Hace poco publicaba un comentario como introducción a una serie de ellos sobre las palabras del Papa en África y sobre el intento en España de reprobar al Papa oficialmente por sus palabras sobre el SIDA y el presevativo. Para empezar quiero invitar a todos a que lean TODO lo que dijo el Papa en África para que comprendan el alcanze y la naturaleza de su mensaje. Aquí pueden leer todo lo que dijo.
Paso ahora a hablar de:
1- Qué dijo el Papa, como, cuando y por qué.
Antes de hablar sobre las manipulaciones que sufrió su mensaje y sobre lo acertado que este fué quiero hacer algo que parece obvio hacerlo al hablar de ese tema, pero que solo han hecho los medios católicos. Es presentar el mensaje. Estas palabras las dijo el Papa en su primer viaje apostólico al continente africano, cuya razón de ser era entregar a los obispos africanos el "Instrumentam laboris" para la próxima Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar este octubre próximo en la Ciudad Eterna. Como ya es costumbre, durante el vuelo hacia África el Papa tuvo unos minutos de encuentro con los periodistas, donde uno de ellos, decidió preguntarle sobre el SIDA. Esto es lo que el Papa verdaderamente respondió (después hago una pequeña aclaración sobre estas palabras):
"P. Santidad, entre los muchos males que afligen a África, destaca el de la difusión del sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra él a menudo no se considera realista ni eficaz. ¿Afrontará este tema durante el viaje? (Philippe Visseyrias de France 2).
R. Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la Comunidad de San Egidio que hace mucho, visible e invisiblemente, en la lucha contra el sida, en los Camilos, en tantas otras cosas, en todas las religiosas que están al servicio de los enfermos... Diría que no se puede superar este problema del sida sólo con dinero, aunque éste sea necesario; pero si no hay alma, si los africanos no ayudan (comprometiendo la responsabilidad personal), no se puede solucionar este flagelo distribuyendo preservativos; al contrario, aumentan el problema. La solución sólo puede ser doble: la primera, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que conlleve una nueva forma de comportarse el uno con el otro; y la segunda, una verdadera amistad también y sobre todo con las personas que sufren; una disponibilidad, aun a costa de sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Éstos son los factores que ayudan y que traen progresos visibles.
Por tanto, yo diría que nuestras dos fuerzas son éstas: renovar al hombre interiormente, darle fuerza espiritual y humana para un comportamiento correcto con respecto a su propio cuerpo y al de los demás, y esa capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer presente en las situaciones de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y la Iglesia hace esto; así da una contribución muy grande e importante. Damos las gracias a todos los que lo hacen."
R. Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la Comunidad de San Egidio que hace mucho, visible e invisiblemente, en la lucha contra el sida, en los Camilos, en tantas otras cosas, en todas las religiosas que están al servicio de los enfermos... Diría que no se puede superar este problema del sida sólo con dinero, aunque éste sea necesario; pero si no hay alma, si los africanos no ayudan (comprometiendo la responsabilidad personal), no se puede solucionar este flagelo distribuyendo preservativos; al contrario, aumentan el problema. La solución sólo puede ser doble: la primera, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que conlleve una nueva forma de comportarse el uno con el otro; y la segunda, una verdadera amistad también y sobre todo con las personas que sufren; una disponibilidad, aun a costa de sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Éstos son los factores que ayudan y que traen progresos visibles.
Por tanto, yo diría que nuestras dos fuerzas son éstas: renovar al hombre interiormente, darle fuerza espiritual y humana para un comportamiento correcto con respecto a su propio cuerpo y al de los demás, y esa capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer presente en las situaciones de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y la Iglesia hace esto; así da una contribución muy grande e importante. Damos las gracias a todos los que lo hacen."
Como vemos, lo que dijo el Papa fue que la solución no es decir a la gente que como tienen un trozo de plástico (cuyos poros son bastante más grandes que el virus del VIH) pueden hacer lo que quieran, cuando quieran y como quieran. Que la solución es una "humanización de la sexualidad" y "renovar al hombre interiormente". De esta forma, no se contribuye a un "todo vale", el cual hace que la gente haga cosas que acaban en contagio (esto es lo que quiere decir lo de"al contrario, aumentan el problema"); sino a un pensamiento social humanizado, en el que todos sepamos lo que debemos hacer (aunque tengamos que renunciar a placeres) para contribuir a, desde el Amor, crear una conciencia social en la que solo quepa el control de si mismo. Esta es la única manera.
Esto es lo que realmente dijo el Sumo Pontífice de la Iglesia, que como él mismo nos recordaba es la que más personas infectadas por el SIDA atiende en el mundo, según las estadísticas.
Les ínvito también a leer esta aclaración sobre las palabras del Papa que fué redactada por el Padre Federico Lombardi, director de la Oficina de información de la Santa Sede. Fue redactada desde Yaundé en la tarde del mismo 18 de marzo. Evidentemente, los medios no la publicaron:
"A propósito del eco suscitado por palabras del Papa sobre el problema del sida, el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, precisa que el Santo Padre ha confirmado las posiciones de la Iglesia católica y las líneas esenciales sobre su compromiso por combatir el terrible flagelo del sida: primera, con la educación en la responsabilidad de las personas en el uso de la sexualidad y con la reafirmación del papel esencial del matrimonio y la familia; segunda, con la investigación y la aplicación de tratamientos eficaces para el sida y al ponerlos a disposición al mayor número de enfermos a través de muchas iniciativas e instituciones sanitarias; tercera, con la asistencia humana y espiritual de los enfermos de sida, así como de todos los que sufren, que desde siempre están en el corazón de la Iglesia.
Estas son las direcciones en las que la Iglesia concentra su compromiso, considerando que buscar esencialmente en una más amplia difusión de preservativos no constituye en realidad el mejor camino, el de más amplias miras, ni el más eficaz para afrontar el flagelo del sida y tutelar la vida humana."
Estas son las direcciones en las que la Iglesia concentra su compromiso, considerando que buscar esencialmente en una más amplia difusión de preservativos no constituye en realidad el mejor camino, el de más amplias miras, ni el más eficaz para afrontar el flagelo del sida y tutelar la vida humana."
Continuaré escribiendo sobre el tema.
ITTE MISSA EST
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