4 DE AGOSTO, SAN JUAN MARIA BAUTISTA VIANNEY
De pequeño tenía mucha Fé, rezaba y, al trabajar en el campo, daba "catequesis" a sus compañeros pastores.
Desde entonces quería ser sacerdote, decía siempre "si soy sacerdote podría ganar muchas almas para Dios"
A los 20 años fué a una escuela para jovenes llamados a la vocación, le fue dificil el estudio por sus problemas para memorizar las cosas, como el mismo decía.
Fue llamado a filas y, casi sin saberlo, se convirtió en desertor. Más tarde se escondió pero fue absuelto. Entonces pudo ir al seminario a terminar sus estudios.
Trás su primera misa y un tiempo ayudando a un parroco, fue enviado a Ars, un pequeño pueblo rural, como capellán. Allí había cuarenta casas y la iglesia estaba hecha polvo.
No había mucha fé en el pueblo pero algunas personas se mantenían fervorosas. Al llegar, visitó todas las casas del pueblo. Arregló la iglesia, las paredes, el altar, las vestimentas sacerdotales...
Empezó a enseñar el catecismo a los niños y se empeñó en recuperar la celebración del Domingo.
A petición de los habitantes del pueblo fue elevado a parroco de Ars, entonces, fundó una escuela para niñas, consiguió que la gente fuera el Domingo a vísperas y a misa...
Grandes peregrinaciones llegaban al pueblo para ir a su confesionario que estaba siempre lleno.
Murió el 4 de Agosto de 1859 en Ars mientras una tormenta azotaba el pueblo.
Permanece incorrupto en Ars.
De pequeño tenía mucha Fé, rezaba y, al trabajar en el campo, daba "catequesis" a sus compañeros pastores.
Desde entonces quería ser sacerdote, decía siempre "si soy sacerdote podría ganar muchas almas para Dios"
A los 20 años fué a una escuela para jovenes llamados a la vocación, le fue dificil el estudio por sus problemas para memorizar las cosas, como el mismo decía.
Fue llamado a filas y, casi sin saberlo, se convirtió en desertor. Más tarde se escondió pero fue absuelto. Entonces pudo ir al seminario a terminar sus estudios.
Trás su primera misa y un tiempo ayudando a un parroco, fue enviado a Ars, un pequeño pueblo rural, como capellán. Allí había cuarenta casas y la iglesia estaba hecha polvo.
No había mucha fé en el pueblo pero algunas personas se mantenían fervorosas. Al llegar, visitó todas las casas del pueblo. Arregló la iglesia, las paredes, el altar, las vestimentas sacerdotales...
Empezó a enseñar el catecismo a los niños y se empeñó en recuperar la celebración del Domingo.
A petición de los habitantes del pueblo fue elevado a parroco de Ars, entonces, fundó una escuela para niñas, consiguió que la gente fuera el Domingo a vísperas y a misa...
Grandes peregrinaciones llegaban al pueblo para ir a su confesionario que estaba siempre lleno.
Murió el 4 de Agosto de 1859 en Ars mientras una tormenta azotaba el pueblo.
Permanece incorrupto en Ars.
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