lunes, 23 de febrero de 2009

Cuaresma


Este miércoles es Miércoles de ceniza y comienza la Cuaresma.

Al comiezo de este tiempo debemos concienciarnos de qué es la Cuaresma. La Cuaresma no es un tiempo de penitencia y oración sin sentido sino una preparación a la Pascua. En realidad no es, como piensan muchos, una preparación a la Semana Santa, sino un paso previo a esta y, junto a ella, preparación hacia la Pascua.

El centro de la vida cristiana es la Pascua, nuestra Fé no tiene sentido sin la Resurrección, nuestra Fé no se queda en la muerte y en la cruz. Pasa a la vida, a aquella gloriosa mañana de resurrección. De la misma manera, en la liturgia, la Pascua se nos recuerda constantemente por cosas como los sacramentos (especialmente la eucaristía), por el agua bendita, por la celebración central del domingo, etc. De la misma manera, el centro de todo el año litúrgico es la Pascua, incluso podemos tomar la Navidad como una preparación a la Pascua, puesto que en la Navidad la palabra se hace carne pero no es hasta la Pascua que esta paabra hecha carne nos redime y nos hace realmente Hijos de Dios.

Asi pues, es importante la celebración de la Pascua, y así también lo es mucho su preparación, para poder vivirla adecuadamente. La Cuaresma es un tiempo de especial gracia y conversión en el que la Iglesia nos invita a preparar con el ayuno, la oración y la limosna la celebración gozosa de la Pasión, muerte y resurrección del Señor, para preparar la ´Semana Santa, que en definitiva es la preparación dolorosa de la Pascua.

Asi pues, durante la cuaresma, la Iglesia nos llama a las tres cosas ya citadas y que ahora trataré por separado:

-Oración: Nosotros oímos la llamada del Señor, nos hacemos conscientes de su amor y deseamos corresponderle. Asi pues, hablamos con el Señor, le correspondemos y hablamos con El para poder conocerle, conocelre para aarle y amarle para servirle. Y en esa comunicación co el Señor vamos adentrandonos en su Misericordia y así preparando nuestro corazón junto a toda la Iglesia.

-Ayuno: Precisamente sobre esto trata el mensaje del Papa para esta cuaresma que publiqué hace algúnos días. Recomiedo su lectura. El ayuno es una ancestral práctica del Antiguo Testamento y de la Iglesia, que lo padres y primeros cristianos practicaban. También lo hizo el mismo Jesús que se trasladó 40 días al desierto para orar y ayunar. El ayuno nos ayuda a ener control sobre nuestras pasiones, a hacer más humildes y cercanos a Jesús y a compadecernos por los que pasan hambre. Asi pues, con el ayuno nos hacemos dueños de nosotros mismos (bajo

la soberanía del Señor).

-Limosna: La limosna no consiste en dar aquello que no necesitamos sino en dar lo que podamos y compartirlo cn todos los hermanos. Debemos hacer como la pobre viuda que elogia Jesús y dar todo lo que podamos, aprendiendo así una lección de misericordia y generosidad.


Estas tres cosas están intrinsecamente unidas y la Iglesia las une en esta cuaresma.


Asi pues, les invitamos a vivir una santa cuaresma y a hcerlo junto a nosotros, que les acompañaremos con una programación especial durante esta.

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