lunes, 4 de mayo de 2009

Mes de mayo


SANTA MARÍA PANAGIA, TODA SANTA, RUEGA POR NOSOTROS


Ya que hace tres días comenzaba el mes de mayo, mes de María, publicamos hoy esta oración del mes de mayo, que durante generaciones se ha rezado todos los días de este mes. Recomendamos a todos que la oren con fervor cada día del mes, para ofrecerle a María una corona de rosas de oración.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza,
a ti, celestial, Princesa,
Virgen sagrada María
te ofrezco desde este día
mi alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

Oración. Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que ha acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas favorablemente. Amén.

(Pidamos ahora las gracias que deseamos alcanzar hoy por intercesión de Nuestra Madre, acordándonos principalmente de los más necesitados)

Deprecaciones.

1. Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acordaos de mi, miserable pecador.
(Se reza el Avemaría)

2. Acueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas, para llorar mis pecados. (Se reza el Avemaría)

3. Reina de los cielos y tierra, sed mi amparo y defensa de las tentaciones de mis enemigos.
(Se reza el Avemaría)

4. Inmaculada hija de Joaquín y Ana, alcanzadme de vuestro Santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación.
(Se reza el Avemaría)

5. Abogada y refugio de los pecadores, asistidme en el trance de mi muerte y abridme las puertas del cielo.
(Se reza el Avemaría)

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo; como era el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final. Oh Señora mía, oh Madre mía!. Yo me ofrezco del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.

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