domingo, 1 de febrero de 2009

Domingo IV del Tiempo Ordinario


+Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus -discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.

Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenla un espíritu inmundo, y se puso a gritar:


- «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»

Jesús lo increpó:


- «Cállate y sal de él.»


El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:


- «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»


Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios.

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