores, es el compendio de todas las herejías que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer pira ruina de las almas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">130.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Con una lucha que dura sin tregua hace veinte siglos, no ha cesado la Iglesia católica de defender el depósito sagrado de la verdad que, Dios le ha encomendado y de amparar a los fieles contra la ponzoña de las heréticas doctrinas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">131.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> A imitación de los Apóstoles, siempre que lo ha exigido la pública necesidad, la Iglesia, congregada en <i>Concilio ecuménico o general, </i>ha definido con toda claridad la verdad católica, la ha propuesto como dogma de fe a sus hijos, y ha arrojado de su seno a los herejes, lanzando contra ellos la excomunión y condenando sus errores.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El <i>Concilio ecuménico o general </i>es una augusta asamblea a la cual llama el Romano Pontífice a todos los Obispos del universo y a otros Prelados de la Iglesia, presidida por el mismo Papa en persona o por sus legados. A esta asamblea que representa a toda la Iglesia docente, le está prometida la asistencia del Espíritu Santo, y sus decisiones en materia de fe y de costumbres, después de confirmadas por el Sumo Pontífice, son seguras e infalibles como la palabra de Dios.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">132.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> El Concilio que condenó el protestantismo fue el <i>Sacrosanto Concilio de Trento, </i>denominado así por la ciudad donde se celebró.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">133</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">. Herido con esta condenación, el protestantismo vio desenvolverse los gérmenes de disolución que llevaba en su viciado organismo: las discusiones lo desgarraron, multiplicáronse las <i>sectas, </i>que, dividiéndose y subdividiéndose, lo redujeron a menudos fragmentos. Al presente, el nombre de protestantismo no significa ya una creencia uniforme y extendida, sino que encierra un amontonamiento, el más monstruoso, de errores privados e individuales, recoge todas las herejías y representa todas las, formas de rebelión contra la santa Iglesia católica.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">134.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Con todo, el espíritu protestante, que es espíritu de desaforada libertad y de oposición a toda autoridad, no dejó de difundirse, y se alzaron muchos hombres que, hinchados con una ciencia vana y orgullosa o enseñoreados de la ambición y del interés, no dudaron en forjar o dar aliento a teorías trastornadoras de la fe, de la moral y de toda autoridad divina y humana.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">135.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> El Sumo Pontífice Pío IX, después de haber condenado en el <i>Syllabus</i> muchas de las proposiciones más capitales de esos temerarios cristianos, para aplicar la segur a la raíz del mal, había convocado en Roma un nuevo Concilio ecuménico. Comenzó felizmente su obra ilustre y benéfica en las primeras <i>sesiones, </i>que se celebraron en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano (de donde le vino el nombre de <i>Concilio Vaticano I), </i>cuando en 1870, por las vicisitudes de los tiempos, tuvo que suspenderlas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">136. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Es de esperar que, sosegada la tempestad que agita momentáneamente a la Iglesia, podrá el Romano Pontífice anudar y llevar a cabo la obra providencial del Santo Concilio, y que, deshechos los errores que ahora combaten a la Iglesia y a la sociedad civil, podremos ver pronto la verdad católica brillar con nueva luz y alumbrar el mundo con sus eternos resplandores.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Advertencias y orientaciones para el estudio de la religión en la Historia de la Iglesia</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">137. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Aquí termina este nuestro resumen, pues no es posible seguir paso a paso los varios sucesos de la Iglesia, complicados con los acontecimientos políticos, sin decir cosas menos acomodadas a la común inteligencia, y sin desviarnos del fin y blanco de estas páginas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El cristiano de buena voluntad provéase de un buen <i>Compendio de Historia Eclesiástica </i>de autor católico, y para elegirlo válgase del consejo de su párroco o de un docto confesor. - Lea con espíritu de sencillez y humildad cristiana, y verá resplandecer en su madre la Iglesia los caracteres con que nuestro Señor Jesucristo ha distinguido a la única verdadera Iglesia que El fundó, que son: <i>Una, Santa, Católica </i>v <i>Apostólica.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">138.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> <b><i>UNA</i>.</b> - Verá resplandecer la <i>unidad </i>de la Iglesia en el ejercicio no interrumpido de la fe, de la esperanza y de la caridad. Verá en veinte siglos de vida, siempre joven y floreciente que cuenta la Iglesia, tantas generaciones, tanta muchedumbre de hombres, diversos en índole, nacionalidad y lenguas, unidos en una sociedad gobernada siempre por una misma y perpetua <i>jerarquía, </i>profesar unas mismas . creencias, confortarse con unas mismas esperanzas, participar de comunes plegarias y de unos mismos sacramentos, bajo la dirección de los legítimos pastores. Verá la <i>jerarquía eclesiástica, </i>formada de tantos miles de obispos y sacerdotes, conservarse estrechamente unida en la comunión y obediencia del Romano Pontífice, que es la cabeza divinamente establecida, y recibir de él las divinas enseñanzas para comunicarlas al pueblo con perfecta <i>unidad de doctrina. </i>¿De dónde tan maravillosa unión? De la presencia y asistencia de Jesucristo, que dijo a sus Apóstoles: <i>He aquí que Yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">139.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> <b><i>SANTA</i>.</b> - El fiel que lea con rectitud de corazón la Historia Eclesiástica, verá resplandecer la <i>santidad de la Iglesia, </i>no sólo en la santidad esencial de su cabeza <i>invisible </i>Jesucristo, en la santidad de los sacramentos, de la doctrina, de las Corporaciones religiosas, de muchísimos de sus miembros. sino también en la abundancia de los dones celestiales, de los sagrados carismas, de las profecías y milagros con que el Señor (negándolos a las demás sociedades religiosas) hace brillar a la faz del mundo la dote de la santidad, de que está exclusivamente ataviada su única Iglesia.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Quien lee con ánimo desapasionado la Historia Eclesiástica, queda atónito al contemplar la acción visible de la divina Providencia, que ha comunicado a la Iglesia la <i>santidad </i>y la vida, y vela por su conservación. Ella fue la que, desde los primeros siglos, suscito aquellos grandes hombres, gloria inmortal del Cristianismo que, llenos de sabiduría y sobrehumana virtud, combatieron victoriosamente las herejías y errores al paso que iban apareciendo: <i>Santos Padres y Doctores </i>que brillarán <i>como estrellas por perpetuas eternidades, </i>en frase bíblica; de cuyo unánime consentimiento podemos deducir y reconocer la <i>Tradición y el sentido de las Sagradas Escrituras.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Y asombra no menos ver levantarse providencialmente, en tiempo y lugar oportuno, aquellas <i>Ordenes regulares, </i>aquellas <i>religiosas familias, </i>aprobadas y bendecidas por la Iglesia, en las cuales ya desde el siglo IV florecía la vida cristiana y se aspiraba a la perfección evangélica, practicando los divinos consejos pon los santos votos de <i>castidad, pobreza y obediencia.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Véase por la historia que estas <i>religiosas familias, </i>en el transcurso de los siglos, han ido constantemente y van ahora sucediéndose y renovándose con un fin siempre santo, sirviéndose de los medios acomodados a la época ; ora la oración, ora la enseñanza, ora el ejercicio del ministerio apostólico, ora el cumplimiento variado y múltiple de las obras de caridad. Como su santa madre la Iglesia, están sujetas a bravas persecuciones, que a menudo y por algún tiempo las oprimen. Pero como tales institutos pertenecen a la esencia de la Iglesia por, la actuación de los consejos evangélicos, por esto no pueden perecer del todo. Y es cosa averiguada por la experiencia, que la tribulación las purifica y rejuvenece„ y renaciendo en otra parte, se multiplican y producen más copiosos frutos, quedando siempre como una fuente inexhausta de la <i>santidad </i>de la Iglesia.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">140.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> <i><b>CATÓLICA</b>.</i> -Verá con amargura el fiel que hartas veces, en el curso de los siglos, muchedumbre inmensa de cristianos, acaso naciones enteras, se desasieron miserablemente de la unidad de la Iglesia, pero verá también que Dios enviaba sucesivamente a otras gentes y a otras naciones la luz del Evangelio por medio de hombres apostólicos, encargados por Él, como lo fueron los Apóstoles, de guiar las almas a la eterna salvación. Y se consolará al reconocer que el Señor se digna confiar en nuestro siglo este apostolado a centenares y miles de sacerdotes, de religiosos de todas las Ordenes, de vírgenes que le están consagradas, los cuales recorren las tierras y los mares del viejo y del nuevo mundo para dilatar el reino de Jesucristo. Por donde sería un error dar fe a las baladronadas de los incrédulos: que el Catolicismo va extinguiéndose en el mundo, como si ya los hombres no atendiesen a otra cosa que al progreso de las ciencias y .las artes. Por el contrario, resulta claramente de las estadísticas que el número total de los católicos en las cinco partes del mundo, no obstante las persecuciones y dificultades de todo género, crece cada año, y es de esperar que haciéndose cada día más fáciles los medios de comunicación, y con el favor divino, no habrá luego tierra accesible donde en una modesta iglesia y alrededor de un pobre misionero no haya un grupo de cristianos unidos de pensamiento y de corazón con sus hermanos de todo el mundo, y, por medio de los Obispos o Vicarios apostólicos legítimamente enviados por la Sede Romana, ligados a la misma en unidad de fe y de comunión. Y esto es lo que se llama <i>catolicidad de la Iglesia. </i>Ella sola puede llamarse <i>católica o universal, </i>esto es, de todo tiempo y de todo lugar.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">141.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> <i><b>APOSTÓLICA.</b></i> - Al recorrer la historia eclesiástica, verá el fiel sucederse entre increíbles dificultades tantos Romanos Pontífices que, revestidos en la persona de Pedro de las mismas prerrogativas que a él le dio Jesucristo, van comunicando también la jurisdicción a los sucesores de los demás Apóstoles, de los cuales ninguno se separó jamás de Pedro, como ahora ninguno podrá separarse de la Sede Romana sin dejar de pertenecer a la Iglesia, que por esto se dice y es realmente <i>apostólica.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">142.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> En la Historia Eclesiástica aprenderá el fiel a conocer y evitar a los enemigos de la Iglesia y de su fe. En el transcurso de los siglos se hallará con <i>asociaciones o sociedades </i>tenebrosas y secretas, que con varios nombres se fueron organizando, no ya para glorificar a Dios eterno, omnipotente y bueno, sino para derribar su culto y sustituirlo (cosa increíble, pero verdadera) por el culto del demonio.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">No se maravillará de que los legítimos sucesores de San Pedro, sobre quien fundó Jesucristo su Iglesia, hayan sido y aun sean al presente, objeto de aborrecimiento, de escarnio y aversión por parte de los herejes e incrédulos, debiendo asemejarse más al divino Maestro que dijo: <i>Si a Mí me han perseguido también a vosotros os perseguirán. </i>Pero la verdad que verá deducirse de la historia, es ésta; que los primeros Papas por varios siglos fueron justamente ensalzados al honor de los altares, habiendo muchos entre ellos que derramaron su sangre por la fe, que casi todos los demás brillaron por sus egregias dotes de sabiduría y virtud, siempre atentos a enseñar, defender y santificar al pueblo cristiano, siempre pronto, como sus predecesores, a perder la vida por dar testimonio de la palabra de Dios. ¿Qué importa (desgraciadamente también entre los doce hubo un Apóstol malvado), qué importa que entre tantos haya habido muy pocos menos dignos de ascender a la Suprema Sede, donde toda mancilla parece gravísima? Dios lo permitió para dar a conocer su poderío en sostener a la Iglesia, conservando a un hombre infalible en la enseñanza, aunque falible en su conducta personal.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> <o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><span style="color:#ff0000;">+++ +++ +++</span><i><o:p> </o:p> </i></span></p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-63431026459803626622009-09-16T16:25:00.000+02:002009-09-17T16:27:11.046+02:00Lectio Divina según el Cardenal Scherer<b>El cardenal Odilo Scherer explica los pasos de la “lectio divina”<br /><br /></b>“Es un método simple y accesible a todos, también a las personas más sencillas”<br /><br /><p>SAO PAOLO, martes 15 de septiembre de 2009 (<a href="http://www.zenit.org/" target="_blank">ZENIT.org</a>).- Mientras que en Brasil se celebra el mes de la Biblia, el arzobispo de São Paulo, el cardenal Odilo Scherer, ha recomendado a su archidiócesis el ejercicio de la lectura orante de la Palabra de Dios, explicando sus pasos. </p> <p>En un artículo publicado en el semanario archidiocesano "O São Paulo", el cardenal recuerda cómo el Sínodo sobre la Palabra, celebrado en octubre de 2008, "constató con alegría que en el mundo entero se adopta y difunde la lectura orante de la Biblia (<i>lectio divina</i>)".</p> <p>"Es un método sencillo y accesible a todos, incluso a las personas más sencillas", que "propone la lectura y acogida de la Palabra de Dios en un contexto de oración, como recomienda la Iglesia".</p> <p>"Sólo así, de hecho, se establece el diálogo de la fe, en el que escuchamos a Dios que habla, le respondemos con la oración e intentamos sintonizarnos con Él en nuestra vida", afirma el purpurado.</p> <p>En primer lugar se hace "la lectura (<i>lectio</i>) de un pasaje de la Biblia, precedentemente escuchado; en este primer momento, intentamos comprender el texto tal y como se presenta, sin la pretensión de extraer de él en seguida mensajes y conclusiones".</p> <p>Después viene "la meditación (<i>meditatio</i>) sobre el texto, respondiendo a esta pregunta: ¿qué me dice Dios a mí, o a nosotros, a través de este texto? Ahora sí que intentamos escuchar a Dios que nos habla y acogemos su voz".</p> <p>Luego viene "la oración (<i>oratio</i>). En este tercer paso respondemos a la pregunta: ¿Qué me hace decirle a Dios este texto?".</p> <p>"Acordémonos siempre de que una buena lectura bíblica se realiza sólo en el diálogo de la fe: Dios habla, nosotros escuchamos y acogemos, y respondemos a Dios y le hablamos", indica. El texto "puede suscitar varios tipos de oración: alabanza, profesión de fe, acción de gracias, adoración, petición de perdón y de ayuda".</p> <p>El cuarto paso de la lectura orante "es la contemplación (<i>contemplatio</i>)". En este momento "moramos en la Palabra y profundizamos en la comprensión del misterio de Dios y en su designio de amor y de salvación; al mismo tiempo, nos disponemos a acoger en nuestra vida concreta lo que la Palabra nos enseña, renovando nuestros buenos propósitos y la obediencia de la fe".</p> <p>El cardenal Scherer afirma por tanto que la experiencia enseña que no es difícil practicar la <i>lectio divina.</i> "Basta sólo con empezar; se aprende practicándola. La preciosidad de la Palabra de Dios y su importancia para la vida cristiana, por lo demás, bien merece algún esfuerzo por nuestra parte".</p> <p><br /></p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-84483887173759944192009-09-16T09:12:00.000+02:002009-09-17T16:25:25.478+02:00Historia Sagrada según el Catecismo Mayor de San Pío X<h4 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span style="font-size: 18pt; color: rgb(153, 51, 102);" lang="ES-TRAD">BREVE HISTORIA DE LA RELIGIÓN<o:p> </o:p> </span></h4> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span style="" lang="ES-TRAD"> <o:p> </o:p> </span></p> <h3 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><span style="color:#000080;">PRINCIPIOS Y NOCIONES FUNDAMENTALES</span></span><span style="" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h3> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">1.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Dios, sapientísimo Creador de todas las cosas, las ordenó todas a Sí como a último fin, esto es, para que le diesen gloria manifestando las divinas perfecciones en los bienes que les comunicó. El hombre, criatura principal de este mundo visible, debía también promover y realizar este fin conforme a su naturaleza racional, con los actos libres de su voluntad, conociendo, amando y sirviendo a Dios, para alcanzar luego de esta suerte el galardón que del mismo Señor había de recibir. Este vinculo moral o ley universal, con que el hombre se halla naturalmente ligado a Dios, se llama <i>religión natural.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">2.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Mas, habiendo la bondad divina preparado para el hombre una recompensa muy superior a cuanto él pudiera pensar y desear, esto es, queriendo hacerle partícipe de su misma bienaventuranza, como no bastase ya para fin tan levantado la religión natural, fue menester que Dios mismo le instruyese en los deberes religiosos. De donde se sigue que la Religión, desde el principio, hubo de ser <i>revelada, </i>esto es, manifestada por Dios al hombre.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">3.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> De hecho fue así, que Dios reveló la religión a Adán y a los primeros Patriarcas, los cuales sucediéndose unos a otros y viviendo juntos muchísimo tiempo„ podían transmitírsela fácilmente, hasta que Dios nuestro Señor se formó un pueblo que la guardase hasta la venida de Jesucristo, nuestro Salvador, Verbo de Dios encarnado, quien no la abolió, sino que la cumplió, perfeccionó y confió como en custodia a la Iglesia por todos los siglos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Todo lo cual se demuestra por la historia de la Religión, que se confunde así puede decirse, con la historia de la humanidad. Por donde es cosa manifiesta, que todas las que se llaman <i>religiones, </i>fuera de la única verdadera revelada por Dios, de la cual hablamos, son invenciones de los hombres y desviaciones de la Verdad, de la que algunas conservan una parte, mezclada empero con muchas mentiras y absurdos.<b><o:p> </o:p> </b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">4.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> En cuanto a las <i>sectas </i>o .divisiones que se hicieron de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana, las suscitaron y promovieron, o bien los hombres presuntuosos, que abandonaron el sentir de la Iglesia universal por irse voluntaria y obstinadamente tras algún error propio o ajeno contra la Fe, y son los <i>herejes, </i>o .bien hombres orgullosos y -codiciosos de Mando, y que teniéndose por más alumbrados que la santa Iglesia, le arrancaron .una parte de sus hijos, para rasgar, contra la palabra de Jesucristo, la católica unidad, separándose del Papa y del Episcopado a El unido, y son los cismáticos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Mientras tanto, el fiel cristiano católico, que inclina su razón ala palabra de Dios, predicada en nombre de la santa Iglesia por los legítimos Pastores, y cumple fielmente la santa divina ley, camina con seguridad por el camino que le guía a su último fin, y cuanto más se instruye en la Religión, más echa de ver lo razonable de la santa fe.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">5.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Este fue cabalmente el modo establecido por Dios para la perpetua tradición de la religión: la sucesiva y continua comunicación de los hombres entre sí, de modo que la verdad enseñada por los mayores se transmitiese en igual forma a los descendientes; lo cual debió durar aun después que en el decurso del tiempo movió él Espíritu Santo diversos escritores a poner en libros compuestos bajo su inspiración una parte de la ley divina.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Estos libros escritos con la inspiración de Dios, se llaman <i>Sagrada Escritura, Libros Santos </i>o la <i>Sagrada Biblia. </i>Llámanse libros del <i>Antiguo Testamento </i>los que se escribieron antes de la venida de Jesucristo, y los que se escribieron después, se llaman del <i>Nuevo Testamento.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">6.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Aquí <i>Testamento </i>es lo mismo que <i>Alianza o Pacto </i>hecho por Dios con los hombres, a saber: de salvarlos por medio de un Redentor prometido, con la condición de que prestasen fe a su palabra y obediencia a sus leyes.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El antiguo <i>Pacto </i>lo asentó primero Dios con Adán y Noé, y después más especialmente con Abrahán y su descendencia ; pacto que exigía la fe en el futuro Redentor o Mesías y la guarda de la ley dada al principio por Dios, y promulgada más tarde a su pueblo por medio de Moisés.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El nuevo <i>Pacto, </i>después de la venida de Jesucristo, Redentor y Salvador nuestro, lo asienta Dios con todos los que reciben la señal que Él ha establecido, que es el Bautismo, y creen en Él y guardan la ley que el mismo Jesucristo vino a perfeccionar y completar, predicándola en persona y enseñándola de palabra a los Apóstoles. - Estos recibieron de su divino Maestro el mandato de predicar por todas partes el santo Evangelio, y lo predicaron realmente de palabra, antes que fuese escrito por divina inspiración, como después lo fue. Pero ni todos ni solos los Apóstoles escribieron, y ciertamente ni unos ni otros escribieron todo lo que habían visto y oído.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">7.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Por cuanto acabamos de decir, y por lo que indicamos en el número 5, se comprende la suma importancia de la <i>Tradición divina, </i>que es la misma palabra de Dios, declarada por Él mismo de viva voz a sus primeros ministros. Por donde en ella también estriba nuestra fe, como en solidísimo fundamento.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">8.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Esta <i>Tradición divina, </i>junto con la <i>Sagrada Escritura, </i>es decir, toda la palabra de Dios escrita y transmitida de viva voz, fue confiada por nuestro Señor Jesucristo a un <i>Depositario público, perpetuo, infalible, </i>esto es, a la santa <i>Iglesia Católica y Apostólica; </i>la cual, fundada puntualmente en aquella divina <i>Tradición, </i>apoyada en la autoridad que Dios le ha dado v reforzada con la prometida asistencia y dirección del Espíritu Santo, define qué libros contienen la divina revelación, interpreta las escrituras, fija el sentido en las dudas que acerca de las mismas sobrevienen, decide en las cosas que miran a la fe y a las costumbres, y juzga con sentencias inapelables sobre cuantas cuestiones respecto de estos puntos de suprema importancia puedan de cualquier modo extraviar la inteligencia y el corazón de los fieles creyentes.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">9.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Pero adviértase que este juicio compete a aquella parte escogida de la Iglesia que se llama <i>docente o enseñante, </i>formada, primero, por los Apóstoles, y después, por sus sucesores los Obispos, con el Papa a su cabeza, que es el Romano Pontífice, sucesor de San Pedro. - El Sumo Pontífice, dotado por Jesucristo de la misma infalibilidad de que está adornada la Iglesia, y que le es necesaria para conservar la unidad y pureza de la doctrina, puede, cuando habla <i>ex cáthedra, </i>esto es, como Pastor y Doctor de todos los cristianos, promulgar los mismos decretos y pronunciar los mismos juicios que la iglesia en lo que toca a la fe y a las costumbres, los cuales ninguno puede recusar sin menoscabo de su fe. Asimismo puede ejercer siempre la suprema potestad en todo lo concerniente a la disciplina y buen régimen de la Iglesia, y todos los fieles deben obedecerle con sincero obsequio de la mente y del corazón.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">En la obediencia a esta suprema autoridad de la Iglesia y del Sumo Pontífice - por cuya autoridad se nos proponen las verdades de la fe, se nos imponen las leyes de la Iglesia y se nos manda todo cuanto al buen gobierno de ella es necesario - consiste la <i>regla de nuestra fe.<o:p> </o:p> </i></span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h4 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size:130%;color:#800000;">PARTE PRIMERA</span></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h4> <p class="MsoNormal" style="text-align: center; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: navy;" lang="ES-TRAD">RESUMEN DE LA HISTORIA DEL<o:p> </o:p> </span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center; margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial; color: navy;" lang="ES-TRAD"><a name="ANTIGUO TESTAMENTO">ANTIGUO TESTAMENTO</a></span></b><a name="ANTIGUO TESTAMENTO"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></a></p> <h5 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span style="color: green;" lang="ES-TRAD"><span style="font-size:100%;color:#000000;"><i><b>Creación del mundo</b></i></span><o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></h5> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">10.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> En el principio creó Dios el cielo y la tierra, con todo lo que en el cielo y en la tierra se contiene; y aunque pudiera acabar esta gran obra en un solo instante, quiso emplear seis períodos de tiempo, que la Escritura Santa llama <i>días.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El primer día dijo: hágase la luz, y hubo luz; el segundo hizo el firmamento; el tercero separó las aguas de la tierra, y a ésta le mandó que produjese hierbas, flores y toda suerte de frutos; el cuarto hizo el sol, la luna y las estrellas; el quinto creó los peces y las aves; el sexto creó todos los otros animales y finalmente, creó al hombre.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El día séptimo cesó Dios de crear, y este día, que llamó <i>Sábado, </i>que quiere decir <i>descanso, </i>mandó más tarde, por medio de Moisés, al pueblo hebreo que fuese santificado y consagrado a Él.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size:100%;"><i>Creación del hombre y de la mujer</i></span></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">11.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y lo hizo así: formó el cuerpo de tierra; luego sopló en su rostro, infundiéndole un alma inmortal.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Dios impuso al primer hombre el nombre de <i>Adán, </i>que significa <i>formado de tierra, y le </i>colocó en un lugar lleno de delicias, llamado el <i>Paraíso terrenal.</i><o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">12.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Mas Adán estaba solo. Queriendo, pues, Dios asociarle una compañera<b> </b>y consorte, le infundió un profundo sueño, y mientras dormía le quitó una costilla, de la cual formó la mujer que presentó a Adán. Este la recibió con agrado y la llamó Eva, que quiere decir <i>vida, </i>porque había de ser madre de todos los vivientes.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><span style="font-size:100%;">De los Ángeles</span></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">13.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Antes que al hombre, que es la criatura más perfecta de todo el mundo sensible, había creado Dios una infinita muchedumbre de otros seres, de naturaleza más elevada que el hombre, llamados <i>Ángeles.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">14.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los Ángeles, sin forma ni figura alguna sensible, porque son puros espíritus, creados para subsistir sin tener que estar unidos a cuerpo alguno, habían sido hechos por Dios a su imagen, capaces de conocerle y amarle, y libres para obrar el bien y el mal.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">15.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> En el momento de la prueba, muchísimos de estos espíritus permanecieron fieles a Dios; pero muchos otros pecaron. Su pecado fue de soberbia, queriendo ser semejantes a Dios y no depender de Él.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">16.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los espíritus fieles, llamados <i>Ángeles buenos o Espíritus celestes, </i>o simplemente <i>Ángeles, </i>fueron premiados con la eterna felicidad de la gloria.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">17.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los espíritus infieles, llamados <i>Diablos o Demonios, </i>con su cabeza, que se llama <i>Lucifer o Satanás, </i>fueron lanzados del cielo y condenados al infierno por toda la eternidad.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Pecado de Adán Eva y su castigo</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">18.<i> </i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Había Dios puesto a Adán y Eva en estado perfecto de inocencia, gracia y felicidad, exentos, por tanto, de la muerte y de todas las miserias de alma y cuerpo.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">19.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Les había permitido que comiesen de todos los frutos del Paraíso terrena, vedándoles solamente que gustasen del fruto de un árbol que estaba en medio del Paraíso, y que la Escritura llama <i>árbol de la ciencia del bien y del mal. </i>Llamósele así porque por él Adán y Eva, en virtud de su obediencia, hubieran conocido el bien, esto es, hubieran tenido aumento de gracia y de felicidad; o en pena de su desobediencia habrían caído ellos y sus descendientes de aquella perfección y experimentado el mal, así espiritual como corporal.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Quería Dios que Adán y Eva, con el homenaje de esta obediencia, le reconociesen por Señor y Dueño.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El demonio, envidioso de su felicidad, tentó a Eva, hablándole por medio de la serpiente e instigándola a quebrantar el mandamiento recibido. Tomó Eva del vedado fruto, comió, indujo a Adán a que también él comiese, y ambos pecaron.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">20.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Este pecado les acarreó a ellos y a todo el linaje humano los más desastrosos efectos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Adán y Eva perdieron la gracia santificarte, la amistad de Dios y el derecho a la bienaventuranza, quedando esclavos del demonio y merecedores del infierno. El Señor pronunció contra ellos la sentencia de muerte, los desterró de aquel lugar de delicias y los lanzó afuera a que se ganasen el pan con cl sudor de su frente, entre innumerables trabajos y fatigas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">21.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> El pecado de Adán propagóse luego a todos sus descendientes, excepto María Santísima, y es aquel con que todos nacemos y se llama <i>pecado original.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">22.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> El pecado original mancha nuestra alma desde el primer instante de nuestro ser, nos hace enemigos de Dios, esclavos del demonio, desterrados por siempre de la bienaventuranza, sujetos a la muerte y a todas las demás miserias.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Promesa de un Redentor</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">23.<i> </i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Pero Dios no desamparó a Adán y a su descendencia en tan desdichada suerte. En su infinita misericordia les prometió <i>luego un Salvador </i>(el Mesías), que había de venir a librar al género humano de la servidumbre del demonio y del pecado y a merecerles la gloria. Esta promesa la fue Dios repitiendo en lo sucesivo otras muchas veces a los Patriarcas y, por medio de los Profetas, al pueblo hebreo<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Los hijos de Adán y los Patriarcas</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">24.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Adán y Eva, después que fueron lanzados del Paraíso terrenal, tuvieron dos hijos, a quienes dieron los nombres de <i>Caín y Abel. </i>Crecidos ya en edad, Caín se dedicó a la agricultura, y Abel al pastoreo. Habiendo mostrado Dios que se agradaba de los sacrificios de Abel, el cual, piadoso e inocente, le ofrecía lo mejor de su rebaño, y que desdeñaba los de Caín, que le ofrecía los peores frutos de la tierra, éste, lleno de enojo y de envidia contra su hermano, le sacó consigo al campo como para solazarse, arrojóse, sobre él y lo mató.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">25.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Para consolar a Adán y Eva de la muerte de Abel, les dió el Señor otro hijo, que llamaron <i>Set</i>, y fue bueno y temeroso de Dios.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Adán, durante su larga vida de novecientos treinta años, tuvo otros muchos hijos e hijas, que se multiplicaron y poco a poco poblaron la tierra.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">26.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Entre los descendientes de Set y los otros hijos de Adán, los ancianos, padres de inmensa progenie, quedaban a la cabeza de las tribus formadas de las familias de sus hijos y nietos, y eran príncipes, jueces y sacerdotes. La historia los honra con el venerado nombre de <i>Patriarcas. </i>La Providencia les otorgaba larguísima vida para que enseñasen a sus descendientes la religión <i>revelada </i>y para que, velando sobre la fiel tradición de las divinas promesas, perpetuasen la fe en el futuro. Mesías.<o:p> </o:p> </span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size:100%;"><b><i>El diluvio</i></b></span></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">27.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Con el correr de los siglos pervirtiéronse los descendientes de Adán y llenóse toda la tierra de vicios y deshonestidades.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Por tanta corrupción, primero amenazó, después castigó Dios al género humano con un <i>diluvio </i>universal. Entonces hizo llover cuarenta días con cuarenta noches, hasta que las aguas cubrieron los montes más altos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Murieron anegados todos los hombres; no se salvaron más que Noé y su familia.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">28.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Noé, por orden de Dios, recibida cien años antes del diluvio, había empezado a fabricar su <i>Arca, </i>o especie de nave, en que después entró él con su mujer y sus hijos, <i>Sem, Cam y Jafet, </i>con las tres mujeres de éstos y con los animales que Dios le había indicado.<o:p> </o:p> </span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">La torre de Babel</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">29. </span></i></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Los descendientes de Noé se multiplicaron muy luego y crecieron en tan gran numero, que no pudiendo ya estar juntos, hubieron de pensar en separarse. Pero antes determinaron levantar una torre tan alta que llegase al cielo. La obra adelantaba a grandes pasos, cuando Dios, ofendido de tanto orgullo, bajó y confundió las lenguas por manera que los soberbios edificadores, no entendiéndose unos a otros, tuvieron que dispersarse sin llevar, a cabo su ambicioso proyecto. La torre tuvo el nombre de <i>Babel, </i>que quiere decir <i>confusión.<o:p> </o:p> </i></span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">El pueblo de Dios</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">30.<i> </i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Los hombres después del diluvio no permanecieron mucho tiempo fieles a Dios, sino que recayeron muy pronto en las maldades pasadas, y aun llegaron al extremo de perder el conocimiento del verdadero Dios y de entregarse a la <i>idolatría, </i>que consiste en reconocer y adorar como divinidad las cosas creadas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">31.<i> </i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Por lo cual, Dios, a fin de conservar en la tierra la verdadera religión, escogió un pueblo y tomó a su cargo el gobernarlo con especial providencia, preservándolo de la general corrupción.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD"><b><i>Principio del pueblo de Dios. Renuévase con Abrahán el antiguo pacto<span style=""><o:p> </o:p> </span></i></b></span></span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">32.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Para padre y tronco del nuevo pueblo escogió Dios a un hombre de Caldea, llamado Abrahán, descendiente de los antiguos Patriarcas por la línea de Heber. El pueblo que de él tuvo origen llamóse <i>Pueblo hebreo.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Abrahán habíase conservado justo en medio de su nación, entregada al culto de los ídolos; y para que perseverase en la justicia, le ordenó Dios que saliese de su tierra y pasase a la de <i>Canaán, </i>llamada también <i>Palestina, </i>prometiéndole que le haría cabeza de un gran pueblo y que de su descendencia nacería el Mesías.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">En confirmación de la palabra de Dios, Abrahán tuvo de su mujer Sara, bien que de edad provecta, un hijo, que llamó <i>Isaac.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">33.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Para probar la fidelidad y obediencia de su siervo, le ordenó Dios que le sacrificase éste su único hijo, a quien tanto amaba y en quien recaían las divinas promesas. Pero Abrahán, seguro de estas promesas, no titubeó en la fe, y, como se escribe en la Sagrada Escritura, <i>esperó contra la misma esperanza; </i>dispuso todo lo concerniente al sacrificio, y lo iba a ejecutar. Pero un ángel le detuvo la mano, y en premio a su fidelidad, Dios le bendijo y le anunció que de aquel su hijo nacería el Redentor del mundo.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">34.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Isaac, llegado a los cuarenta años, se casó <i>con Rebeca, su </i>prima, madre después a un mismo tiempo de dos hijos: <i>Esaú </i>y<i> Jacob.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">A Esaú, como primogénito, tocábale la bendición paternal; pero el Señor dispuso que, por la solicitud de Rebeca, Isaac bendijese a Jacob, a quien antes había cedido Esaú, por una mísera compensación, el derecho de primogenitura.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">35.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Jacob entonces, para librarse de la ira de Esaú, tuvo que huir a Harán, a casa de su tío Labán, que le dio por esposas a sus dos hijas, <i>Lía</i> y <i>Raquel, </i>y después de veinte años regresó a su casa muy rico y con numerosa familia.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">A la vuelta, por el camino, antes que se reconciliase con su hermano, en una visión que tuvo, fuéle cambiado el nombre de Jacob por el de <i>Israel.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">36.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Jacob fue padre de doce hijos, de los cuales los dos últimos, José y Benjamín, eran hijos de Raquel.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Entre los hijos de Jacob, el más discreto y morigerado era José, queridísimo, más que todos, de su padre. Por este motivo le cobraron aborrecimiento sus hermanos, y este aborrecimiento los llevó a tratar contra él, primero la muerte, y después, la venta a ciertos mercaderes ismaelitas, que lo condujeron a Egipto y vendieron, a su vez, a Putifar, ministro de Faraón.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Jacob y sus hijos en Egipto</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">37.<i> </i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">José en Egipto se granjeó luego con su virtud la estimación y afecto de su amo: pero después, calumniado por la mujer de Putifar, fue echado en la cárcel. Allí estuvo dos años, hasta que, por haber interpretado al Faraón o rey de Egipto dos sueños y profetizado que tras siete años de abundancia seguirían siete años de carestía, fue sacado de la cárcel y nombrado virrey de Egipto.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">En el tiempo de la abundancia hizo José grandes provisiones, por manera que cuando el hambre empezó a desolar la tierra, Egipto rebosaba de víveres.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">38.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> De todas partes había que acudir allí por trigo; Jacob se vio también forzado a enviar a sus hijos, los cuales no conocieron al principio a José; mas reconocidos de él y dándoseles a conocer, les encargó que llevasen a Egipto a su Padre con toda su familia.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Jacob, deseoso de abrazar a su amado hijo, fue allá, y el rey le señaló para su estancia y de los suyos la tierra de Gesén.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">39.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Después de diecisiete años de permanencia en Egipto, Jacob, vecino a la muerte, reunió en torno de sí a sus doce hijos, y con ellos a los dos hijos de José, por nombre <i>Efraín </i>y <i>Manasés</i>; recomendó que volviesen a la tierra de Canaán, mas sin dejar olvidados sus huesos en Egipto; los bendijo a todos en particular, prediciendo a Judá, que el cetro o potestad suprema no saldría de su descendencia hasta la venida del Mesías.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Servidumbre de los hebreos en Egipto</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">40.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los descendientes de Jacob, llamados hebreos o israelitas, fueron por algún tiempo respetados y tolerados de los egipcios. Pero multiplicados en gran número, hasta formar un gran pueblo, otro Faraón, que reinó más tarde, los oprimió con el yugo de la más dura servidumbre, llegando a ordenar que todos los hijos varones recién nacidos fuesen arrojados al Nilo.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Liberación de los hebreos por Moisés</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">41.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> En la espantosa servidumbre de Egipto hubiera perecido todo el pueblo hebreo sin ver la tierra de Canaán, si Dios no viniera a sacarlo prodigiosamente de las manos de sus bárbaros opresores.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">42.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Un niño hebreo, por nombre Moisés, había sido salvado providencialmente de las aguas del Nilo por la hija de Faraón, que le hizo instruir y educar en la misma corte de su padre.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">De él se sirvió Dios para librar a su pueblo y cumplir las promesas hechas a Abrahán.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">43.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Crecido ya Moisés, ordenóle el Señor que, en compañía de su hermano Aarón, fuese al Faraón y le intimase que permitiese a los hebreos salir de Egipto. Rehusólo el Faraón. Entonces Moisés, para vencer el endurecido corazón del rey, armado de una vara, hirió el Egipto con diez castigos prodigiosos y terribles, llamados las <i>Plagas de Egipto, </i>la última de las cuales fue que un Ángel, hacia la medianoche, comenzando por el hijo del rey, mató a todos los primogénitos de los egipcios, así de los hombres como de los animales.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">44.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> La misma noche en que sucedió esta mortandad, los hebreos, de orden de Dios, celebraron por primera vez la fiesta de la Pascua, que quiere decir <i>paso del Señor. </i>He aquí el rito mandado por Dios: que cada familia matase un cordero sin mancilla y rociase con la sangre de él la puerta de su casa, con lo cual estaría a salvo al paso del Ángel; que asase la carne y la comiese luego en hábito de caminante, con el báculo en las manos, como gente que se dispone a la partida.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span lang="ES-TRAD"><b><o:p> </o:p> </b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Este cordero, era figura del Cordero inmaculado Jesús, el cual con su sangre había de salvar de la muerte eterna a todos los hombres.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">45.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Faraón y todos los egipcios, a la vista de sus hijos muertos, sin más tardanza dieron prisa a los hebreos que saliesen, entregándoles todo el oro y plata y cuanto pidieron.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Partieron los hebreos, y después de tres días halláronse junto a la playa del mar Rojo.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Paso del mar Rojo</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">46.<i> </i></span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Muy pronto se arrepintió el Faraón de haber dejado salir a los hebreos, e inmediatamente fuese tras ellos con su ejército, y los alcanzó junto al mar.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Moisés alentó al pueblo, que estaba espantado a la vista de los egipcios, extendió su vara sobre el mar y las aguas se dividieron de parte a parte hasta el fondo, dejando ancho camino a los hebreos, que pasaron a pie enjuto.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">47.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Obstinado el Faraón en su perversidad, se lanzó tras ellos por aquel camino, pero apenas llegó adentro, cayeron sobre él las aguas, y<span style=""> </span>todos, hombres y caballos, quedaron anegados.<o:p> </o:p> </span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Los hebreos en el Desierto</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">48.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Pasado el mar Rojo, entraron los hebreos en el Desierto, y en brevísimo tiempo hubieran podido llegar a la <i>tierra prometida, </i>Palestina, si hubieran sido obedientes a la divina ley y a las órdenes de su caudillo Moisés; pero habiendo prevaricado y rebelándose muchas veces, Dios los entretuvo cuarenta años en el desierto, dejando morir allí a todos los que habían salido de Egipto, menos dos solos: Caleb y Josué.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Por todo este tiempo proveyó Dios a su mantenimiento con una especie de escarcha de blancos y menudos granos, llamada <i>maná, </i>la cual todas las noches cubría la tierra y a la madrugada la recogían. Pero la noche que precedía al Sábado, día festivo para los hebreos, no caía el <i>maná, </i>por Id cual recogían el doble la madrugada del Viernes. Para beber, proveyóles Dios de agua, que brotó muchas veces milagrosamente de las peñas heridas por la vara de Moisés.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Una gran nube, que de día los defendía de los rayos del sol y de noche, mudándose en columna de fuego, los alumbraba y mostraba el camino, los acompañó en todo el viaje.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><b><i><span style="font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><span style="font-size:100%;">Los diez mandamientos de la ley de Dios</span></span></i></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">49.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Al tercer mes de su salida de Egipto llegaron los hebreos a la falda del monte Sinaí. Allí fue donde, entre relámpagos y truenos, habló Dios v promulgó su ley en diez mandamientos, escritos en dos tablas de piedra, que entregó a Moisés en la cima del monte.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">50.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Mas cuando bajó, a los cuarenta días, de hablar con el Señor, halló Moisés que el pueblo hebreo había caído en la idolatría y adoraba un becerro de oro. Abrasado de santo celo por tamaña ingratitud e impiedad, hizo pedazos las tablas de la ley, redujo a polvo el becerro y castigó con la muerte a los principales instigadores de tan grave pecado.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Volvió a subir al monte, imploró el perdón del Señor, recibió otras tablas de la ley, y cuando bajó quedó atónito el pueblo al ver que de la faz le salían rayos de luz que la llenaban de gloria y resplandor.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">El Tabernáculo y el Arca</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">51. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Aquí, al pie del Sinaí, fabricó Moisés, por orden de Dios, y según las divinas prescripciones, el <i>Tabernáculo </i>y el <i>Arca.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El Tabernáculo era una gran tienda a modo de templo que se levantaba en medio de los reales cuando los hebreos acampaban.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El Arca era un cofre de madera preciosísima, guarnecido por dentro y por fuera de oro purísimo, donde después se pusieron las tablas de la ley, un vaso del maná del desierto y la vara florida de Aarón.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">52.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Muchas veces los hebreos en el desierto, por murmuraciones contra Moisés y contra el Señor, se atrajeron graves castigos. Fue notable entre éstos el de las serpientes ponzoñosas, por cuya mordedura pereció gran parte del pueblo; muchos, arrepentidos después, sanaron de las mordeduras mirando una serpiente de metal que, levantada en un asta por Moisés, presentaba figura de cruz. La virtud de este emblema era símbolo de la virtud que había de tener la santa Cruz para curar, las llagas del pecado.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Josué y la entrada en la tierra de promisión</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">53. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Después de haberlos detenido por espacio de cuarenta años en el desierto, introdujo Dios a los hombres en la tierra de promisión.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Moisés la vio desde lejos, pero no entró; Josué le sucedió en el gobierno del pueblo.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">54.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Precedidos del Arca, pasaron el río Jordán, cuyas aguas se habían parado para dejar libre el paso por el cauce del río: tomaron la ciudad de Jericó, sojuzgaron los pueblos que habitaban la tierra de Canaán y la dividieron en doce partes, según el número de tribus. Así castigó Dios por medio de su pueblo los gravísimos delitos de aquellas naciones.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Estas tribus tomaron el nombre de Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Benjamín, hijos de Jacob, y de Efraín y Manasés, hijos de José. Sin embargo la tribu de Leví no tuvo territorio aparte. Dios la llamó al oficio sacerdotal y quiso ser El mismo su porción y su herencia. De la tribu de Judá, según había profetizado Jacob a la hora de su muerte, nació más tarde el Redentor del mundo.<o:p> </o:p> <o:p> </o:p> </span></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Job</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">55.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Por aquellos tiempos vivía en Idumea un Príncipe muy acaudalado y justo, por nombre <i>Job, </i>el cual temía a Dios y guardábase de obrar mal. Queriendo el Señor hacer de él un dechado de paciencia en las mayores penalidades de la vida, permitió que Satanás le tentase con tribulaciones inauditas. En pocos días le arrebataron sus inmensas posesiones, la muerte le privó de su numerosa familia y él mismo vióse herido en todo el cuerpo de unas úlceras malignas. Atribulado Job con tantas desgracias, no pecó por impaciencia; derribóse la faz en tierra, adoró al Señor, y dijo: "El Señor me lo dió, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor". Dios, en premio de su resignación, le bendijo y devolviéndole la salud, le dio más prosperidades que antes.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Todo esto se describe luminosamente. en uno de los libros santos titulado <i>Job.<o:p> </o:p> </i></span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Los hebreos bajo los jueces</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">56. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Habiéndose apoderado de Palestina los hebreos guiados por Josué, ya no la abandonaron; siendo gobernados según la ley de Moisés, o por los <i>ancianos </i>del pueblo, o por <i>jueces, y más </i>tarde por <i>reyes.<o:p> </o:p> </i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Los jueces eran personas (entre ellas dos mujeres: Débora y Jael) suscitadas y elegidas por Dios de tiempo en tiempo para librar a los hebreos siempre que en castigo de sus pecados caían bajo la dominación de sus enemigos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">57.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los dos jueces más ilustres fueron <i>Sansón y Samuel. </i>Dotado Sansón de una fuerza extraordinaria y maravillosa, molestó y causó durante muchos años mil estragos . a los filisteos, enemigos de Dios muy poderosos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Traicionado después y perdidas sus prodigiosas fuerzas, recogió las que le quedaban para sacudir y derribar un templo de sus enemigos, bajo cuyos escombros se sepultó con muchos de ellos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Samuel, último de los jueces, vencidos ya los filisteos, juntó por orden de Dios al pueblo, que alborotado hedía rey, y en su presencia eligió y consagró a Saúl, de la tribu de Benjamín, por primer rey de todo el pueblo hebreo.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Los hebreos bajo los reyes</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">58.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Muchos años reinó Saúl, mas después de los dos primeros fue desechado por Dios a causa de una gravísima desobediencia, y fue ungido y consagrado rey un joven por nombre <i>David, </i>de la tribu de Judá, quien luego se hizo célebre matando en singular combate a un gigante filisteo llamado <i>Goliat, </i>que insultaba al pueblo de Dios puesto en orden de batalla.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">59.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Saúl, derrotado por los filisteos, se dio la muerte Entonces subió al trono David, que reinó sobre el pueblo de Dios cuarenta años. Acabó de conquistar toda la Palestina, sojuzgando a los infieles que allí quedaban, y se enseñoreó especialmente de la ciudad de Jerusalén, que eligió para asiento de su corte y capital de todo el reino.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">60.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> A David sucedió <i>Salomón, </i>que fue el hombre más sabio que hubo jamás. Edificó el templo de Jerusalén y gozó de largo y glorioso reinado. Pero los últimos años de su vida, por las artes insidiosas de mujeres extranjeras, cayó en la idolatría, y algunos temen por su eterna salvación.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">División del Reino</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">61. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Sucedió al Rey Salomón su hijo Roboán. Por no querer éste aliviar la carga durísima de los tributos impuestos por su padre, se le rebelaron diez tribus, que tomaron por rey a Jeroboán, cabeza de los insurrectos y solas dos tribus permanecieron fieles a Roboán, las de Judá y Benjamín. El pueblo hebreo se halló de este modo dividido en dos reinos, el reino de Israel y el reino de Judá. Estos dos reinos no se unieron ya más, sino que cada uno tuvo historia por sí.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Reino de Israel y su destrucción</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">62. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Los reyes de Israel, en número de 19, todos perversos y sumidos en la idolatría, a la que arrastraron la mayor parte del pueblo de las tribus, gobernaron por espacio de doscientos cincuenta y cuatro años. Finalmente, en castigo de sus enormes iniquidades, parte del pueblo fue dispersado, parte llevado cautivo a Asiria por Salmanasar, rey de los Asirios, y el reino de Israel cayó para no levantarse más. (A. a. C. 722.)<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Enviáronse para repoblar el país colonias de gentiles, a los que se asociaron en tiempos sucesivos algunos israelitas vueltos de su destierro y algunos malos judíos, y entre todos formaron después un pueblo, que se llamó <i>Samaritano, </i>enemigo acérrimo de la nación judaica.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Entre los israelitas llevados cautivos a Nínive, capital de Asiria, se halló <i>Tobías, </i>varón santísimo de quien hay en los Libros Santos una particular historia, muy acomodada para hacernos cobrar alta estima del santo temor de Dios y de las disposiciones de su providencia.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD"><b><i>Reino de Judá y cautividad de Babilonia<span style="font-family: Arial;"><o:p> </o:p> </span></i></b></span></span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">63. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Los reyes de Judá, en número de 20, de los cuales algunos fueron piadosos y buenos y otros harto criminales, reinaron en junto trescientos ochenta y ocho años.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">64.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> En tiempo de Manases, uno de los últimos reyes de Judá, aconteció lo que se escribe en el libro que se titula de <i>Judit, </i>la cual, matando a Holofernes, capitán general del rey de los Asirios de aquel tiempo, libró la ciudad de Betulia y toda la Judea.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Más tarde, otro rey de los Asirios, por nombre Nabucodonosor, puso fin al reino de Judá; se apoderó de Jerusalén y la destruyó, junto con el templo de Salomón, hasta los cimientos; hizo prisionero y sacó los ojos a su último rey,<span style=""> </span>Sedecías, y al pueblo lo llevó cautivo a Babilonia.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Daniel</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">65.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Durante la cautividad de Babilonia vivió el profeta <i>Daniel. </i>Escogido con otros jóvenes hebreos para ser educado y luego destinado al servicio personal del rey, se granjeó con su virtud la estimación y afecto de Nabucodonosor, mayormente después de haberle manifestado e interpretado un sueño que éste había tenido y de que después se había olvidado.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">También fue muy amado del rey Darío: pero los émulos le acusaron de adorar a su Dios. desobedeciendo el edicto real que lo prohibía, y lograron que fuese arrojado al foso de los leones, de los que Dios le guardó ileso milagrosamente.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Fin de la cautividad de Babilonia y vuelta de los hebreos a Judea</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">66. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">La cautividad de Babilonia duró setenta años, después de los cuales los judíos alcanzaron de Ciro la libertad. Vueltos a su patria, guiados por Zorobabel (A. a. C. 539), reedificaron Jerusalén y el Templo, alentados en la santa empresa por Nehemías, ministro del rey, y por el profeta Ageo.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">67.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Mas no todos regresaron a su patria. Entre los que se quedaron en tierra, extranjera se halló por divina disposición, Éster, la cual, escogida por el rey Asuero para esposa suya, salvó después a su pueblo de la ruina a que estaba condenado por el rey, instigado por el ministro Amán, que aborrecía. a Mardoqueo, tío de la reina.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">68.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los judíos, recobrada la libertad, fueron en adelante más fieles al Señor, viviendo en la guarda de sus propias leyes y reconociendo por cabeza de su nación al Sumo Sacerdote, con cierta dependencia, ya del rey de Persia, ya del de Siria o de Egipto, según la suerte de las armas.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">69.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Entre estos reyes, algunos dejaron en paz a los judíos y otros los persiguieron para reducirlos a la idolatría. El más cruel tirano fue <i>Antíoco Epífanes, </i>rey de Siria, quien publicó una ley por la que todos sus vasallos estaban obligados, so pena de muerte, a abrazar la religión gentílica. Muchos judíos entonces consintieron en aquella impiedad, pero, muchos más se mantuvieron firmes y se conservaron fieles a Dios, y otros muchos murieron con glorioso martirio. Así acaeció a un santo anciano que se llamaba <i>Eleazar </i>y<i> a </i>siete hermanos, qué se decían <i>Macabeos, </i>con su madre.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Los Macabeos</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">70.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Alzáronse entonces contra el impío y cruel Antíoco algunos intrépidos defensores de la religión y de la independencia de la patria, a la cabeza de los cuales, se puso un sacerdote, por nombre <i>Matatías, </i>con sus cinco hilos, virtuosos y esforzados como él. Se retiró primero a los montes, y juntando allí a otros valientes, bajó y desbarató a los opresores.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">71.</span></b><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Judas, </span></i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">por sobrenombre <i>Macabeo, </i>hijo de Matatías, prosiguió la guerra comenzada por su padre, y con el favor de Dios y con la ayuda de sus hermanos fundó el pequeño reino llamado dé los <i>Macabeos, </i>que por espacio de ciento veintiocho años gobernaron la Judea como pontífices y capitanes, y después también como reyes.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Este gran capitán, llamado en la Sagrada Escritura <i>varón </i>fortísimo, dio insigne ejemplo de piedad con los difuntos y confirmó solemnemente la fe en el purgatorio, ordenando una gran colecta de dinero con destino a Jerusalén, para que allí se ofreciesen dones y sacrificios en sufragio de los que habían caído muertos en la guerra santa. Fue por sus muchas victorias bendecido del pueblo y el terror de sus enemigos. Mas al fin, oprimido de éstos, y no sostenido de los suyos, murió como héroe con las armas en la mano el año 161, antes de la era cristiana. A Judas Macabeo sucedieron uno en pos de otro sus hermanos <i>Jonatás y Simón</i>, y después el hijo de éste <i>Juan Hircano, </i>que gobernó sabia, gloriosa y felizmente.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">72.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Pero los hijos y descendientes degeneraron de la virtud de sus mayores, y discordes entre sí se enzarzaron en desastradas contiendas con sus poderosos vecinos, y en breve la Judea, perdidas las fuerzas y la autoridad, vino a caer poco a poco en poder de los romanos.<o:p> </o:p> </span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><i><b><span style="font-size:100%;">Los romanos y fin del reino de Judá</span></b></i></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">73.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los romanos la hicieron primero tributaria, y poco después le impusieron un rey de nación extranjera, <i>Herodes el Grande, </i>llamado así por algunas felices empresas, pero no ciertamente grande a juicio de la historia, la que no calla las trapacerías y vilezas que empleó para subir al ambicionado poder, del cual se valió más tarde paró perseguir la persona adorable de Jesucristo en su infancia. Afortunado en lo exterior, vivió y murió desgraciadísimo: fin ordinario de los perseguidores.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Tras él reinaron, con más o menos extensión de poderío, tres hijos suyos y dos nietos, pero duró poco su gloria, pues el reino fue presto reducido a provincia del imperio romano, que envió un gobernador para que la gobernase en su nombre.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Los Profetas</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">74.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Para conservar a su pueblo en la guarda de la ley, o para volverlo a ella de nuevo, cuando prevaricaba y en especial para preservarlo de la idolatría, a que poderosamente propendía, suscitó Dios en todo tiempo hombres extraordinarios llamados <i>Profetas, </i>que inspirados por El predecían los sucesos por venir.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">75.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Algunos de estos Profetas, como <i>Elías y Elíseo, </i>no dejaron nada escrito, pero de ellos y de sus hazañas se hace mención en la Historia Sagrada.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">Otros dieciséis dejaron escritas sus profecías, que se conservaron entre los Libros Santos.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">76.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Cuatro de éstos, <i>Jeremías, Daniel, Ezequiel </i>e <i>Isaías, </i>se llaman <i>mayores, </i>porque sus profecías son más extensas; los otros doce se llaman <i>menores, </i>por la razón contraria.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">77.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> El principal encargo de los Profetas era conservar viva la memoria de la promesa del Mesías y preparar al pueblo para que le reconociese. Muchos siglos antes anunciaron el tiempo preciso de su venida, y describieron con tales pormenores su nacimiento, vida, pasión y muerte, que, leyendo el conjunto de sus profecías, más parecen historiadores que Profetas.<o:p> </o:p> </span><i><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></i></p> <h6 style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;" align="center"><span lang="ES-TRAD"><b><i><span style="font-size:100%;">Algunas profecías relativas al Mesías</span></i></b></span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></h6> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">78. </span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">He aquí algunas profecías que se refieren al tiempo de la venida del Mesías.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El profeta Daniel, hacia el fin de la cautividad de Babilonia, anunciaba con toda claridad que el Mesías aparecería, viviría, sería negado y muerto por los judíos de allí a setenta semanas de años, y que poco después Jerusalén sería destruida y los judíos dispersados, sin poderse ya constituir en nación.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">79.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Los profetas Ageo y Malaquías anunciaban a los judíos que el Mesías vendría al segundo templo, y por consiguiente antes de su destrucción.<o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">El profeta Isaías, además de describir muchas circunstancias del nacimiento y vida del Mesías, anunció que, después de su venida, se convertiría la gentilidad.</span><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">80.</span></b><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD"> Lo que éste y demás Profetas anunciaron tuvo su cumplimiento. A saber: se cumplieron las setenta semanas, fue destruida Jerusalén, destruido el segundo Templo, los judíos fueron y siguen derramados por toda la tierra, y se convirtieron los gentiles: luego el Mesías debe haber venido. Más<o:p> </o:p> </span></p> <p style="margin-left: 40px; margin-right: 40px;"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;" lang="ES-TRAD">todas estas profecías tuvieron su realización en la personó de nuestro Señor Jesucristo, y sólo en El; luego El es el verdadero Mesías prometido.</span> </p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-20945076907195869362009-09-14T11:30:00.000+02:002009-09-14T12:00:34.744+02:00Actividades del Santo Padre durante el fín de semana<a href="http://www.lanacion.com.ar/anexos/fotos/45/1038845.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 395px; display: block; height: 435px;" alt="" src="http://www.lanacion.com.ar/anexos/fotos/45/1038845.JPG" border="0" /></a><br />Como creo firmemente que "donde está Pedro, allí está la Iglesia" voy a seguir acercando a todos los que me lean los actos y las palabras de nuestro Santo Padre Benedicto XVI.<br /><br />El sábado día 12 a las 10:00 el Santo Padre ordenó cinco obispos en la Basílica Vaticana. En <a href="http://www.zenit.org/article-32449?l=spanish">la homilía</a> Benedicto XVI pidió a todos los obispos tres cualidades: fidelidad, prudencia y bondad.<br /><br />El domingo día 13 el Papa rezó el Ángelus junto a los peregrinos llegados hasta Castel Gandolfo para ello. Antes de la oración pronunció <a href="http://www.zenit.org/article-32446?l=spanish">unas palabras</a>, como es costumbre.<br /><br />Por último, ayer nos llegaba la noticia de que el Santo Padre <a href="http://www.zenit.org/article-32448?l=spanish">visitará Malta</a> en abril de 2010, con motivo del 1950 aniversario del naufragio de San Pablo en esta isla.<br /><div></div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-10121469671400219282009-09-14T09:12:00.001+02:002009-09-14T09:12:00.491+02:00Exaltación de la Santa Cruz<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMg4X89t-XHi1l5ya9omN2Eu5hDPjjVnbOB3MILWHXU8DRgkunp2SPuqzy02CuRlUvC_yNoElmgOsXBvkalJxD3i7N_QdNE8G0UnqWz-nD8Yn8n9hJ2ebG81unQ9-7-OmFSpxiBs2qDBxW/s400/Cruz+Gloriosa.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 265px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMg4X89t-XHi1l5ya9omN2Eu5hDPjjVnbOB3MILWHXU8DRgkunp2SPuqzy02CuRlUvC_yNoElmgOsXBvkalJxD3i7N_QdNE8G0UnqWz-nD8Yn8n9hJ2ebG81unQ9-7-OmFSpxiBs2qDBxW/s400/Cruz+Gloriosa.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="text-decoration: underline;"><span style="font-weight: bold;"></span></span>+ <a href="http://www.corazones.org/biblia_y_liturgia/oficio_lectura/fechas/septiembre_14.htm">Oficio de lectura</a><br /><br /><br />Celebra la Iglesia la fiesta de la exaltación de la Cruz en este 14 de septiembre, en el que recordamos la recuperación de la Verdadera Cruz, la cual fue robada por los partos y posteriormente recuperada e introducida con gran alegría en la ciudad santa de Jerusalén.<br /><br />Ya el Viernes Santo exalta la Iglesia la Cruz. Poco después de recordar la muerte del Divino Redentor la Iglesia celebra compungida ese oficio de Pasión, en el cual adoramos la Cruz, mostrando que lo que acaba de pasar no es fracaso total sino plena victoria.<br /><br />Pero puesto que en ese día vive la Iglesia tantas emociones, celebra hoy esta fiesta para meditar en el misterio glorioso de la Cruz y sobre todo en el Amor que llega hasta la muerte, ymuerte de cruz.<br /><br />Así pues, toda la Iglesia exalta hoy la Santa Cruz y frente a los herejes proclama estas palabras de la Sagrada Escritura: "<strong>Nosotros predicamos a un Cristo crucificado</strong>: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios." -I Corintios 1,23-24<br /><br /><br />Meditemos hoy pues en el misterio de la Cruz, ayudados por ese precioso himno que canta la Iglesia el Viernes Santo:<br /><br /><strong style="font-weight: normal; color: rgb(255, 0, 0);">Después de cada estrofa, se van diciendo alternados los versos R1 y R2.</strong><br /><br /><em>Canta, oh lengua jubilosa, el combate singular en que el Salvador del mundo, inmolado en una cruz, con su sangre redentora a los hombres rescató. </em><br /><em>R.1. Cruz amable y redentora, árbol noble, espléndido. Ningún árbol fue tan rico, ni en sus frutos ni en su flor. </em><br /><em>Cuando Adán, movido a engaño, el fruto del Edén, el Creador, compadecido, entonces decretó que un árbol nos devolviera lo que un árbol nos quitó. </em><br /><em>R.2. Dulce leño, dulces clavos, dulce el fruto que nos dio. Quiso, con sus propias armas, vencer Dios al seductor, la sabiduría a la astucia fiero duelo le aceptó, para hacer surgir la vida donde la muerte brotó, R.1. </em><br /><em>Cuando el tiempo hubo llegado, el Eterno nos envió a su Hijo desde el cielo, Dios eterno como él, que en el seno de una Virgen carne humana revistió. R.2. </em><br /><em>Hecho un niño está llorando, de un pesebre en la estrechez. En Belén, la Virgen madre en pañales lo envolvió. He allí al Dios potente, pobre, débil, párvulo. R.1. </em><br /><em>Cuando el cuerpo del Dios-Hombre alcanzó su plenitud, al tormento, libremente, cual cordero, se entregó pues a ello vino al mundo a morir en una cruz. R.2. </em><br /><em>Ya se enfrenta a las injurias, a los golpes y al rencor, ya la sangre está brotando de la fuente de salud. En qué río tan divino se ha lavado la creación. R.1. </em><br /><em>Árbol santo, cruz excelsa, tu dureza ablanda ya, que tus ramas se dobleguen al morir el Redentor y en tu tronco, suavizado, lo sostengas con piedad. R.2. </em><br /><em>Feliz puerto preparaste para el mundo náufrago y el rescate presentaste para nuestra redención, pues la Sangre del Cordero en tus brazos se ofrendó. R.1.<br /><br /><br /></em><div style="text-align: center;"><div style="text-align: left;"><em><span style="font-weight: bold;">IN HOC SIGNO VINCES</span></em><br /></div><em></em></div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-61266348279111213652009-09-14T08:21:00.001+02:002009-09-14T08:21:00.316+02:00Novena de los Dolores (8)<a href="http://www.unav.es/catedrapatrimonio/paginasinternas/conferencias/recoletas/dolorosa.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 430px; DISPLAY: block; HEIGHT: 500px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://www.unav.es/catedrapatrimonio/paginasinternas/conferencias/recoletas/dolorosa.jpg" /></a><br /><div><em>Por la señal… Señor mío Jesucristo…</em></div><br /><div><br /><strong>ORACIÓN INICIAL</strong></div><br /><div>Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados, como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, por tus dolores, que oigas mi petición en esta novena y, si conviene, me la concedas.</div><br /><div></div><br /><div><br /><strong>DÍA OCTAVO</strong><a name="P8"></a> <a href="http://www.devocionario.com/maria/dolores_2.html#Inicio"></a><br />Oh Virgen Dolorosa, por el dolor con que acompañaste a tu Hijo a la sepultura y allí le dejaste sepultado, concédeme que yo muera con los auxilios de la religión y sea sepultado entre los fieles cristianos con Cristo, para que, en el día del juicio, merezca resucitar con los verdaderos cristianos y ser llevado a la derecha de Cristo.</div><br /><div></div><br /><div><br /><strong>ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.</strong><a name="O2"></a></div><br /><div>Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar en favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.<br />Oh Santísima Madre, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús crucificado.<br />Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.<br />Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme tú, oh Virgen, con tus ruegos, en el día del juicio.<br />Y tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, por tu Madre querida, haz que llegue a la palma de victoria.<br />Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del paraíso la gloria.<br />Rezar tres avemarías.<br />Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima, que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.<br />Nuestra Señora de la Buena Muerte, ruega por nosotros.<br />Oremos.-Te rogamos, Señor nuestro Jesucristo, que interceda ante tu clemencia la bienaventurada Virgen María tu Madre, cuya alma atravesó la espada de dolor en la hora de tu Pasión. Lo pedimos por ti, oh Jesucristo, Salvador del mundo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.<br />San José, ruega por nosotros.</div><br /><div></div><br /><div><strong>Tomado de Devocionario.com</strong></div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-72426739987157083762009-09-13T09:21:00.000+02:002009-09-13T09:21:00.490+02:00Domingo 13 de septiembre, XXIV domingo ordinario<div align="center"><a href="http://img523.imageshack.us/img523/4953/zcruzverdedv2.gif"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 64px; DISPLAY: block; HEIGHT: 64px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://img523.imageshack.us/img523/4953/zcruzverdedv2.gif" /></a></div><p align="center"><span style="color:#ff0000;">DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE</span></p><p align="center"><span style="color:#ff0000;">24º DOMINGO ORDINARIO</span></p><p align="center"><span style="color:#ff0000;">-Día del Señor-</span></p><p align="center"><span style="color:#000000;"><strong>ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Eclo 36, 15-16)</strong></span></p><p align="center"><span style="color:#000000;">A los que esperan en ti, Señor, concédeles tu paz, y cumple así las palabras de tus profetas; escúchame, Señor, y atiende a las plegarias de tu pueblo.</span></p><p align="center"><strong>Se dice Gloria</strong></p><p align="center"><strong>ORACIÓN COLECTA</strong></p><p align="center">Míranos, Señor, con ojos de misericordia y haz que experimentemos vivamente tu amor para que podamos servirte con todas nuestras fuerzas. Por nuestro Señor Jesucristo...</p><p align="center"><strong>Lectura del libro del profeta Isaías: 50, 5-9</strong> </p><p align="center">En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro de los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí? ¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá a condenarme?". <em>Palabra de Dios. Te alabamos, Señor</em>.</p><p align="center"><strong>Del salmo 114</strong> </p><p align="center">R/. Caminaré en la presencia del Señor. Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria, porque me prestó atención cuando mi voz lo llamaba. R/. Redes de angustia y de muerte me alcanzaron y me ahogaban. Entonces rogué al Señor que la vida me salvara. R/.El Señor es bueno y justo, nuestro Dios es compasivo. A mí, débil, me salvó y protege a los sencillos. R/.Mi alma libró de la muerte; del llanto los ojos míos, y ha evitado que mis pies tropiecen por el camino. Caminaré ante el Señor por la tierra de los vivos. R/.</p><p align="center"><strong>Lectura de la carta del apóstol Santiago: 2, 14-18</strong> </p><p align="center">Hermanos míos: ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no lo demuestra con obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que algún hermano o hermana carece de ropa y del alimento necesario para el día, y que uno de ustedes le dice: "Que te vaya bien; abrígate y come", pero no le da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué le sirve que le digan eso? Así pasa con la fe; si no se traduce en obras, está completamente muerta. Quizá alguien podría decir: "Tú tienes fe y yo tengo obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con mis obras te demostraré mi fe". <em>Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.</em> </p><p align="center"><strong>ACLAMACIÓN (Gál 6, 14)</strong> </p><p align="center">R/. Aleluya, aleluya.No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. R/.</p><p align="center"><strong>Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8, 27-35</strong></p><p align="center">En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos le contestaron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas". Entonces él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Pedro le respondió: "Tú eres el Mesías". Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirle. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: "¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres". Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará". <em>Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús</em>.</p><p align="center"><strong>Se dice Credo</strong></p><p align="center"><strong>ORACIÓN DE LOS FIELES</strong></p><p align="center">Imploremos, hermanos y hermanas, la misericordia de Dios y pidámosle que escuche las oraciones de los que hemos puesto nuestra confianza en él. (Respondemos a cada petición: R/. Te rogamos, Señor, óyenos). </p><p align="center">Para los obispos, los presbíteros y los diáconos pidamos al Señor una vida santa, tal como corresponde a su ministerio y el premio abundante de su trabajo, roguemos al Señor. R/.</p><p align="center">Para que los que gobiernan las naciones y tienen bajo su poder el destino de los pueblos, pidamos el don de la prudencia y el espíritu de justicia, roguemos al Señor. R/.</p><p align="center">Para los enfermos e impedidos pidamos al Señor la fortaleza necesaria, a fin de que no se desanimen ante las dificultades y vivan alegres en la esperanza de los bienes eternos, roguemos al Señor. R/. </p><p align="center">Para nosotros mismos y para nuestros familiares, amigos y bienhechores, pidamos al Señor que nos conserve y aumente los bienes que con tanta generosidad nos ha concedido, roguemos al Señor. R/.</p><p align="center">Dios nuestro, fortaleza de los pobres y auxilio de los que sufren, escucha las oraciones de tu Iglesia y danos el Espíritu Santo; para que, iluminados con su luz, creamos con el corazón y confesemos con las obras que Jesús es el Mesías, y vivamos convencidos de que salvaremos nuestra vida si tenemos el valor de perderla por anunciar el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. </p><p align="center"><strong>ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS</strong></p><p align="center">Acepta, Señor, con bondad, los dones y plegarias de tu pueblo y haz que lo que cada uno ofrece en tu honor, ayude a la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.</p><p align="center"><strong>PREFACIO DOMINICAL I</strong></p><p align="center">En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Quien, por su misterio pascual, realizó la obra maravillosa de llamarnos del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para que, trasladados de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...</p><p align="center"><strong>ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 35, 8)</strong></p><p align="center">Señor Dios, qué valioso es tu amor. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.</p><p align="center"><strong>ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN</strong></p><p align="center">Que la gracia de esta comunión nos transforma, Señor, tan plenamente, que no sea ya nuestro egoísmo, sino tu amor, el que impulse, de ahora en adelante, nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.</p><p align="center"> </p><p align="center">¡Feliz domingo!</p>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-42528140030675820322009-09-13T07:21:00.001+02:002009-09-13T07:21:00.727+02:00Novena de los Dolores (7)<a href="http://s3.amazonaws.com/lcp/elquiciodelamancebia/myfiles/crsito2.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 256px; DISPLAY: block; HEIGHT: 217px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://s3.amazonaws.com/lcp/elquiciodelamancebia/myfiles/crsito2.jpg" /></a><em> Por la señal… Señor mío Jesucristo…<br /></em><strong>ORACIÓN INICIAL</strong><br />Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados, como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, por tus dolores, que oigas mi petición en esta novena y, si conviene, me la concedas.<br /><br /><br /><strong>DÍA SÉPTIMO</strong><a name="P7"></a> <a href="http://www.devocionario.com/maria/dolores_2.html#Inicio"></a><br />Oh Virgen Dolorosa, por el dolor que sufriste al recibir a tu Hijo muerto y bajado de la cruz, te suplico me alcances el perdón de mis culpas, que fueron la causa de su muerte, y que sus heridas se graben profundamente en mi memoria y mi corazón, como testimonio de su amor, para que le ame hasta la muerte.<br /><br /><br /><strong>ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.</strong><a name="O2"></a><br />Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar en favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.<br />Oh Santísima Madre, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús crucificado.<br />Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.<br />Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme tú, oh Virgen, con tus ruegos, en el día del juicio.<br />Y tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, por tu Madre querida, haz que llegue a la palma de victoria.<br />Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del paraíso la gloria.<br />Rezar tres avemarías.<br />Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima, que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.<br />Nuestra Señora de la Buena Muerte, ruega por nosotros.<br />Oremos.-Te rogamos, Señor nuestro Jesucristo, que interceda ante tu clemencia la bienaventurada Virgen María tu Madre, cuya alma atravesó la espada de dolor en la hora de tu Pasión. Lo pedimos por ti, oh Jesucristo, Salvador del mundo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.<br />San José, ruega por nosotros.<br /><br /><strong>Tomado de Devocionario.com</strong>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-13174768981859257602009-09-12T17:28:00.002+02:002009-09-12T17:31:36.112+02:00Dulce Nombre de María II<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2UxRcxPlWFvLeuMsY5m5aZCLNt1iD-3QaB1x5zKY5aPsHkNYnZ9HQDu45DoXzi9K3cNLUIWJAE4DJ_wHe5yBHDY4A4y2luwY0O90xoBCus1iXWJ8Xo5pmgbV2WO4cB9mvc9FhZQ-Lzm0/s320/VIRGEN.bmp"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 279px; DISPLAY: block; HEIGHT: 320px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2UxRcxPlWFvLeuMsY5m5aZCLNt1iD-3QaB1x5zKY5aPsHkNYnZ9HQDu45DoXzi9K3cNLUIWJAE4DJ_wHe5yBHDY4A4y2luwY0O90xoBCus1iXWJ8Xo5pmgbV2WO4cB9mvc9FhZQ-Lzm0/s320/VIRGEN.bmp" /></a><br /><div><strong>San Alfonso María de Ligorio<br /></strong><br />El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado para ella por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen. Este nombre fue elegido por el cielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan san Jerónimo, san Epifanio, san Antonino y otros. "Del Tesoro de la divinidad -dice Ricardo de San Lorenzo- salió el nombre de María". De él salió tu excelso nombre; porque las tres divinas personas, prosigue diciendo, te dieron ese nombre, superior a cualquier nombre, fuera del nombre de tu Hijo, y lo enriquecieron con tan grande poder y majestad, que al ser pronunciado tu nombre, quieren que, por reverenciarlo, todos doblen la rodilla, en el cielo, en la tierra y en el infierno. Pero entre otras prerrogativas que el Señor concedió al nombre de María, veamos cuán dulce lo ha hecho para los siervos de esta santísima Señora, tanto durante la vida como en la hora de la muerte.<br /><br />En cuanto a lo primero, durante la vida, "el santo nombre de María -dice el monje Honorio- está lleno de divina dulzura". De modo que el glorioso san Antonio de Padua, reconocía en el nombre de María la misma dulzura que san Bernardo en el nombre de Jesús. "El nombre de Jesús", decía éste; "el nombre de María", decía aquél, "es alegría para el corazón, miel en los labios y melodía para el oído de sus devotos". Se cuenta del V. Juvenal Ancina, obispo de Saluzzo, que al pronunciar el nombre de María experimentaba una dulzura sensible tan grande, que se relamía los labios. También se refiere que una señora en la ciudad de Colonia le dijo al obispo Marsilio que cuando pronunciaba el nombre de María, sentía un sabor más dulce que el de la miel. Y, tomando el obispo la misma costumbre, también experimentó la misma dulzura. Se lee en el Cantar de los Cantares que, en la Asunción de María, los ángeles preguntaron por tres veces: "¿Quién es ésta que sube del desierto como columnita de humo? ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es ésta que sube del desierto rebosando en delicias?" (Ct 3,6; 6,9; 8,5). Pregunta Ricardo de San Lorenzo: "¿Por qué los ángeles preguntan tantas veces el nombre de esta Reina?" Y él mismo responde: "Era tan dulce para los ángeles oír pronunciar el nombre de María, que por eso hacen tantas preguntas".<br /><br />Pero no quiero hablar de esta dulzura sensible, porque no se concede a todos de manera ordinaria; quiero hablar de la dulzura saludable, consuelo, amor, alegría, confianza y fortaleza que da este nombre de María a los que lo pronuncian con fervor. Dice el abad Francón que, después del sagrado nombre de Jesús, el nombre de María es tan rico de bienes, que ni en la tierra ni en el cielo resuena ningún nombre del que las almas devotas reciban tanta gracia de esperanza y de dulzura. El nombre de María -prosigue diciendo- contiene en sí un no sé qué de admirable, de dulce y de divino, que cuando es conveniente para los corazones que lo aman, produce en ellos un aroma de santa suavidad. Y la maravilla de este nombre -concluye el mismo autor- consiste en que aunque lo oigan mil veces los que aman a María, siempre les suena como nuevo, experimentando siempre la misma dulzura al oírlo pronunciar.<br /><br />Hablando también de esta dulzura el B. Enrique Susón, decía que nombrando a María, sentía elevarse su confianza e inflamarse en amor con tanta dicha, que entre el gozo y las lágrimas, mientras pronunciaba el nombre amado, sentía como si se le fuera a salir del pecho el corazón; y decía que este nombre se le derretía en el alma como panal de miel. Por eso exclamaba: "¡Oh nombre suavísimo! Oh María ¿cómo serás tú misma si tu solo nombre es amable y gracioso!"<br /><br />Contemplando a su buena Madre el enamorado san Bernardo le dice con ternura: "¡Oh excelsa, oh piadosa, oh digna de toda alabanza Santísima Virgen María, tu nombre es tan dulce y amable, que no se puede nombrar sin que el que lo nombra no se inflame de amor a ti y a Dios; y sólo con pensar en él, los que te aman se sienten más consolados y más inflamados en ansias de amarte". Dice Ricardo de San Lorenzo: "Si las riquezas consuelan a los pobres porque les sacan de la miseria, cuánto más tu nombre, oh María, mucho mejor que las riquezas de la tierra, nos alivia de las tristezas de la vida presente".<br /><br />Tu nombre, oh Madre de Dios -como dice san Metodio- está lleno de gracias y de bendiciones divinas. De modo que -como dice san Buenaventura- no se puede pronunciar tu nombre sin que aporte alguna gracia al que devotamente lo invoca. Búsquese un corazón empedernido lo más que se pueda imaginar y del todo desesperado; si éste te nombra, oh benignísima Virgen, es tal el poder de tu nombre -dice el bobo- que él ablandará su dureza, porque eres la que conforta a los pecadores con la esperanza del perdón y de la gracia. Tu dulcísimo nombre -le dice san Ambrosio- es ungüento perfumado con aroma de gracia divina. Y el santo le ruega a la Madre de Dios diciéndole: "Descienda a lo íntimo de nuestras almas este ungüento de salvación". Que es como decir: Haz Señora, que nos acordemos de nombrarte con frecuencia, llenos de amor y confianza, ya que nombrarte así es señal o de que ya se posee la gracia de Dios, o de que pronto se ha de recobrar.<br /><br />Sí, porque recordar tu nombre, María, consuela al afligido, pone en camino de salvación al que de él se había apartado, y conforta a los pecadores para que no se entreguen a la desesperación; así piensa Landolfo de Sajonia. Y dice el P. Pelbarto que como Jesucristo con sus cinco llagas ha aportado al mundo el remedio de sus males, así, de modo parecido, María, con su nombre santísimo compuesto de cinco letras, confiere todos los días el perdón a los pecadores. Por eso, en los Sagrados cantares, el santo nombre de María es comparado al óleo: "Como aceite derramado es tu nombre" (Ct 1,2). Comenta así este pasaje el B. Alano: "Su nombre glorioso es comparado al aceite derramado porque, así como el aceite sana a los enfermos, esparce fragancia, y alimenta la lámpara, así también el nombre de María, sana a los pecadores, recrea el corazón y lo inflama en el divino amor". Por lo cual Ricardo de San Lorenzo anima a los pecadores a recurrir a este sublime nombre, porque eso sólo bastará para curarlos de todos sus males, pues no hay enfermedad tan maligna que no ceda al instante ante el poder del nombre de María".<br /><br />Por el contrario los demonios, afirma Tomás de Kempis, temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara. La misma Virgen reveló a santa Brígida, que no hay pecador tan frío en el divino amor, que invocando su santo nombre con propósito de convertirse, no consiga que el demonio se aleje de él al instante. Y otra vez le declaró que todos los demonios sienten tal respeto y pavor a su nombre que en cuanto lo oyen pronunciar al punto sueltan al alma que tenían aprisionada entre sus garras.<br /><br />Y así como se alejan de los pecadores los ángeles rebeldes al oír invocar el nombre de María, lo mismo -dijo la Señora a santa Brígida- acuden numerosos los ángeles buenos a las almas justas que devotamente la invocan.<br /><br />Atestigua san Germán que como el respirar es señal de vida, así invocar con frecuencia el nombre de María es señal o de que se vive en gracia de Dios o de que pronto se conseguirá; porque este nombre poderoso tiene fuerza para conseguir la vida de la gracia a quien devotamente lo invoca. En suma, este admirable nombre, añade Ricardo de San Lorenzo es, como torre fortísima en que se verán libres de la muerte eterna, los pecadores que en él se refugien; por muy perdidos que hubieran sido, con ese nombre se verán defendidos y salvados.<br /><br />Torre defensiva que no sólo libra a los pecadores del castigo, sino que defiende también a los justos de los asaltos del infierno. Así lo asegura el mismo Ricardo, que después del nombre de Jesús, no hay nombre que tanto ayude y que tanto sirva para la salvación de los hombres, como este incomparable nombre de María. Es cosa sabida y lo experimentan a diario los devotos de María, que este nombre formidable da fuerza para vencer todas las tentaciones contra la castidad. Reflexiona el mismo autor considerando las palabras del Evangelio: "Y el nombre de la Virgen era María" (Lc 1,27), y dice que estos dos nombres de María y de Virgen los pone el Evangelista juntos, para que entendamos que el nombre de esta Virgen purísima no está nunca disociado de la castidad. Y añade san Pedro Crisólogo, que el nombre de María es indicio de castidad; queriendo decir que quien duda si habrá pecado en las tentaciones impuras, si recuerda haber invocado el nombre de María, tiene una señal cierta de no haber quebrantado la castidad.<br /><br />Así que, aprovechemos siempre el hermoso consejo de san Bernardo: "En los peligros, en las angustias, en las dudas, invoca a María. Que no se te caiga de los labios, que no se te quite del corazón". En todos los peligros de perder la gracia divina, pensemos en María, invoquemos a María junto con el nombre de Jesús, que siempre han de ir estos nombres inseparablemente unidos. No se aparten jamás de nuestro corazón y de nuestros labios estos nombres tan dulces y poderosos, porque estos nombres nos darán la fuerza para no ceder nunca jamás ante las tentaciones y para vencerlas todas. Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima, revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales: un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cual conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso. Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides.<br /><br />En suma, llega a decir san Efrén, que el nombre de María es la llave que abre la puerta del cielo a quien lo invoca con devoción. Por eso tiene razón san Buenaventura a llamar a María "salvación de todos los que la invocan", como si fuera lo mismo invocar el nombre de María que obtener la salvación eterna. También dice Ricardo de San Lorenzo que invocar este santo y dulce nombre lleva a conseguir gracias sobreabundantes en esta vida y una gloria sublime en la otra. Por tanto, concluye Tomás de Kempis: "Si buscáis, hermanos míos, ser consolados en todos vuestros trabajos, recurrid a María, invocad a María, obsequiad a María, encomendaos a María. Disfrutad con María, llorad con María, caminad con María, y con María buscad a Jesús. Finalmente desead vivir y morir con Jesús y María. Haciéndolo así siempre iréis adelante en los caminos del Señor, ya que María, gustosa rezará por vosotros, y el Hijo ciertamente atenderá a la Madre ".<br /><br />Muy dulce es para sus devotos, durante la vida, el santísimo nombre de María, por las gracias supremas que les obtiene, como hemos visto. Pero más consolador les resultará en la hora de la muerte, por la suave y santa muerte que les otorgará. El P. Sergio Caputo, jesuita, exhortaba a todos los que asistieran a un moribundo, que pronunciasen con frecuencia el nombre de María, dando como razón que este nombre de vida y esperanza, sólo con pronunciarlo en la hora de la muerte, basta para dispersar a los enemigos y para confortar al enfermo en todas sus angustias. De modo parecido, san Camilo de Lelis, recomendaba muy encarecidamente a sus religiosos que ayudasen a los moribundos con frecuencia a invocar los nombres de Jesús y de María como él mismo siempre lo había practicado; y mucho mejor lo practicó consigo mismo en la hora de su muerte, como se refiere en su biografía; repetía con tanta dulzura los nombres, tan amados por él, de Jesús y de María, que inflamaba en amor a todos los que le escuchaban. Y finalmente, con los ojos fijos en aquellas adoradas imágenes, con los brazos en cruz, pronunciando por última vez los dulcísimos nombres de Jesús y de María, expiró el santo con una paz celestial. Y es que esta breve oración, la de invocar los nombres de Jesús y de María, dice Tomás de Kempis, cuanto es fácil retenerla en la memoria, es agradable para meditar y fuerte para proteger al que la utiliza, contra todos los enemigos de su salvación.<br /><br />¡Dichoso -decía san Buenaventura- el que ama tu dulce nombre, oh Madre de Dios! Es tan glorioso y admirable tu nombre, que todos los que se acuerdan de invocarlo en la hora de la muerte, no temen los asaltos de todo el infierno.<br /><br />Quién tuviera la dicha de morir como murió fray Fulgencio de Ascoli, capuchino, que expiró cantando: "Oh María, oh María, la criatura más hermosa; quiero ir al cielo en tu compañía". O como murió el B. Enrique, cisterciense, del que cuentan los anales de su Orden que murió pronunciando el dulcísimo nombre de María.<br /><br />Roguemos pues, mi devoto lector, roguemos a Dios nos conceda esta gracia, que en la hora de la muerte, la última palabra que pronunciemos sea el nombre de María, como lo deseaba y pedía san Germán. ¡Oh muerte dulce, muerte segura, si está protegida y acompañada con este nombre salvador que Dios concede que lo pronuncien los que se salvan!<br /><br />¡Oh mi dulce Madre y Señora, te amo con todo mi corazón! Y porque te amo, amo también tu santo nombre. Propongo y espero con tu ayuda invocarlo siempre durante la vida y en la hora de la muerte. Concluyamos con esta tierna plegaria de san Buenaventura: "Para gloria de tu nombre, cuando mi alma esté para salir de este mundo, ven tú misma a mi encuentro, Señora benditísima, y recíbela". No te desdeñes, oh María -sigamos rezando con el santo- de venir a consolarme con tu dulce presencia. Sé mi escala y camino del paraíso. Concédele la gracia del perdón y del descanso eterno. Y termina el santo diciendo: "Oh María, abogada nuestra, a ti te corresponde defender a tus devotos y tomar a tu cuidado su causa ante el tribunal de Jesucristo". </div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-51311326526996057272009-09-12T11:03:00.005+02:002009-09-12T17:28:04.460+02:00Dulce Nombre de María<div><strong>Tomado de Corazones.org</strong></div><br /><div><strong></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#990000;"><span style="font-size:130%;">Dulce Nombre de MaríaFiesta: 12 de </span>Septiembre</span><br />Origen de la fiesta: Victoria en la batalla de Viena, 1683</strong><a href="http://www.corazones.org/signos_mensajes/@signos_tiempos.htm#1683batallaviena"><strong>>></strong></a><br /><strong>Jesús Marí Ballester</strong></div><br /><div><br />Ha sido Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era María". El nombre de María, traducido del hebreo "<em>Miriam</em>", significa, <strong>Doncella, Señora, Princesa.</strong><br />Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume. </div><br /><div><br />En el Cantar de los Cantares, el esposo visita a la esposa, que le espera con las manos humedecidas por la mirra. "Yo vengo a mi jardín, hermana y novia mía, a recoger el bálsamo y la mirra". "He mezclado la mirra con mis aromas. Me levanté para abrir a mi amado: mis manos gotean perfume de mirra, y mis dedos mirra que fluye por la manilla de la cerradura". Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración. "Y entrando a la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra". La mirra, como María, es el símbolo de la unión de los hombres con Dios, que se hace en el seno de María. Maria es pues, el centro de unión de Dios con los hombres. Los lingüistas y los biblistas desentrañan las raíces de un nombre tan hermoso como María, que ya llevaba la hermana de Moisés, y muy común en Israel. Y que para los filólogos significa <strong>hermosa, señora, princesa, excelsa, calificativos todos bellos y sugerentes.</strong></div><br /><div></div><br /><div>En la Historia de la Salvación es Dios quien <strong>impone o cambia el nombre a los personajes a quienes destina a una misión importante</strong>. A <strong>Simón,</strong> Jesús le dice: "Tú te llamas Simón. En adelante te llamarás Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi Iglesia". María venía al mundo con la misión más alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se llamará, simplemente, MARIA, el nombre que tenía, y <strong>cumple todos esos significados, pues como Reina y Señora la llamarán todas las generaciones</strong>. María, joven, mujer, virgen, ciudadana de su pueblo, esposa y madre, esclava del Señor. Dulce mujer que recibe a su niño en las condiciones más pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna. María valiente que no teme huir a Egipto para salvar a su hijo. Compañera del camino, firme en interceder ante su hijo cuando ve el apuro de los novios en Caná, mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada del dolor de la Cruz de su Hijo y recibiendo en sus brazos su Cuerpo muerto. Sostén de la Iglesia en sus primeros pasos con su maternidad abierta a toda la humanidad. María, humana. María, decidida y generosa. María, fiel y amiga. María fuerte y confiada. María, Inmaculada, Madre, Estrella de la Evangelización.</div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3826658352535753039.post-90431550220049342332009-09-12T10:44:00.002+02:002009-09-12T11:00:48.030+02:00Novena de los Dolores (6)<a href="http://www.devocionario.com/imagenes/dolorosa.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 168px; DISPLAY: block; HEIGHT: 221px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://www.devocionario.com/imagenes/dolorosa.jpg" /></a><br /><div><em>Por la señal… Señor mío Jesucristo…</em><br /><strong>ORACIÓN INICIAL</strong></div><br /><div>Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados, como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, por tus dolores, que oigas mi petición en esta novena y, si conviene, me la concedas.</div><br /><div></div><br /><div><br /><strong>DÍA SEXTO</strong><a name="P6"></a> <a href="http://www.devocionario.com/maria/dolores_2.html#Inicio"></a><br />Oh Virgen Dolorosa, por el dolor que tuviste cuando viste a Jesús clavado en la cruz, concédeme que yo me aproveche de los frutos de su pasión, que sea un cristiano verdadero, crucificado con Cristo, y que considere como una honra el padecer y sufrir algo por ser cristiano y practicar las virtudes cristianas.</div><br /><div></div><br /><div><strong>ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.</strong><a name="O2"></a></div><br /><div>Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar en favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.<br />Oh Santísima Madre, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús crucificado.<br />Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.<br />Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme tú, oh Virgen, con tus ruegos, en el día del juicio.<br />Y tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, por tu Madre querida, haz que llegue a la palma de victoria.<br />Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del paraíso la gloria.<br />Rezar tres avemarías.<br />Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima, que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.<br />Nuestra Señora de la Buena Muerte, ruega por nosotros.<br />Oremos.-Te rogamos, Señor nuestro Jesucristo, que interceda ante tu clemencia la bienaventurada Virgen María tu Madre, cuya alma atravesó la espada de dolor en la hora de tu Pasión. Lo pedimos por ti, oh Jesucristo, Salvador del mundo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.<br />San José, ruega por nosotros.</div><br /><div></div><strong>Tomado de Devocionario.com<br /></strong><div></div>ITTE MISA ESThttp://www.blogger.com/profile/00322476184458563077noreply@blogger.com0